BLESSED [Klance]

Felices Fiestas I

Una lágrima se deslizó lentamente por la mejilla de Keith al escuchar aquello.

'Lo se'

¿Qué clase de contestación era aquella? Aunque Shiro entraba dentro suyo con fuerza, golpeándolo contra el cristal, era como si no sintiera nada. Lo único que notaba era un terrible dolor el en pecho. El resto de su cuerpo había quedado como una marioneta a merced de su dueño.

'Que acabe ya...' deseó para poder despegarse de Shiro. Su mente daba vueltas a la situación y cada conclusión era más dolorosa que la anterior. 'Que acabe ya ' volvió a suplicar.

¿Si lo sabía por qué dejaba que ocurriera aquello? ¿Por qué era tan distante y a la vez se lo llevaba allí? Las palabras de Lance llegaron a su mente 'Te usa'. ¿Tenía razón, lo hacía? ¿Acaso Shiro lo quería, aunque fuera un poco?

El orgasmo llegó a los labios de Shiro. Keith sintió como lo agarraba con fuerza de los muslos al correrse. Después, lo dejo caer lentamente para que apoyara los pies en el suelo.

Las piernas le temblaron al hacerlo. Había sido mucho rato en una posición forzada, y ya iban varios polvos aquel día. Su cadera le pedía una tregua para poder volver a la normalidad.

-¿No te has corrido?-dijo Shiro cogiendo una toalla.

-No. Pero esta bien.-dijo entre la oscuridad de la habitación.

-Voy a la ducha, limpiate y dormimos.-dijo el mayor entrando al baño.

Keith se quedó solo en la inmensidad de la habitación. Su corazón dolía. No sabía como iba a mirar ahora a Shiro. No entendía cómo después de aquella confesión que había realizado el mayor estaba tan tranquilo.

Se quitó el lubricante de las nalgas y los restos de semen con papel y buscó el calor de las mantas para protegerse de sus pensamientos. Quería huir lejos de allí. Todo estaba comenzando a perder el sentido en su cabeza. Lo peor de todo era que no quería dejar de ver a Shiro.

-¿Ya durmiendo?-susurró el mayor saliendo del baño tras su ducha. Keith se hizo el dormido para omitir la posible conversación que pudiera salir. Sintió como pasaba su brazo alrededor de su cuerpo para sujetarlo contra su pecho. Era tan doloroso y placentero al mismo tiempo...- Buenas noches Keith.

A la mañana siguiente salió temprano de la Suit para asistir a diferentes charlas y a la exposición de material quirúrgico antiguo que había en la planta baja. No tuvo que ver a Shiro en toda la mañana, fue un descanso agradable en cierto modo. Una pena no poder estar concentrado como quisiera en toda la docencia del congreso. No estaba con él, pero en su mente no paraba de aparecer. 

Ensayaba mentalmente diferentes discursos que podría soltarle pidiendo explicaciones a su respuesta la noche anterior; la mayoría con súplicas finales. Eso era lo más triste de todo, la finalidad de sus palabras era siempre intentar que Shiro lo quisiera de verdad. 

A la hora de comer voliveron a encontrarse.

-¿Podemos salir a comer por ahí?-sugirió Keith para verse con Shiro en un ambiente más relajado.

-Hay un buen menú en la cafetería del hotel, no comeremos mejor en otro sitio.

-Me gustaría ver algo fuera del hotel.-dijo Keith torciendo los labios.- Incluso... podríamos ver algo de la ciudad, ya que estamos aquí.

-Esto es trabajo para mí, no unas vacaciones. No tengo tiempo para eso.

-¿Y si para follarme cuando te da la gana?-Keith dejó salir su rabia contenida.

-Baja la voz.-dijo Shiro en un tono algo amenazante.

-¿Tanto miedo te da que se enteren tus amigos? Pensé que esta salida era para compensar el que fueras un gilipollas conmigo, pero en realidad sólo quieres lo mismo de siempre. -se separó de su lado.- ¿Tanto te cuesta estar más de una hora conmigo sin meterme la polla en algún sitio?