Las Cicatrices Bajo el Velo.

Capítulo 29: Acontecimientos premaritales

Tsunade Senju era una mujer con un buen sentido de la moral y la estética. Era una capitalista imparcial y una persona muy indulgente. Había muy pocas circunstancias que pudieran irritarla. Tomó una situación tremendamente grave para molestarla. ¡Y ella estaba cabreada !

Un supuesto jefe de clan, respetable y honorable, había contratado el secuestro y la violación de su ahijada. ¡Cuando ella tenía seis años! Tsunade quería correr al hospital y aplastar la cabeza de Hiashi entre sus manos. Sin embargo, ella sabía que él estaba obteniendo lo que se merecía.

Ella había informado personalmente a los médicos y enfermeras en el hospital, sobre lo que Hiashi había hecho. Solo iba a recibir primeros auxilios de inmediato. Si no estaba dispuesto a morir por una lesión, no necesitaba ser curado. Las enfermeras no estaban emocionadas y querían castrarlo en ese mismo momento. Todos se negaron a ayudarlo y solo un doctor estaba dispuesto a curarlo aunque sea un poco.

Naruko había decidido quitarse la máscara y mostrarle a todos cómo se veía debajo de ella. Las mujeres del consejo, tanto civiles como shinobi la habían consolado y la habían felicitado por su próximo matrimonio. Naruko les dio a todos una brillante sonrisa, mostrando que a pesar de que había sido severamente marcada, aún era hermosa. Su luz interior brillaba intensamente, haciéndola brillar.

Sus cicatrices tenían un aspecto muy exótico. Se parecían más a los tatuajes que a las cicatrices. Eso se debió al hecho de que tenían varios años y se habían curado completamente, la piel ya no estaba hinchada y distendida, se había alisado, dándole un aspecto exótico. Combina las marcas moradas con sus nuevos ojos, y casi parece como si hubiera nacido así. Algo así como las marcas de Kimimaro y Futeki.

Después de las reacciones positivas de sus amigos, Naruko decidió que ya no usaría la máscara en Konoha. Durante las misiones y cada vez que tuviera que reunirse con el VP de Shadow's Fire , serían las únicas veces que usaría su máscara. Tsunade estaba orgullosa de estar saliendo de su caparazón, y todo fue gracias a un Uchiha.

Su granduncle, Tobirama Senju, Nidaime Hokage, nunca le había gustado el Uchiha. Sintió que, después de lo que Madara había hecho, y su relación con su hermano, todos los Uchiha carecían de valor. Siempre le había dicho a Tsunade que se cuidara de ellos, pero mientras observaba a su ahijada y su prometido, no pudo evitar sentir que su odio era infantil. Aparte de Madara, ninguno de los otros Uchiha había hecho nada malo.

Una Uchiha había hecho que su ahijada creyera en sí misma. Él se hizo amigo de ella y se quedó con ella. Y aunque ella no podía darle hijos, él la amaba de todos modos.

Tsunade decidió que le gustaban los Uchiha en ese momento. Malditas sean sus palabras de abuela. No todos los Uchiha eran malos.

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"¿Por qué tengo que estar aquí por tanto tiempo?"

Mikoto le dio unas palmaditas a Naruko en la cabeza, "Todas las novias tienen que pasar por esto, querida. Tu kimono debe ser perfecto. Esto es para asegurarte de que te quede bien".

"¿Por qué tiene que ser carmesí?"

Mikoto sonrió, "Es el color favorito de Sasuke. Por cierto, después de esto, tenemos que ir a comprarte algo de lencería. El encaje rojo hará maravillas, confía en mí".

Naruko se sonrojó, "¿El rojo no chocará con mi cabello y mis ojos?"

"¡De ningún modo!"

Naruko no la creyó en absoluto. ¡Púrpura brillante, carmesí brillante y oro brillante no irían bien en absoluto!