• 𝓒𝓸𝓲𝓷𝓬𝓲𝓭𝓲𝓻 •

XXIII

Narra Natalia.

¿Habrá visto quién me estaba llamando? Mierda, traté de disimular lo más que pude mi nerviosismo, pero disimular no se me da muy bien que digamos.

Era mi cuarta llamada con Price desde que había llegado a Barcelona, y la paciencia que este hombre me estaba teniendo no es ni media normal, en el fondo se lo agradecía.
Estaba indecisa, perdida y llena de dudas, no sabía a quien acudir ni mucho menos que hacer.

—¿Nat?— la voz de Alba abriendo las puertas de vidrio de la terraza me sacaron de mis lagunas mentales —¿Todo bien?— preguntó con una voz cargada de preocupación y curiosidad.

—Claro ¿Por qué no iba a estarlo churri?— respondí lo mas normal que pude .

—Solo preguntaba, cari— respondió ella mientras se ponía a mi lado para apoyar su cabeza en mi hombro y acompañarme a ver las vistas de Barcelona.

—¿Sabes?— habló luego de mantenernos un largo rato en un cómodo silencio. Me giré a verla con interés sin despegar el contacto —hoy  llegó un correo de mi Universidad— habló con los ojos llenos de emoción.

—¿Enserio? ¿Te extrañan en vacaciones incluso?— pregunté a modo de broma miemtras ella se reía y dejaba un juguetón empujón en mi hombro.

—No... en realidad, salí seleccionada  por mis profesores de arte en un proyecto— dijo mientras se tomaba una pausa para ver mi reacción, simplemente le sonreí para que siguiera —y eso me permitiría...  poder abrir una galería para empezar a vender mis cuadros.

Narra Alba.

—¡¿Enserio?! Eso es grandioso Albi ¡Al fin podrías mostrar tu arte!— me tomó de la cintura para abrazarme y dar vueltas conmigo en el aire. Se veía incluso mas emocionada que yo. Amabas reíamos felices girando por el pequeño balcón.

—Cuando volvamos a Madrid tengo que ir a coordinar y firmar un par de cosas, los gastos corren por parte de ellos— le comenté mientras ella seguía con sus manos en mi cintura y me miraba llena de emoción y alegría.