6 de septimbre (Amaia)

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Querido diario:
Tengo sueño, necesito dormir pero si cabeza solo piensa en el, Alfred, joder porque abre sido tan gilipollas con lo fácil que hiciera sido lanzarme esta mañana y ahora estaríamos mas felices que nunca. Paso una hora y solo daba vueltas y vueltas por la calma hasta que un ruido me saco de mis pensamientos lo cojo y vi que era Aitana, que quería a estas horas...
- Hola Aitana- dije cogiéndolo.
- Amaia, ven rápido a la comisaría
Me asuste, a la comisura para que y a estas horas de la noche, y si le había pasado algo a Alfred.
- ¿Pero, porque?
- No te lo puedo decir hasta que no vengas, corre porfavor.
No dije mas colgué y me vestí corriendo, baje a toda prisa me iba a poner el abrigo cuando mi hermano llamo mi atención.
- Amaia, joder que susto me has dado, pensaba que nos iban a robar.
- Javi vámonos a la comisaría ya no hay tiempo.
- ¿A la comisaría porque?
- En el coche te lo explico.
Estaba muy agobiada, como le haya pasado algo por mi culpa no me lo voy a perdonar nunca. Al segundo noté como las lágrimas ya corrían por mi rostro mientras me metía al coche, mi hermano me miró preguntándome que me pasa y decidí contarle todo.
- Javi, le gusta y él me gusta pero me acobarde y cuando me lo confesó no le dije nada, él se fue roto y creo que ha hecho alguna locura.
- Pequeña no te preocupes, seguro que lo arregláis rápido.
- Javi es que no es eso, Alfred es lo más importante de mi vida, a la persona que más quiero en este mundo y no quiero que le pase nada por mi culpa nunca me lo perdonaría.
Mi hermano paro el coche delante de la comisaría, nos bajamos y me dio un abrazo, me reconfortó bastante y necesitaba el abrazo más que otra cosa en estos momentos. Fuimos hacia dentro y note como mi corazón comenzó a latir muy rápido, me estaba poniendo nerviosa, necesitaba que estuviera bien si no yo sería la culpable de todo. Entramos dentro y me encontré con Aitana, corrí hasta ella y nos abrazamos muy fuerte. Estuvimos 3 minutos abrazadas hasta que me calme un poco y nos separamos.
- Aitana, ¿que ha pasado?
- Será mejor que te lo cuente el, yo no te lo puedo contar.
- ¿Y donde está?- dije asustada.
- Un Segundo.
Aitana llamó a un policía y le dijo que quería ver a Alfred, me guió hasta donde estaba el.
Durante todo el camino estaba nerviosa, necesitaba verle y decirle todo lo que siento y ya no aguantarlo más dentro de mí pero para mí sorpresa cuando llegamos Alfred estaba cantando:
No me salen las palabras, para expresarte que te quiero
No sé cómo explicarte, que me haces sentir
Como si fuera verano y el invierno no existiera
Como si se para todo
Y con esa sonrisa, que cambia la vida
Miraste hacia aquí, y ya no puedo contemplar
Que tú no seas la que me ama
Y como mirarte, a esos ojos que me dejan en enero
Cuando se que no son míos y me muero
El destino no nos quiere ver pasar
Ohh, y como decirte, que no quiero que este amor sea pasajero
Que de pronto se dé un día y yo te espero
El destino no nos tiene que importar
No sé cómo ser yo mismo si no estás al lado mío
Se harán largos estos meses, si no estás junto a mí
Y con esa sonrisa, que nunca se olvida
Llegaste y te vi, y ya no puedo soportar que tú no seas la que me ama
Y como mirarte a esos ojos que me dejan en enero
Cuando se que no son míos y me muero
El destino no nos quiere ver pasar
Ohh, y como decirte, que no quiero que este amor sea pasajero
Que de pronto se dé un día y yo te espero
El destino no nos tiene que importar
Y como olvidarte si la vida me enseño quien va primero
No me importa la distancia, yo te quiero
Y al final se que a mi lado vas a estar
Voy a esperarte, cuando se ama de verdad no existe el tiempo
Y te juro que no es el final del cuento
El destino no nos puedo separar
Las lágrimas empezaron a salir de su cara
Como mirarte
Entre corriendo a abrazarle, el no me respondía y me preocupe, me separé y le vi llorando a mas no poder, mi pequeño. Le empece a acariciar la cara, delirantemente cada rasgo de su cara empezando por sus ricitos, bajando hasta su frente y pase por sus ojos quitándome poco a poco las lágrimas.
- No llores pequeño, estoy aquí contigo
Él me dedicó una sonrisa y pude ver sus pálidas separadas, que cosa tan mona, joder si es que me gusta demasiado. Lo tenía que hacer así que baje mi mano hasta sus labios, se los acaricie mientras me iba acercando poco a poco. Estamos juntos, muy pegados y no iba a despreciar el momento, me acerqué hasta juntar sus labios con los míos, el me correspondió al segundo, nos fundimos en un tierno beso, fue corto pero lo suficiente como para decirnos todo.
- Te quiero, mucho- me dijo separándose- llevo mucho tiempo aguantándome, me lo imagina bien pero ha sido genial.
Y se volvió a lanzar a mis labios esta vez de una forma feroz, nuestras lenguas bailaban en un baile eterno, bailaban juntas. Nos separamos por falta de aire y me empece a reír, no sé porque me dio.
- ¿De que te ríes?, jolines si es que sabia que no te iba a gustar- dijo triste
- Pero tú eres tonto como no va a gustar, el chico del que llevo enamorada de toda la vida me ha besado, escúchame Alfred- el me miro a la cara y me hizo una señal para que siguiera- De pequeña siempre soñé con tener un chico como tú en mi vida, que fuera guapo, que fuera una persona con un corazón enorme y que me cuidara y tú haces todo eso aparte de que besas de miedo, y no te quiero, te amo, no me gustas, estoy enamorada de ti, pero un poco mucho, muchísimo tanto que no te puedo sacar nunca de mi cabeza y siempre has sido tu, siempre serás tu y una ultima cosa no quiero que vuelvas a infravalorarte porque eres la mejor persona que he conocido en mi vida, sin casi conocerme te peleaste por mí y se que puedes matar a alguien si hace falta por mí o dar tu vida y esas cosas son las que me hicieron enamorarme.
- Pero Amaia, porque eres tan bonita si es que como no te voy a querer, eres lo mejor de mi vida.- dijo con lágrimas en los ojos
- Hay Alfred pero no llores que si no lloro ya también.
- Es que eres tan increíble, oye y siento todo esto pero siempre recordaré este momento.
Le abracé, me aferré a él y él me empezó a cantar la canción que había compuesto para mi, porque si era el, ya lo sabía pero disimulaba como que no lo sabia, la letra era preciosa me llegó al corazón y ahora la que estaba llorando era yo.
- No quería que lloraras- me paso sus manos delicadamente por mis mejillas quitándome las lágrimas.
- Te quiero- dije antes de darle un beso tierno que acabo siendo una guerra de lengua.
- Amaia, como no pares no voy a ser consciente de lo que hago.
Mire hacia abajo y vi un bulto bastante notable, me empece a reír.
- ¿Tanto te pongo?
- No tienes ni idea.
- Pues mejor vamos a hablar de porque estás aquí, me lo vas a contar todo vale, estoy aquí contigo y no me pienso separar.
- Esta te parece un jilipollez pero cuando te dije que estaba enamorado de ti me entró miedo y me fui corriendo a la ciudad, exactamente a un zona de bares y una cosa llego a la otra y me emborraché pensaba que así podría olvidarte y que todo sería mucho más fácil pero no me equivoque, ahora estoy aquí y te estoy haciendo daño y yo no quería que eso sucediera.
Me acerqué y le dejé un beso en la mejilla.
- Esto es culpa mía por no habértelo dicho antes, lo siento tanto Alfred
- Ahora estamos aquí juntos, siempre pequeña
- Siempre
Después de este momento tan especial nos sentamos, el apoyado en la pared y yo entre sus piernas. Me empezó a acariciar el pelo, la cabeza y cada pare de mí cara delicadamente, estaba tan a gusto ahí que no me quería mover por nada del mundo y así nos pasamos 30 min sin decirnos nada, él cantándome al oído y yo pensando en la suerte que he tenido de haberle conocido y tenerle a mi lado.
- Siento interrumpir chicos, pero Amaia nos tenemos que ir ya- interrumpió Aitana.
- Ahora voy, adiós Alfred, te echare de menos.
- Y yo pequeña.
Nos fundimos en un abrazo de varios minutos que fue interrumpido esta vez por mi hermano, que le dijo a Aitana que quería hablar con ella y se fueron dejándonos solos.
- Te quiero- me susurró antes de juntar sus labios con los míos para empezar una guerra de lengua que disfrute muchísimo.
- Joder Alfred- dije separándome para coger aire.
- ¿No te ha gustado? Porque a mí me ha encantado, besas que te cagas- Esta último lo dijo en un tono más bajo para que no nos escuchara nadie.
- No, no me ha gustado- se puso un poco triste y yo le abracé- me ha encantado y tu si que besas genial.
No sé porque me puse sentimental y después de un rato hablando y llorando los dos llego la hora de despedirnos le di un beso tierno, corto pero que decía "te voy a echar de menos" y justo en ese momento apareció Aitana que se puso a gritar como una loca.
Nos despedimos y me fui, echa un mar de lágrimas y sobre todo después de lo que ha pasado, nos habíamos dicho todo, había abierto por primera vez en mi vida el corazón a una persona y espero no arrepentirme de ello.
- Se que estás triste pero mañana me tienes que contar todo.
- Mañana te cuento todo, pero todo prometido.
Nos fuimos con mi hermano que al verme así llorando como si no hubiera un mañana vino a abrazarme.
- Tranquila pequeña, él va a estar bien sólo son 10 días.
Hay yo eso no lo sabia, 10 días sin el, sin sus abrazos, sin sus caricias, sin sus besos, sin nuestros piques, sin su mano, sin sus canciones, sin su música, sin el y yo ahora que iba a hacer, le necesita a el, a él como es, el chico raro que me enamoro desde el primer momento que lo vi, que todas las chicas van detrás de él por que es guapísimo pero no por como es y yo si, soy una más enamorada perdida el.
- Le voy a echar de menos, mucho le quiero demasiado.
- Eso ya lo sé pequeña, pero tienes que ser fuerte y aguantar estoy seguro que cuando salga volveréis a estar como antes.
- No como antes, no- dije sonriendo un poco recordando el beso, ojalá volver a él y estar en sus labios siempre.
- ¿Y esa sonrisa? Estabas triste y ahora estás contenta.
- Es muy tarde y quiero dormir, mañana os cuento a los dos.
No volvimos a hablar durante todo el camino, nos fuimos los tres a casa, Aitana se vino con nosotros porque si no estaría sola y tenía miedo a dormir a sola.
Me fui a dormir sin decir nada, estaba triste y feliz a la vez, triste porque no lo veré en 10 días y ahora estoy seguro que estoy enamorada de él y no puedo estar sin él y feliz por todo lo que ha pasado por que por fin puedo estar con él como siempre he querido. Me dormí pensando en todo y soñé con algo, me acuerdo perfectamente del sueño que tuvo fue un poco raro, bonito pero raro.
Estaba yo con mi hermano, éramos pequeños los dos y jugábamos en el parque, estamos los dos solos hasta que vino un chico, guapo con unos ricitos que le hacían muy mono y me quedé embonada mirándole.
- Amaia- llamo la atención mi hermano- Este es Alfred, mi amigo.
- Hola Amaia- me saludo aquel niño- ¿a que estáis jugando?
Y nos pasamos toda la tarde jugando los tres juntos, yo me hice muy amiga de Alfred, yo siempre había sido la chica rara todos se metían conmigo por eso estaba con mi hermano pero Alfred era como yo, teníamos los mismos gustos y éramos dos enanos. Al día siguiente salí a jugar con Alfred , él y yo solos.
-Oye Amaia, ¿quieres jugar a que somos cantantes?
- Claro, que si
- Empezamos a jugar en el parque los niños nos miraban mal pero a mí ya eso me daba, tenia a mi rarito.
- Que pasa enana- me dijo un niño que siempre se metía conmigo.
- Déjame en paz
- No, eres una enana de mierda
- No te metes con ella, Ricky
- Y que vas a hacer tú defender a tu novia.
Ricky vino hacia mi, me iba a pegar tenía miedo pero no pasó nada cuando me quise dar cuando Alfred estaba en el suelo y Ricky se había ido, me había salvado la vida.
- Alfred, ¿estas bien?
- Si, no me ha hecho nada
- Gracias, te quiero Alfred- fui a abrazarle y me di cuenta de que tenía sangre y fui corriendo a hablar con mi madre que estaba hablando con la de Alfred
- Mama, mamá, mamá- dije llorando.
- ¿Que te pasa pequeña?
- Alfred tiene sangre, le han pegado por defenderme.
- Vamos a ver cómo está
Fuimos a donde estaba Alfred y estaba sangrando así que si madre le cogió y fuimos a nuestra casa, que estaba más cerca que la suya, a curarle. Entramos y las madres se fueron al baño, yo me quedé hay con Alfred, llorando por pensar que lo iba a peder (tiene 3 años no entiende nada).
- No llores pequeña, estoy bien sólo es una herida.
- Alfred, me has defendido nunca nadie lo había hecho, te quiero.
- Y yo pequeña mucho
Justo en ese momento vinieron las madres con unos botes que no sabía lo que eran, le empezaron a poner un líquido en las heridas y él se quejaba porque dolía y yo solo podía pensar en que debería ser yo la que estaba ahí y no él me ponía mas triste y lloraba mas y mas. Cuando acabaron de curarle se acercó mi madre a ver que me pasaba.
- Amaia pequeña ¿que te pasa?
- Es mi culpa no debería de estar ahí Alfred si no yo.
- No digas eso pequeñaja, lo he hecho porque te quiero y no te quiero ver sufrir- interrumpió Alfred.
- Alfred...
No me dejo acabar la frase porque me puso un de do en la boca y me abrazo.
Me desperté, me desperté en el mejor momento ahí me di cuenta de que Alfred es mi protector y siempre va a estar para cuando me pasa algo, pero si él no puedo estar ¿me pasará algo?
Me levante y baje a desayunar, estaba triste no le vería el 10 días pero tenía que ser fuerte por el. Fui a la cocina y estaban mi hermano y Aitana hablando mientras desayunaban.
- Buenos días dormilona- me dijo Aitana dándome un abrazo- date prisa que vamos a llegar tarde.
- Buenos días, ahora desayuno rápido y me visto.
- No te vas a librar, aun hay tiempo cuenta que paso ayer- me interrumpió mi hermano.
- Vale ahora voy.
Me senté y me puse a desayunar mientras pensaba en cómo iba a contarles todo.
- Pues cuando llegue Alfred estaba cantando una canción de una persona que está enamorado pero no es correspondido o que si lo es pero hay muchas dificultades como la distancia, yo fui hacia el y estaba llorando así que le calme y ahí pues le bese, nos besamos- me puse a recordar ese momento y inconscientemente me lamí los labios, aun sabían a él- después hablamos le dije todo lo que sentía y bueno me contó por que estaba ahí metido, nos besamos un par de veces más, me canto una canción que compuso para mi y estuvimos los dos solos son decir nada solamente sintiéndonos a nosotros, solos y después vino Aitana nos volvimos a besar, nos vio y por eso cuando nos viste yo estaba mas rojo que un tomate y Aitana se estaba riendo.
- Eso explica mucha cosas pero un Segundo que ¡os habéis besado! Dios por fin  mira que tardáis eh.
- Eso mismo dijo yo, oí lamentarse a mi hermano de cuánto le gustabas todos los días y que sólo erais mejor amigo que no se tenía que hacer esperanzas.
- Esperad que no he acabado de contarnos, mirad qué impacientes. Ayer Alfred estaba raro y pasaba de mi todo el tiempo y fue porque tenía envidia de un chico que pensaba que me gustaba y me soltó todo, me dijo todo lo que él sentía por mí y si yo le hubiera besado en ese mismo momento o cuando en casa me dijo que estaba enamorado de mi, él no estaría ahí estaría aquí con nosotros, esto es mi culpa.
- Hay no pequeña no pienses eso, esto no es culpa de nadie y menos tuya son cosas que pasan y ya verás como dentro de poco ya volverá a estar aquí con nosotros y volveréis a estar juntos- me dijo mi hermano intentando tranquilizarme.
Hasta ese mismo momento no me había dado cuenta de nada, ósea si él no estaba y le iba a hachar de menos pero si él no estaba ¿quien me iba a proteger de las chicas y de Ricky? Me entró miedo, bastante miedo pero intente ser fuerte por el aunque por dentro estuviera destroza y asustada.
- Gracias Javi, espero que estos días se pasen...- No pude acabar la frase por que una persona, exactamente una chica me interrumpió.
- Dios venga Amaia que quedan 10 minutos para empezar el insti que vamos a llegar tarde.
No dije nada y subimos las dos corriendo a cambiarnos, me cambie lo más rápida que pude aunque tarde lo mío porque soy yo no hay otra explicación, baje corriendo y Aitana ya estaba ahí preparada, nos despedimos de mi hermano y salimos rápido de casa. Íbamos un poco rápido pero no llegábamos a correr porque yo estaba cansada y no me daba la vida.
- Oye Amaia, una pregunta- dirigí mi mirada hacia ella- ¿luego te vienes en el patio conmigo, solo estará Ago te lo prometo?
Yo la sonreí y asentí con la cabeza, no iba a ser lo mismo peor al menos iba a estar con 2 personas que me caían bien.
Entramos al colegio y fuimos a clase, no había nadie en los pasillos lo que significa que llegamos tarde y si llegamos 5 minutos tarde pero para nuestra suerte la profesora no estaba.
Las 2 primeras clases se me pasaron bastante aburridas, no atendí nada y esta vez no era por Alfred, bueno si pero no la cosa es que le he estado escribiendo una carta para darle las gracias por todo. Cuando se acabo la segunda hora me puse a hablar con Aitana y Agoney de diferentes temas cuando de repente vi a
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Aquí tenéis una parte del 6 capítulo, lo voy a dividir porque me ha quedar muy lago y no quiero espero que os guste💛

Junto a ti|AlmaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora