Capítulo 9: Encuentros incómodos y pruebas que inculpan

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ESTEFANIA

Martes 31 de Julio de 2018.

La puerta de la entrada principal del bufete de mi padre se cierra detrás de mí con un fuerte estruendo captando la atención de todos los abogados sentados en la sala de espera. El retumbar de mis tacones contra el piso de madera hace eco en todo el lugar.

—¡Fanny! —Grita uno de los abogados en el fondo de la sala. Entrecierro los ojos para distinguir su rostro de inmediato.

Pablo.

El mejor amigo de mi padre.

O, mejor dicho, el casi hermano de mi padre.

—¡Hola! —Grito haciendo relucir cierta alegría de verlo.

Se acerca a mí con paso veloz, me envuelve en sus tonificados brazos. Lleva puesto, como la mayoría de los abogados del lugar, un traje súper elegante de color tinto. Una fragancia exquisita se desprende de la tela cuando coloco mi barbilla sobre su hombro.

—Pero cuánto ha crecido la favorita del tío Pablo —comenta con sarcasmo en su voz.

Okey, creo que debo explicar por qué se refirió a sí mismo como "tío".

Resulta que mi padre y él, desde que nacieron, fueron criados casi como si fuesen hermanos de la misma madre. Crecieron siendo los mejores amigos de todo el planeta Tierra, estudiaron en las mismas escuelas y, cuando entraron a la universidad, Pablo se fue a estudiar Derecho al otro lado del mundo mientras que mi padre prefirió estudiar en la carísima UNAM.

Se volvieron a reencontrar justo cuando mi padre acababa de inaugurar "Soto & Asociados" por lo que mi padre le ofreció empleo en ello por ser una persona de su confianza.

Yo lo conocí solo por video llamadas que algunas veces hacía papá con él, lo consideré mi tío durante toda mi infancia, pero ahora que he crecido lo bastante para eso solo lo veo como el viejo Pablo.

—¿Qué te trae por aquí?

—Vine a ver a mi padre, necesito comentarle sobre un caso que le podría interesar —confieso, dibujando una amplia sonrisa en mis labios.

Pablo frunce el ceño confundido. Me examina el rostro entero en busca de alguna explicación/respuesta.

—Es sobre un amigo, supongo que lo viste en las noticias —murmuro en un susurro apenas audible. Niega con la cabeza—. El chico futbolista que atropellaron —la culpa me quema la garganta como si de ácido se tratara.

Abre los ojos más de lo normal.

—Oh, ya, ya. El del conductor "fantasma", ¿cierto? —asiento—. Qué mala suerte por el chico, ¿lo conoces?

Frunzo los labios al tiempo que me encojo de hombros y hago una extraña mueca.

—Algo así, sabes. Bueno, sí, sí lo conozco, se lama Carlos y es un buen chico.

—¿Sólo eso? —Inquiere alzando una de sus oscuras cejas—. Porque acabo de ver un poco de brillo en tus ojos que me dice que ocultas muchas cosas.

Si algo detesto del tío Pablo es que siempre me ha sabido leer muy bien las facciones para saber que algo le oculto.

Aunque esta vez no le oculto nada.

—¿Y? —Pregunta haciéndome parpadear varias veces seguidas—. ¿Es guapo?

Sonrío mientras trato de no emitir la risa que me iba subiendo por la garganta para no volver a llamar la atención de los demás en el lugar.

Yo soy culpable [BC#1] (TERMINADA)Where stories live. Discover now