Free!, Haikyuu!! Y KNB One Shots

Matsuoka Rin (2/3)

Rin POV

Nunca me imaginé que la encontraría de esa manera, el viento soplaba suavemente, aún era temprano así que no hacía tanta calor, pero por dentro sentía que me estaba quedando, al ver su rostro sentí como mi corazón comenzaba a latir más rápido, pero luego me dije a mi mismo que solo era por que había estado corriendo. Sonreí al escucharla decir mi nombre, no la había visto en bastante tiempo y su voz me trajo muchos recuerdos.

— Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos, cómo has estado, senpai? — mi voz tembló mientras hablaba.

— Muy bien, gracias por preguntar, y  a tí qué tal te fue en Australia? — me preguntó con una sonrisa, se dió la vuelta y volvió a caminar, me puse a su lado y caminé en silencio mientras miraba hacia el mar.

Probablemente Haru ya le a contado todo, no tenía idea sobre que hablar, me estaba poniendo nervioso, me sorprendí cuando ella tomó mi mano y me arrastró hacia la playa, no pude evitar recordar el pasado, cada vez que ella me tomaba de la mano para llevarme a casa o a la escuela, sentía un cosquilleo en todo el cuerpo, recordé como solía quedarme en silencio mientras caminabamos tomados de la mano y yo observaba nuestras manos unidas. Lo estaba haciendo de nuevo, no podía dejar de mirar nuestras manos juntas, solo que esta vez sentí como una corriente eléctrica me recorría todo el cuerpo.

Cuando llegamos a la orilla, ella me soltó y se arrodilló en la arena, había un montón de caracolas sobre la arena, me puse a su altura y comencé a observarla, estaba anonadado, mi cerebro no estaba funcionando correctamente. Ella acomodó su cabello sobre uno de sus hombros, lo que me permitió ver parte de su cuello. No podía dejar de mirarla. Ví que movía sus labios, pero no podía escuchar nada, fuí subiendo lentamente hasta encontrarme con sus ojos. Tocó mi rostro con una de sus mano y volví a la realidad.

— Rin! Estás bien!? Estás todo colorado... —

— Eh? N-no pasa nada...solo, me hace calor...— dije tratando de sonar lo más normal posible.

Ella se rió, luego con una de sus manos despeinó un poco mi cabello. Seguramente mi cara estaba del mismo color de mi cabello, no iba a admitirlo en ese momento, pero me sentí totalmente indefenso con ella. Me sentía débil y mis piernas temblaban. No lograba entender lo que me estaba sucediendo, pero extrañamente me sentía bien.

— Déjame invitarte el desayuno, debes tener hambre — comenzó a caminar de vuelta — vas a quedarte a ahí o que? —

No pudimos hablar mucho, parece que ella se dió cuenta de que estaba nervioso y no me preguntó nada, estaba evitando preguntarme lo que me había sucedido en Australia, nos despedimos después de desayunar jutnos y luego la ví alejarse nuevamente hacia la playa.

Seijuro-senpai me regañó por estar distraído durante el entrenamiento, no pude dejar de pensar en Lina durante todo lo que quedaba del día, por la noche salí a buscarla, cuando llegué hasta el lugar donde estaba alojandose escuché la voz de Haru. Me acerqué a en silencio y los vi sentados sobre la arena.

— En serio puedes verlos? — le preguntó Haru.

— Que cosa? — respondió ella.

— Los hilos, Nagisa no deja de hablar sobre eso, de verdad puedes verlos? — estaba bastante confundido, pero sentí mucha curiosidad.

— Si...en realidad es algo que heredé de mi madre... —ella mantenía una mirada seria mientras hablaba, Haru la observaba en silencio esperando que terminara de hablar— pero tener que vivir viendo esos malditos hilos...—

— Los odias? — preguntó Haru mientras miraba a Lina con una expresión seria.

— Solo digo que es difícil, lo que menos quiero es terminar como mi madre o mi abuela, leer la suerte y encontrarle pareja a otras personas no es lo mío. — no entendía de que demonios estaban hablando.