054. Los nuevos bebés.

3.4K 407 148
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¿Qué se supone que harás con ellos? —Había preguntado hace un par de minutos atrás, no recibió respuesta a pesar de haberlo dicho tres veces seguidas, y si seguía intentándolo no iba a conseguir nada. —Chaeyoung, debes hablar conmigo. No podemos ya sabes... —No encontraba las palabras perfectas para describirlo con exactitud, era frustrante.

—Tenemos que pensar acerca de ello, no podemos quedárnoslos así como si nada. ¿Podrías dejar de mirarlos por un segundo y prestarme atención? Lo digo en serio, no se irán a ningún lado, menos estando profundamente dormidos.

Mordió su labio y se alejó del montón de cobijas y almohadas a modo de una pequeña cama. Tres cuerpecitos cálidos y peludos se encontraban ahí, durmiendo tranquilamente mientras ellas estaban ahí, de brazos cruzados y miradas serias. Lo había hecho por simple impulso, algo le estaba diciendo que no los dejara ahí a la deriva como basura.


Pero ahora que la azabache estaba mirándola de esa manera, una mezcla entre preocupación, tristeza y enojo, empezaba a comprender que ahora no era solo ella, también tenía que pensar en Mina. Tenía que comenzar a pensar por las dos, no ser tan impulsiva, pero le era demasiado difícil.


Pero iba a pelear por todo aquello que se opusiera a mandar a esos animalitos al mismo lugar donde se encontraban. Alrededor de apestosas bolsas de basura con deshechos desconocidos, sustancias dañinas en el suelo y humanos despreciables que no dudan en sacar a relucir su ira, descargándose con unos animales indefensos que no tenían la culpa de nada.

¡Mina no iba a poder refutar nada ante eso! Sería demasiado desalentador y rompería su corazón si se oponía a que se quedaran.

—¿Podemos hablar afuera? —Murmuró, Mina ladeó su cabeza pero no preguntó nada al respecto. Salieron de su habitación, quedándose en el pasillo. Chaeyoung miraba sus pies descalzos. —Seré directa, no van a irse, no vas a mandarlos a ese callejón otra vez. Son unos pobres animales que no le han hecho daño a alguien para merecer lo que tienen. —Abrió sus ojos e intentó negar, pero la rubia la interrumpió. —Hay un millón de razones por las que quiero que se queden. Pero la más importante, es que no pasen lo mismo que yo pasé. ¿Podrías hacer eso?

THE WILD KITTEN。 ── MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora