Capítulo 3 [parte 2]

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Luego de un largo baño que necesitaba. Bajo para encontrarme con todos en el comedor. En la mesa hay diferentes platos, frutas, pan, galletas, jamón, queso, huevos, etc. Se nota que a Elena le gusta cocinar. Aunque considerando que somos nueve personas, el menú es para todos los gustos.

Cuando llego a la vista de todos, les doy los buenos días y ellos a mi. Me siento en mi silla y pongo en mi plato un poco de todo. Los escucho hablar, pero yo sólo continúo comiendo sin aportar nada a la conversación.

Mis pensamientos y mis sentimientos están todos revueltos.

—¿Por qué tan callada?— pregunta Jezabel que está a mi lado derecho.

—No es nada.— contesto

—Escuche algo en su habitación. Posiblemente un ratón le comió la lengua.— dice Lionel, el doble sentido fue muy notable. Tanto así que todo el mundo me miro. Y Doutzen se atraganta con un canto de pan. La risa de Lionel se les contagia a todos. Sin embargo, yo sólo lo miro mal y vuelvo a mi comida.

—¿Sigue en pie lo de la fogata?— pregunto, para cambiar de tema.

—¿Qué fogata?— pregunta Doutzen, mirándome.

—Sí, sigue en pie.— dice Lía, contestando por mi.

—Y ya que lo preguntas, hacen falta unas cuantas cosas. Tú y Doutzen podrían ir por ellas.— comenta Haziel.

—Claro.

—No— decimos al mismo tiempo Doutzen y yo.

Todos nos miran y Lionel vuelve a reír. Jezabel sonríe, pero la conozco, es su sonrisa de: ya sé todo.

—Que vayan Lía y Lionel, yo necesito a Luna aquí. Y Doutzen tiene cosas que hacer, ¿verdad?— dice Jezabel, salvándome, pero del mismo modo emparejando a Lionel y Lía. Ellos se miran y se encogen de hombros.

—Está bien.— dicen ambos.

Cuando todos terminamos de desayunar. Elena recogió los platos y Lionel y Lía fueron por las cosas que hacían falta para la fogata.

—Luna, ¿Estás bien?— me pregunta Jerald.

—Sí, no te preocupes.

—Había tensión entre ustedes dos.— no tengo que preguntar a quienes se refiere.

—Es pasado, ya lo sabes.

Él se sienta a mi lado, en los asientos que hay alrededor de la piscina. Se recuesta y cierra los ojos.

—Soy consciente de que soy una de las pocas personas que sabe lo que pasó. Y no quiero aprovecharme de eso. Si no quieres contarme esta bien. Pero sabes que estoy aquí para ti. Siempre.— suspiro, lo sé. Pero aún así no digo nada. Esta vez no quiero que nadie sepa. Por lo menos hasta estar segura.

Jezabel, Jerald y Lionel son los únicos que saben de la mentira que dijo el grupo de la verdad por mí.

Lía e Izan desconocen la historia, porque no quería que más personas lo supieran. Haziel y Aledis también son ajenos a todo.

Le doy un beso en la frente a Jerald y susurro un gracias. Para luego irme.

Cuando entro en la casa escucho las risas de Izan y Aledis. Están conversando mientras se beben unas batidas. Sonrío ante la imagen que dan.

—Hermosos no— dice Jezabel a mis espaldas.

—Sí.

—No pienso hacer preguntas, Luna. Esta vez no.— asegura

Me volteo y la abrazo. Ella me envuelve con sus brazos y yo escondo mi cabeza en su cuello. El abrazo dura lo necesario para que mis nervios desaparezcan. Necesitaba esto.

Una Noche Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ