Prólogo

48.2K 1.4K 136
                                    

¿Cómo sería la vida sin el dinero?

Muchos dicen que el dinero mueve montañas, que con el dinero lo tienes todo. Sin embargo, hay algo que el dinero no compra y eso es el AMOR.
Podrías tener 10 mansiones en Dubái, pero si no tienes el amor de una madre no tienes nada.

Podrías tener una enorme casa en la playa, pero si vives solo, si ni siquiera tienes la compañía de alguien al que tengas una mínima cifra de cariño no tendrás nada.
Solo tendrás Soledad...

¿Al final de que sirve tener dinero si no tienes amor?

El que tiene a esa persona amada a su lado y lo apoya y abraza en los momentos más críticos de su vida lo tendrá todo. Se sentirá el hombre o mujer más poderosa de todo el mundo al sentir ese cariño, ese amor sincero.
Más el que tiene yates, mansiones, aviones privados, viajes al rededor del mundo, pero está solo en este mundo, su fortuna se verá sombría y se convertirá en avaro, solo por miedo a que le roben lo único que tiene... Y eso es el dinero...

El que tiene poco lo tiene todo más que lo tiene todo tiene poco.
Así de simples son las reglas del juego tan famoso que es llamado "Destino".

El dinero no es todo en la vida.

Es algo que tiene fin y el día que nuestras almas dejen nuestro cuerpo, no lo podremos llevaremos con
nosotros, se quedará y alguien más disfrutará de ese dinero que nosotros no pudimos gastar.

Mas el amor es algo que no tiene fin si es sincero, como el amor de una madre a su hijo, el de una pareja, el de una persona y su mascota.

Aunque este muera siempre los recordaremos con una sonrisa dibujada en el corazón.

- ¿Qué es? - pregunto Diego al médico que atendió a su esposa en el parto.
Estaba muy intrigado por saber si era un lindo varoncito o era una damita.

- Fue.... una niña señor Miller, felicidades - una amplia sonrisa se formó en la cara del doctor.

- Ya veo-

- ¿Acaso no se siente feliz? - el doctor noto la poca falta de interés en Diego y toco su hombro, ¿acaso le pasaba algo al hombre?, que padre no se emociona en el nacimiento de su hijo, aunque no fuera el primer embarazo todos son de suma alegría, ya que este indica la llegada de un nuevo ser en el hogar y nuestras vidas.

- Si claro, ¿Cuándo se podrá ir mi mujer? -

- En unas horas. Ya que el parto fue natural y sin complicaciones no veo por qué debe estar más tiempo es este lugar, puede retirarse y gozar de esa pequeña en casa- el doctor esperaba una respuesta positiva, pero este solo camino a la habitación donde estaba su esposa y su recién nacida.

En la habitación se podía ver a la mujer en la camilla arrullando a su hermosa bebé, en sus ojos reflejaba cansancio como el de cualquier madre luego de un arduo trabajo de parto.

Diego entro y sin poder ocultar su frustración ante la recién nacida.

- ¿Cómo te sientes Amanda?

- Feliz, mira Diego es hermosa- una hermosa sonrisa de felicidad se reflejaba en esos párpados y esos ojos que solo imploraban descanso.

- Tú eres mucho más hermosa cariño, dale la bebé a la sirvienta, debes descansar. -

- ¿Acaso no la quieres cargar? Vamos Diego es tu hija, nuestra hija.

- Hija, es la tercera niña Amanda, sabes que yo quiero un varón y nadie cambiara mi opinión. - Muy enojado se retiró de la habitación dejando solas a aquellas dos mujeres, una dormía plácidamente y la otra muerta de cansancio y solo imploraba dormir uno minutos.

Amanda solo suspiro al echo que ella no podía darle el hijo que Diego tanto anhelaba, sin embargo, Diego nunca la culpo a ella, ya que sabía que la semilla la da el hombre y no la mujer.

Amanda no tenía culpa, pero aun así ella se sentía culpable de no ser capaz de hacer feliz a su esposo.

Las tres niñas fueron creciendo con el amor que en una familia se da, Diego ocultaba ante el público el odio que tenía dentro, más aprovechaba cada mínimo error que cometían sus hijas para reprocharles que fuese mejor que fueran hombres y no mujeres.

Al paso de los años, Amanda aun podía procrear hijos, pero su salud ya no se lo permitía, así que Diego dejo de buscar al hijo varón que tanto anhelaba y se conformó con las 3 hijas que le había regalado Dios.

Renata era la mayor con 21 años, una chica de cabello castaño como su madre y ojos grises, era una copia exacta de Amanda, sus gestos, sus modales, su forma de ser, todo era como su madre.

La mediana era Diana de 19 años, ella era cabello castaño claro y grandes ojos grises.
A los 5 años gano el maratón de futbol del preescolar, dando inicio así a su amor por los deportes, había ganado innumerables medallas de oro y trofeos en distintos deportes desde carreras hasta tiro al blanco, natación y bádminton, pero su forma de ser era impulsiva, era la hija más loca, no tenía vergüenza a nada, ni a hacer el ridículo ante todos, esto había echo que su padre la cuestionara aún más por su forma tan salvaje y su falta de modales.

Madison era la menor que estaba próxima a cumplir 18 años, era la única hija que había heredado el cabello rubio y los ojos azules de su padre, ella era excelente con las matemáticas, Ciencia, y biología o cual le daba interés por ser una bióloga famosa, según su padre era algo nulo, ninguna mujer podía llegar hacer cosa. Madison era una chica con buenos modales, pero era mal vista por sus padres porque según el "aspiraba a mucho".

La familia Miller era una de las mejores familia que existía en Holanda, Diego al haber heredado una gran riqueza era un hombre poderoso pero al unir su riqueza con la riqueza de su esposa Amanda , era aún más poderoso, por esa razón el soñaba con tener un hijo varón y unirlo en matrimonio con alguna dama de alta sociedad que le trajera beneficio a su empresa, pero al solo tener hijas se ve condenado a perderlo todo cuando sus hijas se casen y que sus esposos dominen lo que una vez le perteneció.

Matrimonio Por Contrato  (Primera Parte)Where stories live. Discover now