El 911 es un número telefónico usado para emergencias. Muchos de ustedes habrán escuchado llamadas que son terroríficas, extrañas, etc. Pero hay una entre ellas de la cual te advierto, y por la cual no volverás a ver con los mismos ojos al 911.
Este caso ocurrió un mes de junio del año 2011 en Estados Unidos (no se sabe en qué estado exactamente). Esa noche, una operadora recibe una llamada de un niño asustado diciendo que hay una persona parada en su patio y que lo está mirando fijamente.
Operadora: 911. ¿Cuál es su emergencia?
Niño: Hola (con miedo) vengan a mi casa, por favor.
La operadora, al darse cuenta de que se trata de un niño, le hace la segunda pregunta obligatoria:
Operadora: ¿Cuál es tu dirección?
El niño llora.
Operadora: ¿Qué es lo que está pasando?
Niño: (calmándose un poco) Hay un hombre parado en mi casa, tiene una de esas cosas que se llevan en la cabeza.
Operadora: ¿Una capucha?
Niño: Sí, estuvo ahí durante 2 horas (se escucha que se cae el teléfono, hay un poco de silencio) está golpeando la puerta de atrás.
Operadora: Cálmate y descríbemelo.
Niño: Tiene una capucha gris, cabello negro largo y unos... (interferencia) ojos rojos.
Operadora: Dime tu dirección.
Niño: ... (interferencia).
Operadora: Ve y escóndete (se escuchan los rápidos pasos del niño por algunos minutos y luego cómo se abre una puerta).
Niño: Ya lo hice... (interferencia, se escuchan unos pasos secos a lo lejos, el niño llora en silencio; los pasos se detienen muy cerca. Una puerta se abre y la voz ahogada del niño se pierde en la línea. Tras unos minutos eternos, se escucha una voz muy baja diciendo: "¿Dónde estás? ¿Dónde estás? ¿Dónde estás?". Interferencia. Se cuelga la llamada).
Al llegar al lugar del hecho, se encontró el cuerpo descuartizado del niño. Nunca se supo más del hombre descrito por el niño.
Caso jamás resuelto.
