Killian: Déjame calmarla su majestad (le dice mientras besa su cuello y baja lentamente hasta su clavícula) Déjame enseñarte como un marinero puede hacerte olvidar el dolor que sientes (su hábil lengua le provoca escalofríos)
Regina comienza a desabrochar la camisa de Rogers, pasa sus frías manos por el borde inferior de ella y las introduce despacio por debajo. El al notarlas temblorosa abre los últimos botones y la tira al suelo.
Comienza a acariciar su pelo. Sus manos fluyen por sus curvas como esculpiendola de nuevo, sin apretar demasido deja besos y lametones por lo que el cuello y el escote dejaban a la vista, sin entrar en sus zonas personales. Pese a que su camiseta de tiras le diese una buena visión de sus pechos Rogers siempre es caballeroso con ella, jamás la trataría como a una cualquiera. Se había vuelto grandes amigos desde que vivían en Hyperion Hights, y tras algunas noches de charlas juntos para aliviar la soledad, un día con algunas copas, los besos fluyeron y llegaron a la cama. No sabían ya cuántas veces había ocurrido pero ambos lo disfrutaban.
Regina: Ommg... Rogers..ahh (los pequeños gemidos que salían de su boca le hacían sentirse aun más excitado, él sabía que ella no podía evitarlo)
Con Regina sentada a su lado se tiro encima suya, calmando el beso y haciendole cosquillas
R: No! Basta! O te juro que tendré que hacer uso de ese bate!!
K: Venga, venga...se que te encantan los mimos (le besa la frente) quiero mimarte (y los labios)
R: Eres un buen hombre Rogers..tú hija estaría orgullosa de ti (besa su frente y se levanta)
Roni abrió el bar, y Killian se fue a la comisaría
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