X + Y = AtsuAku

6-2=4x^2

Atsushi despertaba en aquella cama de motel, los ojos le ardían, los cubrió con la almohada y sintió el bulto a su lado, miro ligeramente y se sorprendió al ver a Akutagawa a su lado, se sonrojo y rápidamente se fijó, pues el azabache estaba desnudo, y el, también. – A-Akutagawa – le llamo mientras le movió el hombre – está dormido – suspiro, su cabeza dolía pero eso no quitaba nada, intento recordar lo que había pasado y después de un rato de intentar recordó:

- At-Atsushi yo no... - trago saliva – Atsushi t-tu ¡m-me gus-gustas! – grito asertivo y volvió a tragar saliva esta vez más profundo – me gustas, me gustas mucho, desde que vi tu sonrisa me has gustado, me gustas, me gustas – repetía. Miro a Atsushi sonrojado y el chico también sonrojado sonreía

- También me gustas – declaro y beso al azabache

El simple recuerdo hizo a Atsushi volverse a sonrojar, - ¿Qué rayos dije anoche? – pregunto para sí mismo mientras tallaba su rostro, dio un salto al sentir como Akutagawa se movía, vio al chico abrir los ojos delicadamente y lo miro

- Al fin despertaste

El verle mover sus manos a sus ojos mientras bostezaba le trajo grandes recuerdos, anoche se había quedado dormido, no hicieron nada, pero si recuerda que el azabache cuido de él – gra-gracias por cuidarme – pronuncio totalmente avergonzado, sin respuesta decidió al fin levantarse de la cama su mente quería hacerlo llegar al baño pero su cuerpo pesaba lo suficiente para tener sus extremidades quietas, sintió como su cintura era llenada por los delgados brazos de su compañero de cama, sintió el abrazo y la tibia mejilla que se recargaba en su espina dorsal desnuda

- Quédate... - pronuncio por un momento – era lo que quería decir ese día... Es lo que siempre he querido decir – apretó su agarre en el albino, sabía que si lo soltaba en ese momento lo perdería todo – lo siento...

- Ryunosuke... - hablo el albino preocupado, realmente su voz no quería salir pero necesitaba hablar, necesitaba calmar aquel ambiente

- No lo digas – dijo el azabache apretándolo aún más – por favor, no te vayas – pidió una vez más y está vez alzo su rostro para verlo - no lo veas a él, no veas a nadie más que a mi

Atsushi volteo a verlo, sus ojos se llenaron de conmoción al ver las lágrimas en los ojos grises del azabache, se sintió culpable y con ese sentimiento acaricio la mejilla derecha del azabache haciendo aquel mechón de cabello hacia atrás mientras el otro se quedaba, acaricio su mejilla y sonrió - ¿Por qué lloras? – le pregunto y el azabache trago saliva

- Porque fui un tonto, fui un controlador, fui grosero, no te aprecie... pero, me gustas. Nakajima Atsushi, me gustas – sonrió el azabache mientras las lágrimas caían

- ¿Quieres un café?

- Si, y un pan tostado también

Seco sus lágrimas, ambos chicos sonrieron, tomaron un baño, si, juntos claro que no involucro nada más que un ligero baño, Atsushi no soportaba la cabeza y Akutagawa no quería hacerse más ideas erróneas en su cabeza. El azabache vistió su pantalón azul, su camisa y sus zapatos negros y mientras cepillaba su cabello, miro al albino quien terminaba de ponerse su chaqueta amarilla, y sacaba sus audífonos, sonrió ligeramente, no podía evitar pensar que le gustaba esa manera infantil de ser del más bajo, le gustaba todo de él

Dejaron el motel, para llegar hasta un restaurante familiar, y mientras esperaban, el azabache se dio a la tarea de intentar comunicarse con Dazai y Chuuya, pero el café llego y ambos acordaron hablar una vez tuvieran algo en el estómago. Para Akutagawa era un simple café negro, pan tostado con mermelada de higos y cerezas, mientras que Atsushi había optado por algo más dulce y picante, dejo de lado sus ganas de un café, pidió un té, y agrego a eso una sopa de fideos con picante, lo mejor para quitar la resaca que llevaba encima – Atsushi, sobre anoche – inicio la conversación el azabache pero el albino sacudía su mano hacia su lengua por el picor de la comida