Woke Up In Japan.

章 1.

25 de enero de 2018.
           📍Tokio, Japón.

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Olivia.

Una toalla azul marino estaba sobre mis hombros, cubriendo gran parte de mi cuerpo, estaba sentada sobre un sofá individual con una taza de té verde en mis manos, mi cuerpo tiritaba ante el frió que sentía, la ropa mojada se pegaba a mi cuerpo. 

Los tres chicos abrazaban al morocho mientras revolvían su cabello y le gritaban feliz cumpleaños, yo solo reía mirando la escena.

—Feliz cumpleaños, por cierto.—dije una vez que mis ojos hicieron contacto con los de Calum, el me dedico una suave sonrisa.

—Oye, lo siento mucho por haberte mojado.—hablo el chico castaño que estaba sentado en el sofá de mi derecha.

—Ya van como cinco veces que pides perdón.—rodé mis ojos y tome un corto sorbo de mi té.

—Cambiando de tema ¿qué haces aquí? En Japón.—hablo Calum, que era el único que conocía de los cuatro chicos que me rodeaban.

—Vacaciones.—respondí rápidamente y una sonrisa forzada apareció en mis labios. 

Calum asintió con su cabeza y se levanto, tomando de mis manos la taza ya vacía. 

—Pero... si estas aquí de vacaciones ¿por que llevas ese delantal y plumero de uniforme?.—hablo el rubio de rizos mientras me inspeccionaba de arriba abajo. 

—Mis vacaciones son algo largas.

Me levante del sofá, dejando la toalla en este y me encamine a la puerta.

—Fue un gusto volver a verte Calum. Debo seguir con mi trabajo, de hecho era algo importante pero se ve que me equivoque de habitación por cosa del destino.—solté una risa abriendo una puerta de la habitación pero fui interrumpida por la voz del morocho. 

—Creo que no te has equivocado. 

—Debería ir a atender a personas importantes o al menos eso me dijeron.—fruncí mi ceño leyendo el papel que sacaba del bolsillo de mi delantal blanco, estaba escrito en grande el numero de la habitación, 283. Miraba el papel y a la vez el numero que marcaba la puerta en la habitación que me encontraba con los 4 chicos.

—¿Acaso nosotros no somos importantes?—el pelirosa quito sus lentes y me miro frunciendo el ceño de forma dramática.   

—Quiero decir... cuando me dijeron personas importantes me esperaba a Leonardo DiCaprio o algo por el estilo. 

—No somos Leonardo DiCaprio pero somos 5 Seconds Of Summer.

—¿5 qué?

—¿No sabes quienes somos?

Negué con mi cabeza lentamente y levante mis cejas.

—Al único que conozco es a Calum.—me encogí de hombros.

—¿Como conoces a Calum? Calum, ¿Quien es ella?—esta vez hablo el castaño bien peinado.

Calum rodó sus ojos y tomo una de mis manos, me jalo nuevamente hacia adentro de la habitación cerrando la puerta detrás de mi.   

—Ella es Olivia... Olivia Nilsen.

Toda la habitación de repente se quedo en silencio, lo único que se escucho fue como el rubio de rizos escupía el agua  que estaba bebiendo de una botella, mi expresión de confusión se podía notar a kilómetros. 

—¡¿Olivia Nilsen?!—pregunto con cierta alteración el rubio mientras limpiaba su boca.  

—La misma, ahora, ¿quienes son ellos, Calum? 

—Michael Clifford, Luke Hemmings y Ashton Irwin, ¿Los recuerdas verdad?

A medida que los nombres iban saliendo de su boca me quedaba sin aire, era imposible que después de tantos años se tratara de ellos. Habia reconocido a Calum porque hace unos 6 años atrás lo había visto por las calles de Sídney, era el mismo niño de siempre solo que siendo más maduro tanto físicamente como personalmente. 

La ultima vez que vi a estos chicos fue cuando aun era una cría victima de las burlas a las 12 o 13 años, han pasado mínimo 10 años sin verlos y eso es muchísimo tiempo, más viendo el ritmo de vida que llevo y todo lo que ha cambiado en todos estos años. 

—Imposible, díganme que esto es una pesadilla.—tire mi trasero sobre el sofá que estaba anteriormente, cubrí mi rostro con mis manos y separe dos de mis dedos así viendo los rostros de los chicos frente a mi. 

—¿Qué tiene de malo que los vuelvas a ver?—pregunto Calum.

—¡¿Que que tiene de malo?! Clifford, el jodido niño que hacia mi vida imposible en la preparatoria, Irwin era mayor que yo pero fue el primero en romper mi corazón con solo 11 años, Hemmings estaba jodidamente enamorado de mi y no me dejaba en paz un jodido segundo.— explique rápidamente moviendo mis manos como siempre acostumbraba a hacer cada vez que me ponía nerviosa. 

—Imposible olvidarme de ti.—los tres chicos dijeron al mismo tiempo como si fueran robots o algo así. 

Un escalofrió recorrió mi cuerpo y rápidamente me levante, salí de la habitación y a trotes me encamine a la mía, a la cual me adentre cerrando la puerta, me apoye en esta y solté un suspiro, golpeando mi cabeza repetidas veces contra la dura madera.