Mil Tormentas (Remus y Tonks)

Parte 7

Remus se encontraba mucho más delgado y enfermo que de costumbre. Había pasado casi mes y medio desde que Tonks había partido y desde entonces su humor desvaneció, ya no era aquel mago sonriente y dispuesto a ayudar, ya no comía gustoso la comida que Molly preparaba, ya no disfrutaba sus horas de descanso como siempre, ya no leía libro tras libro en la biblioteca. Remus simplemente dejo de ser él.

"Ella esta bien"  le repetía siempre que podía Sirius. ¿Cómo iba estar bien? O mejor dicho ¿Por qué todos se empeñaban a decirle que ella se encontraba bien? ¿Cómo es que se lo decían con tanta seguridad? Nadie podría asegurarle que se encontraba bien, nadie que no fuera Tonks podría decirle que estaba bien.

Esa noche había reunión de la Orden del Fénix en el número 12 de Grimmauld Place. No era un misterio para nadie que Remus estaba mal. Nadie se atrevía a preguntarle como se encontraba por miedo a que el se apartara mucho más de lo que ya estaba.

- Buenas noches -dijo amablemente Albus Dumbledore a los pocos presentes, ya que la mayoría de ellos estaban en diferentes misiones, pero ninguna tan arriesgada como la de Tonks.

- Buenas noches -respondieron los presentes con respeto

- Muy bien. Hoy tenemos algunos temas que tratar, pero primero quiero que alguno de ustedes me informe si han tenido noticias de la joven Nymphadora -dijo Dumbledore. La mayoría de ellos voltearon a ver hacia donde se encontraba Remus, quien solo bajo la mirada ya acostumbrado al silencio cuando Dumbledore hacia esa pregunta- Bien... Creo que es hora de que algunos de nosotros vayamo...-las palabras del Director de Hogwarts quedaron calladas al ver como un Patronus en forma de liebre entraba a la habitación dirigiéndose a Moody. En ese momento tanto Moody como Remus se pusieron de pie.

- Moody, encontré donde está Pettigrew. Hay más mortifagos y también Voldemort está aquí. Por lo que voy escuchando Voldemort no tardará en ir a la Mansión de los Malfoy. Pueden entrar desde arriba e intenten parar justo en medio, aunque no vean nada más que árboles aterricen. No me han descubierto aún pero es probable que no tarden en hacerlo. Apresurense -habló la voz de Tonks rápidamente dando instrucciones a través de su Patronus que unos segundos después se extinguió.

Todos los presentes quedaron estupefactos ante la llegada de la pequeña liebre saltarina de Tonks. No podían recuperarse del Shock en el que estaban. El primero en hacerlo fue Dumbledore.

- Nos dividiéremos en dos grupos, Kingley, Alastor, Hestia...-dudó un poco pero al final dijo- Remus, Bill -dijo, Molly quien negó con la cabeza ahogo un grito en sus manos- Pueden ir. Los demás nos quedáramos para recibirla y ayudar a curarla -dijo y varios presentes hicieron una expresión de terror, pero ninguna comparada con la de Remus quien palideció aun más- Que espero que no sea este el caso -dijo para calmar un poco la situación

- ¿Y yo? -preguntó Sirius impaciente

- Te quedarás aquí. Los demás alistense -ordeno Dumbledore

- ¿Quedarme aquí? No, no quiero -dijo Necio Sirius

- No es lo que tu quieras Sirius -dijo Dumbledore

- Por Dios ¡Mi sobrina es la que esta allí! -dijo Sirius

- Y nosotros iremos por ella -contesto esta vez Moody

- ¡Pero yo quiero...! -

- Ella no arriesgo SU pellejo por ti para que tu vengas con berrinchitos a querer ir -dijo Molesto Moody- Y es mejor que te quedes aquí hasta que no atrapemos a Pettigrew -declaro callando a Sirius.

- Muy bien, usaremos las escobas con las que recogimos a Potter y yo usaré la motocicleta de Sirius. La formación sera la siguiente -decía Alastor ya fuera del cuartel- Kinsley enfrente, Hestia debajo de Kingsley. Lupin, en la derecha, Bill la izquierda y yo atrás. Muy bien, monten sus escobas -dijo Moody y todos las montaron- Kingley...-dijo Moody y en ese momento Kingsley descendió, seguido de Hestia, Lupin y Bill al mismo tiempo y finalmente Alastor. Los cinco volaron lo más rápido que pudieron a través de las nubes. No estaban dispuestos a perder tiempo para parar y ver si algún Muggle lo había visto.