Capítulo 52

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Mi vida ha ido de lo mejor. El asunto entrevista fue atendido y luego de comunicarle al jefe mi condición, el alegre sonrió felicitándome diciendo que no me preocupara, que el puesto estará allí hasta que se de a luz y ya pueda volver con mi vida normal de nuevo.
En cierta manera me entristece porque no puedo ejercer mi profesión ahora, pero al menos tengo la oportunidad y no me la quitaron como creía que pasaría.
William y yo estamos en el mejor momento, el a pesar de estar trabajando siempre que puede llama a la casa para preguntar como estoy y me trata con total delicadeza. Mi pequeño Andrés también está muy alegre porque tendrá un hermanito. Al comienzo fue difícil explicarle como es que hay un bebé dentro de mí, pero como el es un niño muy inteligente, supo comprender.

Ahora tengo cinco meses de embarazo y hace unos días me hice la ecografía, tomada de la mano de William y donde alegremente nos dijeron que tendríamos un bello y hermoso niño.
Hemos estado buscando que nombre ponerle al pequeño y no damos con uno que nos guste a ambos, asique por ahora es mini Koeman y lo cómico fue que William se enojó porque dice que ese es el nombre de su subconsciente y que no lo puede llevar su bebé, pero así somos de "interesantes".
Henry y Andrea están saliendo y aunque no son novios oficiales, ellos parecen serlo ya que se notan muy enamorados. Henry como siempre es un idiota diciéndole cosas como que quisiera verla cocinándole desnuda y Andrea le tira lo que tenga mas cercano ¿pueden creerlo? Imagínense que tuviera un ladrillo a su alcance...
El padre de Andrés ya se casó y se fue a vivir a otra ciudad, pero llama a su hijo y lo viene a visitar algunas veces. Su madre Alexa está peor. Dicen que tuvo unos serios problemas con los psicóticos y golpeó a su novio nuevo y este le respondió y con todo un escándalo el, la acusó de loca y ahora ella tiene que tomar tratamientos psicológicos y por lo tanto odia todo a su alrededor, incluso a su hijo, ya que nisiquiera en su cumpleaños le llamó.

Estoy sentada en una banca de un parque de diversiones comiendo palomitas con algodón de azúcar (sí, embarro la palomita en el algodón) mientras veo a mis dos hombres en el gusanito gritando como locos. Sonrio y no puedo creer que William sea un policía tan serio, pero cuando está en casa se vuelve el tipo mas dulce del mundo.
Luego de que ellos se montaran en varios juegos más, en los que no puedo participar al estar embarazada, se acercan a mí

—¡Hoa mami! —grita mi pequeño Andrés con emoción y comienza a contar su experiencia sin darme chance a responder mas que sonreírle —¡me shubi a muchos juegos! Y papi William gitaba tu nombe pidiendo ayuda, debiste il ¡estuvo muy divertido! —me cuenta con emoción mostrándome sus bellos y relucientes dientes

—ehh campeón, yo no pedí ayuda, jamás. Soy todo un policía machazo ¿no ves? —dice William en tono burlón haciendo un gesto de hombre corpulento y serio y yo no puedo evitar reír

—¡lo hiciste! No digas mentiras papi, eshas son malas —le reprendre Andrés y William hace un gesto de arrepentimiento muy gracioso

—así es pequeño, no le sigas el ejemplo a esa gallina —digo en tono burlón y William hace un gesto de ofendido

—¿Yo una gallina? La gallina fuiste tu anoche temiéndole a una simple arañita —dice sacándome la lengua infantilmente

—¡Era horrible y peluda! —digo horrorizada ante el recuerdo

—bueno, peluda está la otra cosa y a esa si no le sales huyendo —dice en tono burlón y yo abro mis ojos como platos sintiendo mi cara arder

—¡Eres un idiota! —le grito y Andrés nos mira curiosamente de lado

—ya vale, siempre tu con eso, recuerda que las malas palabras no delante de los niños —dice reprendiendome y yo lo miro de lado como lo hace Andrés

Todo por amor... [Terminada]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora