II.

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Dos semanas después Renato se encuentra en el horario en que debería estar en clase de Literaturas Eslavas, siendo apretado contra los cómodos almohadones del sillón de Gabriel. Gabriel está encima suyo, su pelo le hace cosquillas en la nariz mientras la boca del mayor pasa por su cuello.

"¿Qué me vas a traer de Perú?" pregunta Renato mientras pasa las manos por debajo de la remera de Gabriel.

"No sé," dice Gabriel y de repente frunce los labios contra la piel de Renato "Una alpaca."

Renato se ríe y lo tira del pelo para mover la cabeza y poder besarlo y Gabriel le murmura contra los labios. "¿Qué me vas a traer vos?"

Elije no contestarle, solo baja la mano hasta el cierre de su pantalón tirando primero del metal para después sacarle el resto de la tela molesta hasta los tobillos. Gabriel le devuelve el favor.

"Creo que me estoy hundiendo en tu sillón," se queja Renato

"Yo te rescato" dice Gabriel mientras baja los dedos adentro del bóxer de Renato y le da otro beso.

Mas tarde cuando todavía están sudados y con la respiración cortada, Gabriel lo abraza mientras sigue dándole besos en el cuello y los hombros.

"Te pones muy cariñoso después de coger," nota Renato "No me lo imaginaba,"

"¿Y te imaginabas mucho como seria después de coger?" dice Gabriel riéndose mientras muerde la unión del cuello con el hombro de Renato. "Sabes que me dijeron que soy irresistible."

"¿Quién? ¿La revista Gente?" le dice Renato burlonamente.

"¿No cuentan? La puta madre me acabas de destrozar la autoestima," dice Gabriel fingiendo enojo.

Finalmente, Renato tiene que levantarse y volver a vestirse. Gabriel también se levanta, y lo acompaña hasta la puerta. Lo hace todas las veces que Renato ha venido a su departamento, es su ritual de despedida. Que generalmente termina con los dos volviendo al sillón o a la cama.

"De verdad," dice Gabriel apoyándose contra la puerta antes de abrirla. "Me gustas mucho."

Renato lo mira confundido.

"Estoy intentando hablar seriamente," explica Gabriel "De mis sentimientos."

"Claro," dice Renato mientras pasa el dedo por sobre las costillas de Gabriel "Igual me di cuenta de que te gustaba desde que fingiste haber encontrado esa copia del Leviatán para venir a hablarme."

"Pendejo," dice Gabriel riéndose mientras lo agarra de la cintura para hacerle cosquillas, en la lucha entre los dos, Renato queda aplastado entre el cuerpo de Gabriel y la puerta.

"Vos también me gustas, mucho." Dice Renato finalmente. "¿Estas bien? Estas raro."

"Si," dice Gabriel sonriendo "Solo estoy contento de haberte conocido," le dice mientras mete una de sus manos frías por adentro del pantalón de Renato. "No te vayas todavía,"

"Mmm" dice Renato, pero ya siente como Gabriel lo empieza a llevar desde la puerta a la otra habitación y sabe que es una batalla perdida.

*

"Aunque hayas decidido hacerte botinero, me vas a tener que seguir pagando la mitad del alquiler," le dice Agustín a la mañana siguiente cuando Renato intenta entrar sin ser oído.

"Cállate," le dice Renato sin molestarse en mirarlo. "Cuando sea la nueva Wanda te voy a dejar completamente de lado."

"Pensé que los futbolistas no tenían que coger antes de partidos importantes," dice Agustín "Seguro que le arruinaste la carrera."

ojala uno de tus diasWhere stories live. Discover now