Había llegado a ese extraño lugar por medio del agujero negro de miroku. Él no lo había hecho intencionalmente, su maldición se había vuelto muy poderosa y había causado que se rompiera el sello que la ataba y ella era la que había estado con el en ese momento, y la mas cercana a su maldición
Él la había salvado, katakuri, la había encontrado flotando en el oceano sobre una tabla, la agarro y la subió al pequeño barco que estaba usando, que tenía una apariencia extraña, casi parecía un pastel. Era alto, muy alto, y tenía una apariencia intimidante, pero después de vivir con demonios no le afectaba. Era muy silencioso y por alguna razón la mitad de su rostro estaba oculta
La había dejado en una pequeña isla con unos pocos habitantes. Le había agradecido enormemente por haberla ayudado, él solo la había visto fijamente y asintió a su agradecimiento
Cuando el se había ido, se sintió un poco triste pero tenía la esperanza que lo volvería a ver. Con algo de ayuda de los ciudadanos creo una pequeña cabaña cerca de las montañas, pero no tan lejos del mar, pero si algo lejos del pequeño pueblo
Así habían pasado al menos dos semanas cuando lo volvio a ver. Había corrido a el y le había dado un gran abrazo, que por alguna razón el solo dio un pequeño salto de sorpresa y tenso su cuerpo ante el abrazo. Al sentir su reacción se alejo avergonzada de él. Después de ese pequeño encuentro lo había invitado a su casa, el cual mas bien lo obligo a ir porque lo agarro de una de sus manos y comenzó a tirar de él, hasta que comenzó a seguirla
Así pasaron varios meses, él la visitaba una vez cada dos o tres semanas, y ella siempre lo esperaba. Casi no hablaba, pero ella le contaba casi de todo, estaba un poco preocupada al principio de que lo estuviera molestando, pero después de leer su aura sutilmente, se dio cuenta de que estaba relajado y prestaba atención a lo que decía. Ella realmente estaba feliz
Pero había un problema, cada vez que lo invitaba a comer o le daba comida, él la rechazaba ¿porque? No sabía, pero sabía que el tenía hambre, podía sentirlo ¿tal vez no quería mostar su rostro? Era una gran posiblidad, después de todo, siempre estaba cubriendo la mitad de su rostro
Eso, hasta que logro ver su rostro. Había sido un accidente. Una vez llego a notar que a él parecía que le gustaban los dulces, notaba como miraba los postres que ella hacía, cuando creía que no se daba cuenta. Así que esa vez por alguna razón el se había quedado a dormir, tal vez fue porque ella le insistió en quedarse, porque ya había anochecido y estaba preocupada. Así que después de mucho rogarle y hacer caras de perrito, él suspiro y asintió estando de acuerdo
Por la noche fue cuando escucho unos ruidos de la cocina y como era muy curiosa fue a revisar y lo vio sentado en la mesa comiendo alegremente los postres que ella había hecho esa misma mañana. ¿por eso ocultaba su rostro? ¿por su boca? Ella no veía nada malo, de hecho se veía guapo para ella. Así que se quedo junto a la puerta de la cocina y lo miro comer con una sonrisa, estaba contenta de que el haya estado tan cómodo con ella como para bajar su guardia
Así pasaron unos minutos, cuando él se dio cuenta de su presencia. Fue algo gracioso. Sus ojos se abrieron completamente y su boca de había quedado un poco abierta por la sorpresa y la mano que tenía un pastelillo se había quedado congelada a mitad de camino. Ella le dio una gran sonrisa y se acerco a él, miro la pequeña canasta con los postres casi terminados y lo miro una ves más
"¿quieres mas?, aun me quedan cosas para hacer unos cuantos postres más, ¡oh!, ¿quieres té?, así sabrán mejor
Sin esperar sus respuestas, se adentro a la cocina y comenzó a sacar todo para hacer postres y para comenzar el té. Él se quedo en silencio mientras la veía y poco a poco comenzó a relajarse ¿no estaba asustada de él? ¿no le causaba asco? Parecía que no, de hecho se veía muy feliz
"Tu.."
No pudo terminar de hablar cuando ella se volteo a verlo y se acerco a él
"Estaba preocupada!, pensé que no comias o que no te gustaba mi comida" puso una taza de té frente a el "no tienes que avergonzarte, puedes comer todo lo que quieras"
Con esas palabras se sentó frente a él con su propia taza de té y una gran sonrisa. En respuesta, él se relajo y comió con calma mientras la miraba
Después de un tiempo logro que él se quitara lo que le cubria la mitad del rostro, pero solo duraba algunos minutos y solo si estaba dentro de su casa. Incluso una vez se quedo dormido en su sofá, con el rostro al descubierto, y su curiosidad pudo mas que ella. Sin hacer ruido se acerco a él sigilosamente y toco su rostro con la yema de sus dedos. Cuando no se movió ni hizo ningún ruido cobro mas confianza y a hueco sus mejillas y con los pulgares acaricio sus pómulos. Incapaz de detenerse tambien acarició su cabello, haciendo que el soltara un suspiro y se relajara completamente hundiéndose mas en el sofá, haciendo que ella comenzara a reírse ante la acción
Sin que ella supiera, él había estado despierto desde el momento en que se había acercado a él, y debía decir que se encontraba bastante satisfecho al saber que ella estaba cómoda en su presencia, y mas al saber que su cara no le causaba repulsión
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