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¡Detengase un momento!
-Gritaba una gran parte de mi ser. -
Pudiera gritar hasta que mi garganta se quedara sin voz, pudieran saberlo sin oir de mi ni un solo sonido.

Otra noche caída y yo sin saber ni putas que pasaba con ese desorden mental ¿Alguna vez han sentido ese puñado de inquietud? ¿Ahora qué se supone que debería hacer? .

Debería al menos haberme atado un pequeño Manual.
Me encontraba otra vez durmiendo, cerrando mi mente a cualquier pensamiento que hiriera mi alma, cerraba los ojos para dejar de ver colores, detenía la respiración para sentir otro tipo de desesperación y al darme un aliento sentir la calma postiza que tanto anhelaba.

Las razones que necesitaba se encontraban ocultas, era como si la vida quisiera que la observara sin el más mínimo sentido, como si quisiera darme una pista.
Susurraré mis miedos tan bajito que nadie los podrá escuchar, le pediré al tiempo que me haga una atadura a él para no perderme de nada. Y seguiré corriendo, liberando todas mis inseguridades....

¡Vidaaaaaaaaaa! Voy por aquí ¿Puedes verme pasar?

Me estoy encadenando a las bonitas vistas que me regalas, las llevaré todas.

Llegará el grandioso día en el que pueda hallarme, mis pies estarán cansados y yo dejaré de correr en busca de un plan. Ahora no soy nada y sé que estoy bien, estoy bien, mañana aseguraré mi próximo sueño.

Mentes abiertasWhere stories live. Discover now