Capítulo 33

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Serena

-No podía decirte nada Serena, era parte de mi trabajo -me encuentro en el taller, Tincho me vino a visitar y estamos discutiendo, nuevamente, sobre su pequeño trabajo. 

-Joder Tincho, sos un jodido agente y yo te conté todas mis cosas, me acompañabas a las carreras ilegales -sigo sin poder creerlo. 

-No podía hablarte de mi profesión, tampoco se los podría haber confesado, pero la vida me presiono y quedamos todos expuestos. 

-Joder, que hubiese pasado si ese asalta no sucedía, jamás me hubiese enterado. 

-Tarde o temprano todo iba a salir a la luz. 

-Lamentablemente tenes razón. 

-¿Cómo estas con Dante? 

-Ahora estamos mejor, esto de la familia nos afecta un poco. Ambos estamos muy a la defensiva y super susceptibles, pero charlando las cosas se arreglan. Ahora estoy muy metida con el tema de la marca, la semana que viene inauguramos el local y todo debe estar listo. 

-Eso me comentaron -levanto mi rostro y observo cierta sonrisa. 

-¿Y tu, cómo andas por casa?

-Aquí -se encoje de hombros. 

-¿No me vas a contar nada? ¿Ninguna primicia?

-Todo esta tranquilo, ahora debo dejarte, sino aparezco en diez minutos en el taller, soy un jodido hambre muerto. 

-Te salvó la campana, la próxima me encargaré de que no haya ninguna. 

-Te amo nena -nos damos un último abrazo y me vuelvo a quedar sola en el taller. Solo somos mi maquina de coser y yo, arreglando las últimas cosas. Esta tarde iremos con Babi a buscar las decoraciones y debemos encargar el catering. 

Hace días que no duermo como la gente, lo único que hago es preparar todo para este evento. No me alcanzan las horas del día, el tiempo corre y todavía faltan muchas cosas. Hace días que no estoy con Dante, llego a casa y solo quiero dormir. Él está con mucho trabajo, cada uno tiene sus obligaciones y no nos olvidemos de nuestro pequeño inconveniente con las jodidas patotas. 

Al parecer todo sigue tranquilo, pero nadie baja la guardia, seguimos alertas. No veo la hora de que esto termine. Hace más de un mes que esta guerra se desato, solo quiero que termine de una buena vez y poder estar malditamente tranquila. 

Mi paciencia se está colmado y si ellos no vienen, en cualquier momento me aparezco yo y dejo todo claro. Además, tengo la excelente noticia de los abogados. Nos dieron el okay y ya podríamos empezar con el tema de los papeles para Mateo. Pero con Dante, decidimos dejarlo a un costado y terminar primero con esta guerra. 

Se imaginaran como me siento por dentro, una parte de mi salta de la alegría y emoción. La otra tiene ganas de matar cada una de las jodidas serpientes y dejarle claro que con mi familia nadie se mete. 

-Hola -mi madre llego, estaba tan sumida en mis pensamientos que nunca la escuche. 

-Madre, no te había oído -nos damos un corto abrazo y apoya algunas bolsas que trajo sobre la mesada. 

-Pude darme cuenta cariño, ¿en qué pensabas?

-En todo lo que nos está pasando, en la adopción de Mateo, en mi marca, en Dante. 

-Tiempo al tiempo cariño, me llena el alma y me enorgullece que quieras adoptar a Mateo, pero no es tiempo. 

-Ya lo se, no pienso exponerlo, pero me da mucha impotencia. Tanto que espere este momento y ahora por unos bichos horribles, debo retrasarlo. 

-Lo se y me imagino lo que debes sentir, pero vas a ver que todo se va a solucionar. 

-Haca ya un tiempo  que vengo escuchando y diciendo esa maldita frase. 

-Es cuestión de tiempo. 

-No lo repitas más, una vez que lo escucho y  no respondo ante mi actos. 

-¿Alguien se levanto muy violenta? -me ayuda con los últimos vestidos. 

-Estoy que no puedo más de los nerviosa, la ansiedad, alegría, triste, son muchas emociones. 

-Cariño, debes respirar -toma mis manos y hace que la mire. Solo la observo a sus ojos, esos ojos que me calman, ese rostro que me ilumina. 

-¿Qué haría sin ti? -la abrazo y nos quedamos abrazadas por unos minutos. Hacía mucho tiempo que no teníamos un tiempo para nosotras solas.

-Venga ahora cariño pongamos a terminar esto y te llevo a tu casa -dicho y hecho así estuvimos durante toda la tarde. Terminando con nuestras ultimas prendas, últimos detalles. Solo queda ir mañana con Babi y ya todo estará listo. 

Ya casi era las ocho de la noche, nos encontrábamos cerrando el local y como siempre en estado de alerta. Mi madre vino en auto, pero puedo localizar a los hombres que la escoltan a ella y a mis muchachos. 

Mamá estaciono en el garaje de casa, así estamos más tranquilas. Apaga el coche y me observa, solo me limito a imitar su acción. 

-Hija, quiero que estés lo más tranquila que puedas.

-Eso intento madre, eso intento. 

-Te amo cariño -nos damos un fuerte abrazo y me despido de ella. Con mi cartera y algunas bolsas, salgo de la camioneta y me voy directo al ascensor. No veo la hora de llegar a casa y acurrucarme en los brazos de Dante.

Haciendo algunos malabares logro colocar la llave en la puerta y entrar. Todo está oscuro, que extraño, Dante ya debería estar aquí. 

-Amor -grito, pero no hay ninguna respuesta. Quizás se retraso. Acomodo las cosas en mi oficina y tomo mi celular, dispuesta a llamar a mi novio. Mientras que marcaba el numero, me senté en el sillón, espere algunos tonos pero fue en vano. La puerta del departamento se abrió y Dante apareció. 

-No había nada para comer y decidí traerte esta sorpresa -suelto todo el aire contenido, comencé a preocuparme. Pero ahora que lo veo sano y salvo, no tardo minutos en estar encima suyo y llenarlo de besos. 

-Si este será mi recibiendo cada vez que traiga comida, traeré todas las noches Mac -no lo suelto, solo me quedo acurrucada en su pecho. 

-Pensé que algo te había pasado -beso su mejilla. 

-Tranquila mi amor, quería darte la sorpresa, pero llegaste antes.

Lo ayudo con las bolsas y vamos al sillón, me siento sobre sus piernas y comenzamos a devorar la comida, ambos estábamos muy hambrientos. 

-Siento haber estado distante en este último tiempo Sere -con su mano libre acaricia mi espalda. 

-Yo también lo siento, todo esto que nos está sucediendo me consume. Ni hablar del tema de la marca, no veo la hora de que llegue la maldita inauguración. 

-Tranquila cariño, hoy termine todo el trabajo retrasado y le pedí a Tincho y Alan que me cubran, mañana las ayudaremos con Bruno. 

-No quiero que te retrases por mi culpa.

-Tranquila que deje todo listo, mañana soy todo tuyo -mueve sus cejas rápidamente. 

-Estuve pensando seriamente de tomarnos unas vacaciones cuando termine todo esto, solos tu y yo. En una linda playa o montaña, sin teléfonos, sin computadoras, sin nada. Solo nuestras almas. 

-Amén joder. '

-Tu despreocúpate, que yo me encargo de eso también. 

-Mi novio es todo un organizador. 

Nuevo capítulo espero que les guste. Por si no les llego la notificación, hoy subí un capítulo EXTRA en BONITO. Espero que se pasen y lo lean, los adoro y les deseo un hermoso finde. 







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