Parte 20

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Habían pasado tres días y Tonks seguía sin despertar. Remus había tenido que dejar a Tonks ya que el trabajo mandaba, pero siempre que tenía tiempo iba a San Mungo, prácticamente dormía ahí.

Sirius estaba mucho mejor, un día más y le daban el alta. Ya estaba harto de estar allí, quería irse, ya se sentía más que bien y se sentía inútil de estar allí.

Tonks comenzó a moverse y poco a poco abrió los ojos, vio que estaba en una sala un poco oscura iluminada solamente por unas pequeñas lámparas enzima de las mesas. Se sentó con un poco de cuidado y admiró la habitación. Habían cuatro camas de lado a lado, enfrente de ella había una mujer con aspecto horrible y su tono de piel aparentaba ser verde; al lado de la mujer había un hombre de aproximadamente cuarenta años, moreno y sin dudas de mejor aspecto que la mujer.

Tonks intento recordar que había pasado, le dolía el cuerpo, en especial el estómago y se sentía mareada. Giro la vista y se encontró con un hombre que, al igual que las otras dos personas, estaba dormido.

- ¿Sirius? -dijo apenas moviendo los labios e inaudible. Tonks por intuición o impulso se sentó en la orilla de la cama, soltó un gemido de dolor e inconscientemente llevó su mano a su abdomen, respiro profundo y se puso de pie. Se acerco a un porta papeles que estaba en una de las mesas, lo leyó dándose cuenta que estaba en San Mungo.

- ¿Tonks? -preguntó una voz entrando a la habitación.

- Remus -susurró. Remus se acercó a ella a paso rápido y la abrazó con todas sus fuerzas.

- ¡Au! duele, duele -dijo ella haciendo una mueca.

- Lo siento, ¿Te hice daño? -preguntó Remus viéndola culpable. Tonks le contestó con un beso.

- No lo hiciste -dijo sonriendo- ¿Qué hago aquí? -preguntó confundida.

- Bellatrix, ¿No lo recuerdas? -preguntó el acariciando su cintura.

- Es confuso, solo recuerdo a Bellatrix apuntándome con su varita y un fuerte dolor en el estómago, luego todo es oscuro -Remus desvío la vista y su semblante cambio a uno serio- ¿Me paso algo malo? -preguntó.

- No -dijo aun sin vela.

- Remus -alegó ella al ver la expresión seria de Remus. Él la vio a los ojos y suspiró.

- No te paso nada a ti -dijo y luego de unos segundos de silencio habló nuevamente- Tonks cielo, se que esto es inesperado -empezó a decir, Remus llevó una mano al vientre de Tonks y lo acarició- A mi también me tomó por sorpresa -

- ¡Hay no! ¿Esta bien? ¿Esta herido? -preguntó Tonks asustada.

- Los Medimago dicen que ya esta fuera de peligro, pero esta resentido y te tienes que cuidar -dijo sonriendole con suavidad.

- ¿Cómo fui tan tonta de no darme cuenta? -preguntó Tonks con frustración.

- Tranquila, ninguno de los dos se dio cuenta, también fue mi culpa -dijo acariciando sus hombros.

- ¿Y Sirius cómo esta? -preguntó Tonks recostándose en el pecho de Remus.

- Hoy le dan el alta -dijo Remus acariciando su cabello- Ve a descansar, llamaré al Medimago para que te revise -

- No, mejor llevame ya a casa -le pidió.

- Tiene que ver que todo esté en orden contigo y con el bebé -

- Pero ya me siento mejor -

- No seas necia. Anda, ve a la cama yo ya vengo -dijo intentando apartarla de él para que se fuera a acostar. Tonks se aparto de él cruzándose de brazos- Te amo -dijo Remus sonriendole divertido.

Mil Tormentas (Remus y Tonks)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt