067. ¡Visita al doctor!

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—¡¡MAMÁ!! ¡¡NO Q-QUIEROOO!!

La chica suspiró intentando tranquilizar a Hana. Claramente fallando ante eso. Chaeyoung se encargaba de hablar con ella para que dejara de llorar y moquear ante las jeringas colocadas perfectamente en la mesa. Hana no dejaba de patalear y removerse entre lloriqueos para escapar de las manos de su madre, la cual estaba perdiendo poquito a poquito su paciencia.

Se encontraban en una de sus casuales citas al doctor para hacerles un chequeo a sus hijos. Y todo estaba yendo perfectamente igual como la última vez. Hana estaba gritando entre sus brazos, la otra pequeña estaba jugando con las batas de paciente y Hwanjun estaba detrás de la japonesa sosteniéndose de sus piernas. ¡Siempre le tocaba la parte difícil y no entendía por qué! ¡Tampoco entendía el pavor de Hana por las jeringas, o el doctor! Daba igual que hiciera, iba a seguir gritando hasta que se fueran.

—Uhm, todo está bien por lo que veo. Faltan un par de vacunas y pueden irse a casa. —Respondió el hombre amablemente entregándole los resultados a la mayor. Mina sonrió y asintió acercándose a su pobre novia. —¿Todo bien por aquí? —Chaeyoung se movía de un lado a otro por las patadas de su niña. —¿Aquí? Pufff... claro que sí. Lo tengo todo controlado. —La otra rió por lo bajo. —¿Necesitas ayuda?

—Sí, por favor.


—Hana~ cariño... volveremos a casa pronto. Si dejas que el doctor haga lo suyo, te compraré un helado de vainilla de vuelta a casa. —La susodicha dejó de chillar y la miró con los ojitos hinchados. Mina rápidamente tomó una toallita húmeda de su pequeño pero útil bolso y limpió la nariz goteante, siempre estaba preparada. —¿Podrás hacerlo? ¿O eres una cobarde?

Hana negó rápidamente con la cabeza y se colocó derecha. —¡Noup! ¡Yo nunca pierdo! —Mina rió ante eso y tomó su manita entre sus manos mientras el doctor tomaba la jeringa previamente llena. Hana chilló y cerró los ojos pero la aguja ni siquiera estaba cerca de su brazo. Se estremeció ante el frío alcohol en su piel y se esperó lo peor. Mina se quejó entre bajos susurros cuando la híbrida mordió su hombro y no fue precisamente un mordisco suavecito.

—Hana, está todo listo. No fue tan difícil. —La niña parpadeó y sonrió feliz. —¡Ahora quiero mi helado! —Mina por otro lado confirmaba si el hombro de su blusa no estaba teñida con gotitas de sangre. Lo peor es que faltaban otras dos inyecciones. Y otros dos niños. Mina había sido objeto de apretones, mordidas y jalones de cabello que ya no estaba sorprendida si hicieran algo más.


Todo había salido bien después de todo. Sus hijos estaban saludables y dispuestos a jugar todo el día sin preocuparse de agarrar un fuerte resfriado o algo peor. Chaeyoung había bromeado con ella para hacerse una prueba de embarazo y lo único que se ganó es que estuviera a punto de pegarle con un estetoscopio mientras el doctor salía.


—¿Quién es la niña más valiente de mamá? —Preguntó sonriente entregándole su famoso helado de vainilla a Hana. Ella sonrió y entre saltitos abrazó a su madre. —¡Soy yo! —Entre saltitos se dirigió hacia una mesa seguidamente de los otros niños que comían igualmente sus heladitos. Aunque Hwanjun más bien comía una galleta.

—¿No debería tener dos helados extras? ¡Me inyectaron tres veces!

—¡No te pases de lista, señorita! —Hana le sonrió a la rubia. —¿La próxima sí me darán otro? —Ambas negaron. —Si comes mucho helado te dolerá el estómago. —La niña las miró ofendidas. —¡Eso es mentira! Eso me pasa con el maní. —Eunji se entrometió. —No le den más helado. Se pone apestosa.

Chaeyoung y Mina no pudieron evitar reír a carcajadas por ese dato curioso. Hana se sonrojó de la vergüenza y comenzó a tirarle helado de vainilla a la menor. —¡Mamá! ¡Hana está tirándome su helado! —La nombrada puchereó. —¡Tú estás a-averg-gonzánd-dome!

—¿Quieres que todo tu helado acabe en tu hermana? No voy a comprarte otro. —Mina se cruzó de brazos y se recostó en el respaldo de la silla luciendo un poquito amenazadora. Hana puchereó más y más pero no logró ganar. —Está bien.


—Luces amenazadora de ese modo. Me encantas. —Chaeyoung susurró en su oído poniéndola nerviosa y volviendo sus piernas un par de gelatinas. —Me estás poniendo nerviosa. —Respondió mirándola directamente fijándose en sus labios. —Ese era el punto, cariño. —Besó repetidas veces sus labios sin llegar directamente a ser un beso largo. Mina reía entre ellos mientras la menor colocaba sus manos tranquilamente en la cintura contraria. —Te amo. ¿Lo sabes, verdad?

—Hmph. —Asintió acunando su rostro y besando sus mejillas. —¡Eeeew! ¡Se están besando! ¡Demasiado amor! —Hana interrumpió con una cara de asco. Mina entrecerró sus ojos y se fue acercando a ella para atacarla con cosquillas e inocentes besitos.

—¡Noooooo! ¡Gérmenes! —Eunji trató de escapar cuando observó a su otra mamá acercarse con las manos en la cintura pero le duró muy poco cuando estaba entre sus brazos. Hwanjun por otro lado estaba muy tranquilo comiendo su galleta. ¡De todos modos él recibía todos los besitos que nadie más quería!


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THE WILD KITTEN。 ── MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora