No soy el villano

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El hechicero sintió que casi se le iba el alma, fue capaz de sentir su miedo, su dolor, esa fuerte desesperación ante la impotencia de no poder hacer nada. Percibió su angustia al ser vulnerable ante aquel que le arrebató su poder.

En varias ocasiones estuvo a punto de crear un portal que le llevará hasta ese lugar, su necesidad de proteger y salvar eran enormes pero se contuvo« ¡Esto es lo que debe ser, no puedo intervenir o todo se acabará!» se repetía como una letanía aquellas palabras intentando convencerse. Sintió como se le crispaban los nervios, sus manos se cerraron en puños, mismo que impactó violentamente contra la loseta de su habitación, repitió esa acción hasta que los nudillos se le abrieron tiñendo de carmesí el suelo.

Un grito, que era más un alarido de absoluto dolor, rasgó el silencio rompiendo la calma del lugar. Ira, impotencia y su propio pesar consumiendolo por tener que dejar que el destino siguiera su curso, cuando lo único que ansiaba más que la vida misma era ir y proteger a la persona que era más valiosa para él...

Se cuestionaba si realmente los nueve mundos merecían su dolor, le torturaba en una lenta agonía tener que sacrificar a la única persona que conquisto su corazón, si con ello todos estarían a salvo.

Esa fue la primera vez que Strange odio sus poderes.

- ¡Perdón!... de verdad perdoname...

En su corazón suplicaba porque las ruedas del destino comenzarán a marchar por la ruta correcta.

En su corazón suplicaba porque las ruedas del destino comenzarán a marchar por la ruta correcta

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***

Thor era capaz de escuchar el llanto de su hermano a través de la puerta de la habitación, aunque a este punto ya era más un leve sollozo, sabía que desde lo ocurrido el día de ayer en la biblioteca, Loki se encerró en la recámara y no paro de llorar, el único momento en que se detuvo fue cuando el agotamiento lo venció.

Recordó la escena que vio al entrar al cuarto para ver que estuviera bien. Aún podía visualizar a su hermano hecho ovillo en la cama, su camisa hecha jirones, su cabello desordenado alrededor de la almohada, su rostro tenía rastros de lágrimas. Parecía un pequeño niño, frágil e indefenso. Pese a que dormia le oyó hipar, al tiempo que se encogía más cómo si con ello se pusiera a salvo. Esa escena rompió su corazón, se sintió el ser más miserable que podía existir, estiró su mano para acariciar su cabeza pero como si existiera una barrera invisible la detuvo a escasos centímetros de él.

Giro el rostro desviando la vista del pelinegro «No me estas amando me estas violando...» resonó la voz de su hermano en su cabeza, los recuerdos del día anterior volvieron golpeándolo con violencia. Arrastrándolo a aquellos momentos una vez más.

«¿Desde cuándo tomar lo que es MÍO se considera violación? ¿Te das cuenta de que me estas tratando como un bárbaro y encima violador?» dijo elevando su potente voz haciéndola resonar en la pequeña habitación. Intimidando a Loki. Estaba molesto del trato que su hermano le estaba dando, no entendía cómo los sentimientos de Loki cambiaron en unos pocos meses, el rostro de aquel rubio vino a su mente, estaba seguro que era su culpa que el de ojos verdes estuviera actuando de la manera en que lo hacía. «¡No te trataría como un violador sino me estuvieras forzando a tener sexo contigo!» gritó Loki tomando un repentino acopio de valor, vio el desprecio en esas esmeraldas, le caló tan profundo que su ser pensante se apartó dejando al mando su ser impulsivo. Recordó cómo tomo de la delgada muñeca al chico para llevarlo a tirones a la habitación que estaba compartiendo con él, ciertamente no dormían en la misma cama porque Thor esperaba el momento adecuado para ello.

ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora