Es más oscuro antes del Amanecer

Catorce

Al día siguiente, Juugo estaba postrado en la cama con una fiebre de 104 grados. Constantemente se desvanecía dentro y fuera de la conciencia y apenas podía mantener algo en su garganta. Sakura se pasó una mano por su húmedo cabello.

"Regresaré a la farmacia para ver qué más puedo obtener para ayudarte. ¿Hay algo que quieras que reciba mientras estoy fuera?" ella preguntó. Se las arregló para negar con la cabeza y le ofreció una pequeña sonrisa antes de volver a dormir. Sakura colocó la manta de Juugo más fuerte alrededor de él antes de meterse unas pastillas en la boca y salir a la ciudad.

A diferencia de la noche anterior, las calles tenían mucha gente, todos civiles. Se dirigió a la farmacia y se acercó al mostrador.

"Buenos días, Rin-san."

"¡Sakura-san! ¡Buenos días! ¿Cómo está tu amigo?" preguntó Rin.

"No muy bien." Sakura suspiró, "Ahora tiene fiebre. ¿Tiene algún remedio para eso?"

Rin asintió e hizo un gesto a Sakura para que la siguiera detrás. Ella la siguió con cautela y se encontró con el suministro más extenso de hierbas y productos químicos que jamás había visto. Una mesa de acero estaba en medio de la sala de almacén y estaba cubierta con varias herramientas y rollos.

"Me tomará unos treinta minutos lograrlo. Pensé que sería aburrido para ti esperar allí solo, así que te traje". Dijo Rin. Se dio la vuelta para agarrar algunos de los artículos en los estantes superiores. "Entonces, ¿de dónde eres, Sakura-san?"

Sakura levantó los ojos para mirar la espalda de la mujer.

"Konoha".

Vio a Rin tensarse ligeramente.

"¿En serio? He oído que es un lugar muy bonito. Muy verde y tiene numerosas hierbas medicinales en el pueblo. ¿Eres un shinobi?" La mujer cuestionó.

"Hai. Hace poco me convertí en chuunin. Después de eso, fui a Hokage-sama, pedí un permiso para ausentarme como shinobi de Konoha para entrenarme, y él me dejó ir. Mi hitai-ate está con él y mis compañeros de equipo están entrenando con shinobi fuerte. Mi genin sensei está en una misión de dos años, aunque estoy un poco preocupado por él".

Múltiples preguntas corrieron por la cabeza de Rin cuando ella colocó sus ingredientes en la mesa de acero y comenzó a trabajar. ¿Un permiso de ausencia? ¿Eso no la convirtió en una traidora? No, no podía porque ella tenía el permiso del Hokage, ¿verdad? Entonces, ¿por qué renunció a su hitai-ate? Rin se conformó con algo más suave.

"¿Te preocupa tu genin sensei? ¿Por qué?"

Sakura se sentó en un taburete en el lado opuesto del mostrador y apoyó la cabeza en la palma de su mano.

"Es solo que todos los días, él va a la Piedra Memorial que tenemos en el pueblo. Pasa la mayor parte de su tiempo libre allí porque los nombres de su compañero de equipo están grabados en la piedra. Me contó historias y cómo se culpa a sí mismo por sus muertes. Yo no pienses que es su culpa, pero nada cambiará su opinión al respecto". Explicó la niña. El resto del tiempo que Rin pasó haciendo el remedio se pasó en un silencio fácil. Una vez que terminó, caminaron de regreso a la caja registradora y configuraron todo.

"Gracias por todo, Rin-san". Sakura dijo. Se dio la vuelta para salir de la tienda con la medicina en la mano.

"Sakura-san, si puedo preguntar... ¿cuál es el nombre de tu sensei?"

Sakura miró por encima de su hombro, una mirada de complicidad en sus ojos.

"Kakashi Hatake. Y sabes, Rin-san, realmente extraña a sus compañeros de equipo".