✖ Chantajear ✖

2K 154 76
                                    

El mayor se arreglaba un poco el cabello mirando el espejo, cuando fue interrumpido por el rubio que entró bostezando al baño para abrazar al contrario por la espalda, aún algo afectado por lo de la noche anterior, realmente no quería caer en una relación donde él era la víctima.

—¿Dónde iras, Keda?—
Preguntó el joven estirando su cuerpo, era curioso el ver a su pareja tan temprano, en especial un día libre como aquel domingo.

—Ah, ¿No recuerdas? Paola y Frog nos habían invitado a la fiesta de su compromiso, así que pensé en ir a comprarles un regalo.—
Respondió desinteresado, mirando los botones de su camisa, la cual lentamente iba abotonando.

—¿Con cual dinero? Apenas tenemos…—
Intentaba no enojarse, pues sabía lo mucho que podría hacerle daño, y Kedamono no merecía más daños, el híbrido era un angel, él un asco de persona.
Empezó a amarrar su cabello en dos coletas esperando su respuesta.

—¿Y esperas que llegué sin nada? Que pensarían de mí... Ejem, nosotros.—
Le reclamó, dejando ver su enojo perfectamente por la falta de su mascara, notando la rabia en sus ojos carmín del mayor.
—Deja de decir tonterías Popee.—
Le regañaba como si fuera su mascota, y en cierta parte le producía satisfacción, sentir que el adolescente que hizo de su vida un calvario era un completo sumiso temeroso por perderlo.

—No son tonterías.—
Le contradijó, recibió una risa incredula del más bajo, quien le acorrraló en la pared, mirándole cual depredador a su presa. Un simple y torpe conejo junto a un lobo que cambió en esos años.

—¿Acaso prefieres un poco de dinero a tu novio?—
Su fingida tristeza le clavó una estaca en el corazón a su contrario, estaba débil y vulnerable, hace unas semanas era un chico lleno de confianza, el mismo era el único que no notaba su cambio.
—Sabes, Papi dijo que siempre estaba feliz de recibirme en el circo de nuevo, pensaba ir a una gira nacional que hara la proxima semana...—
Le cambió el tema rápidamente y para mal, dejando confundido al de azulados iris.

—¿Por qué...?—
Preguntó confundio, sintiéndose tan impotente como nunca por no ser suficiente para complacer a su amado.

—No se, no me siento felíz aquí... Contigo.—
Sintió una punzada en su corazón, las ganas de llorar le inundaron.
Kedamono tampoco se sentía bien haciendo eso, mas prefería eso a que Popee empezará lentamente a dejarle de lado, era la única forma de acercarlo a él, evitar que se fuera de su lado.

—¿Cuánto tiempo?—

—¿Quién sabe? Podrían ser meses, incluso puede que más de un año de tener exito.—
Rápidamente el ajeno empezó a negar con su cabeza, se sentía muy vulnerable al saber que este podría dejarlo completamente abandonado.

—¡No, no! Quedate, por favor.—
Le suplicó mientras el mitado lobo se daba vuelta y caminaba fuera del baño, negando mientras reía de forma cínica.

—No me ire, si tú vienes conmigo a la fiesta y les llevamos un buen regalo.—
Recibió una sonrisa temblorosa y un abrazo muy fuerte de parte contraria, restregando su rostro en su hombro, soltando una que otra pequeña lagrima de tantos miedos que le invadieron en tan poco tiempo, realmente su delgado cuerpo no aguantaba tanto como en sus viejos tiempos donde podía hacer trucos y poner en riesgo su vida como si fuera un juego.
—Buen chico, ve a arreglarte.—
Fue hacia la cocina a comer algo dejándolo completamente solo nuevamente.

Popee obedeció y suavemente introdujo su cuerpo bajo la ducha, relajandose un poco por las cálidas gotas.

Soltó una leve carcajada mientras negaba pensando en lo contrario, era una tontería, ¿Tanto llegaba a alterarse por perder a Kedamono? Despues de todo, no lo merecía.
¡Oh Dios! Realmente tuvo miedo por esa mierda.

Violentómetro [Popee the performer] [Popkeda]Where stories live. Discover now