13.

805 76 41
                                    

Abro los ojos aún medio adormilado y una suave melodía invade mis oídos. Una canción que suena desde la sala en el primer piso.

-¿Elena? -susurro y me volteo hacia el otro lado de la cama que ahora está vacío.

El reloj en la pared marca las 4 de la mañana, y luego de haber tenido la charla sobre Krystal con Elena ella decidió quedarse cuidando a Mike en su habitación.

Si bien no discutimos al respecto, sé que Krystal no es un tema agradable para mi novia. Ni para mí, claro, pero pensé que ella vendría a la cama luego de que Mike durmiera.

Me levanto rápido y luego de verificar que Mike duerme tranquilamente en su cuna en su habitación, bajo las escaleras al primer piso.

Todo está a oscuras, pero hay una pequeña lámpara encendida junto al piano de cola que papá nos obsequió en Navidad, y ahí está Elena tocando la hermosa pero triste melodía. 

-Elena... -susurro mientras camino hacia ella. -¿Qué haces despierta? -la observo unos segundos y no recibo respuesta. 

Ella me ignora por completo sumergida en la música y continua tocando la misma canción. 

-Hey -me siento a su lado en el banquillo y tomo su mentón suavemente para que así me mire. Me quedo totalmente en blanco cuando veo sus ojos están rojos y llorosos. -Elena, ¿Qué pasa? ¿Aún estás molesta por lo que te conté? Mañana mismo cambiaré mi número si así estás más tranquila, yo...

-Tranquilo -me interrumpe sonriendo con tristeza. -No es eso. Solo... solo tengo un poco de nostalgia -sonríe otra vez tratando de calmarme, pero eso no ayuda en nada. -Y además no podía dormir. Tocar un poco me relaja.

Odio verla llorar. Me parte el alma. 

Y me duele aún más cuando sé que probablemente el causante de su tristeza soy yo.

-¿Nostalgia? -frunzo el ceño esperando que aclare un poco más mi cabeza. -¿A qué te refieres?

-Estaba recordando aquella vez que terminamos por mi colapso emocional -dice suave y me mira otra vez. -Me puse a pensar en todo lo que tú y yo debimos pasar esos cinco meses separados. En la terapia... en lo que te está pasando ahora -hace una pausa y comienzo a entender a dónde va todo esto. -Y en lo inútil que me siento al no poder hacer algo más por ti -me mira triste y un par de lágrimas corren por sus mejillas. -No quiero perderte Damon... me aterra pensarlo.

-Hey, ¿Por qué crees que vas a perderme? -tomo su rostro en mis manos y ella vuelve a sollozar.

-Porque cuando yo colapsé... lo hice -llora suave y pronto siento mis propios ojos cristalizados. -Te alejé de mí cuando lo único que necesitaba era estar junto a ti, y ahora siento que todo se puede volver a repetir.

Sin querer que diga nada más, acerco nuestras bocas y la beso muy despacio al mismo tiempo que seco sus lágrimas con mis pulgares. 

Quiero demostrarle a Elena que jamás me perderá, que esta situación de mierda por la que ambos estamos pasando no volverá a separarnos. Que nunca nada volverá a separarnos.

Que esos tiempos ahora ya son lejanos, y que nada se volverá a repetir.

Cuando me alejo un poco para ver si ella aún sigue llorando, nuestras miradas se encuentran en paz.

Cuando me alejo un poco para ver si ella aún sigue llorando, nuestras miradas se encuentran en paz

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

-Te amo -susurro pegando mi frente a la suya. -Por favor... nunca vuelvas a pensar que yo te dejaría. Nunca podría dejar a mi chica. Mucho menos a mi hijo.

-Damon... quiero estar contigo el resto de mi vida. Ya no puedo imaginar un mundo en donde no estés tú.

Sonrío porque todo el amor que siento ahora repleta por completo mi corazón.

Nunca había amado como lo hago ahora. Nunca me habían amado como Elena lo hace ahora. Y Dios... no cambiaría esta sensación por nada.

-¿Entonces llegó el momento? -sonrío emocionado. Elena no dice nada, pero sus ojos dejan todo mucho más claro, sabe de lo que hablo. -¿Crees estar lista después de estos casi 2 años y medio juntos? 

Ella asiente y eso me da la luz verde para seguir.

Es tiempo.

-Espérame aquí. Tengo algo que darte -acaricio su mejilla y luego camino hasta las escaleras y nuestra habitación.

Hace algunos meses atrás compré un anillo. 

Y aunque Elena y yo nunca hemos hablado directamente sobre formalizar nuestra relación y dar el siguiente paso, creo que no puedo dejar pasar más tiempo. La amo más que a mi propia vida. A ella y a Mike. Son mi todo, quiero demostrarle que quiero dar todo de mi. Que el Damon reacio al compromiso y de sexo de una noche, maduró con los años.

Abro el primer cajón de mi ropa y busco la pequeña caja negra de terciopelo que oculté aquí cuando me arrepentí de dársela en ese momento.

Abro la caja y miro el anillo dentro listo para ser entregado a la mujer de mis sueños.

Y es al verlo que vuelvo a dudar.

¿Seré lo suficientemente bueno para Elena?

¿Podré seguir haciéndola feliz? 

¿Querrá ella estar atada a mí por el resto de sus días?

Es ahora o nunca.

Cierro la caja otra vez y vuelvo a ir donde Elena.

Ella aún me espera sentada frente al piano, y su ceño semi fruncido deja en evidencia lo curiosa que está por saber que rayos haré.

Joder, solo espero no espantarla.

-Bien... aquí voy -digo mirándola entre asustado y divertido. -Espero sonar como esos idiotas de las series para chicas -sonrío de lado y Elena me mira más divertida y confundida que antes.

-Damon, ¿Qué...

-Había preparado lo que quería decirte en esta ocasión, pero me has pillado desprevenido a mitad de la noche, con sueño y con hambre -sonrío irónico y la hago reír. -El punto es... -doy unos pasos hacia ella y vuelvo a sentarme en el banquillo muy cerca. -Te amo. Y te amo tanto que al igual que tú, no imagino una vida sin ti a mi lado. Estaría muy perdido si no te tuviera... y ya hemos pasado por eso antes -ruedo los ojos y de nuevo escucho su risita. 

-Creo que al fin entiendo a dónde va todo esto -ríe, según yo, nerviosa.

-Elena Gilbert slash Salvatore -bromeo y aclaro mi voz. -¿Quieres... -titubeo y me detengo.

Pero me armo de valor otra vez cuando noto que sus ojos comienzan a cristalizarse. 

-¿Quieres ser mi esposa? -al fin dejo de esconder mi mano en mi espalda y le enseño la caja con el anillo dentro.

-¿Quieres ser mi esposa? -al fin dejo de esconder mi mano en mi espalda y le enseño la caja con el anillo dentro

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Antes de ti [Damon, mi infierno personal 2] PAUSADAWhere stories live. Discover now