Renato sale de su habitación a las 8:30 am. Tiene puesto unos jeans negros y una camisa blanca casi transparente y está seguro de que esta divino. Agustín esta tirado en el sillón mirando caricaturas en un canal de aire cuando pasa para la cocina.
"Te levantaste temprano." Comenta
Agustín levanta la cabeza para mirarlo. "No me fui a dormir todavía, ven."
Renato pone los ojos en blanco, pero camina hasta al lado del sillón desde el cual su amigo parece que apenas puede moverse. Cuando Agustín lo mira, la expresión de su cara cambia.
"¿Vos y Angela siguen con esa competencia de cuantos clientes les dan el teléfono?"
"Agustín eso sería muy desubicado," dice Renato fingiendo ofensa.
"Sabes que va a ganar ella."
"Claro que no, soy hermoso y lo sabes."
"Ella es más linda," y agrega "Y mucho más amable que vos."
"Ahora solo me estas queriendo herir," dice Renato mientras agarra su mochila del rincón donde la tiro la noche anterior. No sabe cuándo se convirtió en un adulto que llega en horario al trabajo, seguramente desde el momento que decidió dejar el confort de la casa de su madre y tuvo la malísima idea de mudarse con Agustín.
Empezar la carrera de Filosofía y Letras siempre había sido su sueño. Terminar trabajando en un café para poder mantenerse no, pero un día que ya se estaba sintiendo particularmente desesperado de cómo se estaba comiendo sus ahorros paso por la puerta y vio el cartel de que buscaban a alguien para la caja. Una vez que entro, y Angela lo vio, lo retuvo por dos horas hasta que Renato no tuvo otra opción que aceptar el trabajo.
Así que ahora estudia y trabaja, se va a dormir a una hora razonable y solo toma los fines de semana. Se despierta temprano y desayuna todos los días y a veces cuando esta aburrido en el café hasta ojea el diario. No tiene idea de cómo termino en este lugar de su vida.
"¿Agus?" dice lo suficientemente fuerte para ser escuchado por sobre la tele.
"¿Qué?"
"¿Me volvi aburrido?" Renato revuelve su café.
"Si," dice Agustín sin dudar. "Sos muy aburrido, deberías rendirte de una vez."
"Soy divertido," dice Renato ofendido.
"No saliste conmigo el viernes porque querías terminar un libro." Dice Agustín mientras se da vuelta para nivelarlo con la mirada.
"No todos podemos ser semi famosos, Agustín."
Su amigo apaga la tele y se da vuelta para pararse. "Me voy a dormir," dice "Deberías irte, vas a llegar tarde."
Renato mira el reloj y sale corriendo por la puerta para tomarse el colectivo y llegar responsablemente temprano a su trabajo.
*
Apenas abre la puerta del café, Angela le empieza a hacer señas desde atrás de la barra. Después de un año y medio, Renato no tiene idea lo que quiere decir. Hay solo cuatro mesas ocupadas así que Renato asume que la embolia que está sufriendo Angela es producto de otra cosa.
"¿Están todos servidos?" le pregunta mientras se mete atrás de la barra.
"No, Renato soy una incompetente y recién ahora te estás dando cuenta." Renato pone los ojos en blanco. "Esta – el chico ese – el jugador –"
"¿De qué hablas?" le pregunta Renato mirándola extrañado.
"Hay un jugador de – bueno no se dé dónde, pero es famoso, le reconocí la cara. Está sentado allá con esa nenita."
