Otoño

4.8K 518 372
                                    

Otoño, Kirishima amaba el otoño desde lo más profundo de su rojo corazón

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Otoño, Kirishima amaba el otoño desde lo más profundo de su rojo corazón. Los motivos pueden parecer simples: su cumpleaños y los paisajes. Sí, se podría decir que sí son simples, pero a él le hacían mucha ilusión y aunque se hubiese intentado auto convencer de que no, le hacía un poco más de entusiasmo pasarlo con su amo, su querido amo.

Recuerda que hará unas dos semanas, el día 16 de octubre para ser más precisos, fue su cumpleaños, despertó al rubio de un empujón demasiado brusco, luciendo una enorme sonrisa que ni el más ogro gruñón podría arrebatar. Bakugou por su parte no se veía realmente emocionado por el por aquella fecha especial, más bien, durante un par de segundos, lució algo abrumado, aunque el pelirrojo jamás se percató.

Tal vez recordó ese trato con la bruja, tal vez tenía miedo de que pasaran los años en ese dragón, tal vez, porque Bakugou nunca sabía darse cuenta de cuando sentía alguna emoción (a excepción de la ira) y eso le irritaba tanto.

El cumpleaños del chico semidragón fue común, fueron a cazar y dar un paseo, entre otras actividades corrientes. Pero lo que llenó a ese joven de alegría fue cuando su amo le dio un suave golpe en el hombro y sin mirarle le espetó de forma suave un «feliz cumpleaños, Tiburón».

—Oye, Tiburón —lo llamó—. Esto es bastante entretenido, podría acabar acostumbrándome a ello.

El enorme dragón batió las alas en el cielo y echó humo por el hocico, asintió para que el más alto pudiera entenderle, ya que en su forma bestial no podía comunicarse como hacían los humanos.

Montar a Kirishima hacía sentir a Bakugou eufórico y lleno de adrenalina y el hecho de que el viento chocara con toda su cara le hacía sentir aún mejor. El rey bajó la mirada y observó como el suelo parecían pequeñas manchas de colores que se camuflaban entre las nubes. Colocó ambas manos en las ásperas escamas del animal sangría y lo acarició con las yemas de sus dedos pulgares de forma inconsciente. Eijirou sintió como su corazón se aceleró de golpe, se tambaleó un poco pero tras recibir los regaños de su amo se reincorporó perfectamente.

Y así estuvieron unos 15 minutos más, hasta que vieron como comenzaba a llover, el rubio chistó algo molesto y le ordenó al dragón que aterrizara en el suelo (si era posible también, sin matarlos).

—¡Me alegra mucho que te haya gustado, en serio, Amo! —Gritó feliz el pecoso, recién transformado en su versión semihumana. 

—Ha estado aceptable.

—¡Vamos, no seas tímido! Admite que te ha encantado —canturreó con una sonrisa afilada el chico, acercándose al más alto.

—No soy tímido, Tiburón rojo—Kirishima suspiró (aún con una sonrisa en la cara) al escuchar el apodo nuevo que le había proporcionado su amo, cada estación surgía con alguno más ingenioso—. Ha estado... bien, aceptable.

—Me conformo con eso, aunque si te apetece, puedes decir que te ha encantado.

—¡Mierda, cállate ya! Hoy no me apetece mojarme, vayamos bajo ese árbol y usemos mi capa como refugio para la lluvia —ordenó.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 19, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Cuatro veces más [Kiribaku]Where stories live. Discover now