Prologo

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Gotham era una ciudad caótica, Robin sabía muy bien eso. El crimen contaminaba las calles como una infección mal tratada, mucha gente decía que las personas debían estar locas para quedarse a vivir en un lugar tan peligroso. Pero a decir verdad, es que Robin estaba convencido de que no existían lugares seguros en el mundo, todo podía corromperse, todo podía ser transformado en algo completamente diferente si aplicabas la suficiente presión. Hasta el mejor de los hombres podía ser lanzado al abismo y nunca más volver.

Robin lo sabía, porque justo ahora lo estaba experimentando de primera mano, viendo como alguien tan carismático, alegre y positivo como Dick Grayson había sido reemplazado por un hombre que se veía y hablaba como Dick, pero no era él. El único rastro de que alguna vez fue su compañero ahora mismo solo estaba en la cicatriz que llevaba en su cráneo, fruto de un intento de asesinato fallido. Aquella herida trazaba el punto entre lo que Dick había sido y lo que era ahora.

El problema con los cambios, es que una vez comienza no se queda ahí, todo a su alrededor comienza a transformarse, y para bien o para mal, toda una ciudad estaba sufriendo el precio del cambio de Dick.

Blüdhaven, la ciudad vecina y hermana de Gotham estaba envuelta en el caos tanto o incluso más de lo que Gotham estaba justo ahora, causa de haber perdido a su protector. Ya no había nadie que cobijara bajo sus alas a aquella ciudad de las garras del crimen, no como Gotham tenía a Batman.

Dick Grayson no era lo único que se había perdido aquella noche que le dispararon, Blüdhaven había perdido su ala nocturna.

Y no importaba cuanto se esforzaran en pretender todos a su alrededor que todo estaba bien, la verdad es que era obvio que todos necesitaban de Grayson. Había sido un amigo y gran compañero de todas las personas que Robin pudiera recordar, incluyéndose a él mismo.

 —Tu y yo niño, desde el comienzo y todo el camino hasta el final.

Esas palabras se las había dicho Dick hace ya mucho tiempo, pero en la cabeza de Robin resonaban una y otra vez ahora más que nunca, incluso mientras se balanceaba por los edificios de Bludhaven yendo a una dirección en especifico.

Dick nunca lo había abandonado, siempre había estado ahí para él, incluso más que su propio padre. Así que Robin no iba a permitir que Dick simplemente desapareciera, Batman le había advertido sobre el cambio de Dick, dejandole muy en claro que él no iba a tratar de persuadir a Dick de volver a la acción, si iba a hacer eso, Robin lo haría solo.

Robin se detuvo en uno de los edificios en un callejon oscuro, se seguró que nadie pudiera verlo antes de quitarse la mochila que estaba colgando en sus hombros todo el camino para poder vestirse.

Fuera el traje de Robin, fuera el antifaz. Cambiando su uniforme por un pantalon de mezclilla y una sudadera verde.

Si quería que aquello funcionara no podía llegar como Robin y la verdad es que no lo quería así, Dick había dejado en claro que no estaba para nada intersado en cosas de superheroes, no quería que su primera impresión de él fuera rechazada.

Terminó de guardar su uniforme en la mochila, la colgó de vuelta en su hombro saliendo del callejon, cruzó la calle para tocar la puerta del edificio donde Dick estaba viviendo, la verdad es que Dick no le había dejado facil saber donde vivía, había momentos que vivía en su taxi y otros donde se la pasaba escabulléndose en casas que estaban vacias por dias.

En aquellos momentos estaba en un departamento, la luz estaba encendida y él se encontraba dentro, podía notarlo por las sombras que aparecían debajo de la puerta. Respiró profundamente, se permitió darse un momento para aclarar su mente y bajar sus espectativas antes de tocar la puerta. 

Sintió sus piernas temblar, queriendo alejarse cuando vió el pomo de la puerta girar, pero una parte de él, la más valiente quizas, lo obligó a quedarse ahí.

Si quería que Dick Grayson volviera a ser el mismo, no debía hablar de superheroes ni Batman como Barbara lo había hecho. Debía hablar como Damian Wayne.

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Nota de la autora:

¡Hey!

Si llegaste hasta aquí quisiera agradecerte por leer, esta es una historia que se me estuvo ocurriendo los ultimos dias y de pronto ¡Pum! ya esta escrita este pequeño Prologo, será una historia corta, no más de tres o cuatro partes a lo mucho.

Me disculpo por los errores de ortografía, trataré de editarlos si los encuentro, pero algunas veces escribo tan rapido inmersa en el momento que suelo pasarlos de largo sin notarlos, espero que no sean muchos. Odio que por más revisiones que hago siempre se me van.

Aquí les dejo una imagen del comic de lo que Dick le dice a Damian. Una vez más les agradezco por leer.

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El regreso de NightwingWhere stories live. Discover now