Capitulo 3

4.1K 182 9
                                    




Odio trabajar.

Me levanté con un humor de perros, y para mi mala suerte creo que me voy a enfermar ya que me duele todo el cuerpo y la cabeza.

Cuando llego a la oficina me encuentro con una carpeta llena de muchos documentos.

Suelto un suspiro lleno de frustración.

En mi casa nunca ha faltado el dinero, mi mamá tiene una tienda de ropa y mi papá un restaurante, desde que era niña ellos nunca me prestaban atención me compraban todos los juguetes que yo quería con tal de no molestarlos.

Ahora trabajo en el restaurante de mi papá, yo me encargo de llevar la contabilidad y aunque al principio pensé que sería genial porque mi papá es el dueño, en realidad me doy cuenta lo tedioso que es.

─Te ves cansada. ─me encuentro con la mirada divertida de Matt, es el gerente del restaurante.

─Me siento horrible. ─me recargo en el respaldo de la silla. ─No aguanto mi cabeza. A lo mejor me va a dar gripa.

Entra a la oficina y cierra la puerta.

─ ¿No quieres un caldo, o algo parecido?

─Me parece una buena idea, ¿lo vas a cocinar tú?

─No sé cocinar. ─suelta una risa. ─Pero si quieres te mando a pedir uno, yo invito.

─Gracias. ─sonrío. ─Lo bueno de trabajar en un restaurante.

Las palabras mueren en su boca cuando observa la ventana que está atrás de mí. Confundida por su reacción volteo y veo una camioneta color negro, se ve muy costosa. De ella bajan unos señores vestidos de traje.

Bueno a veces suele venir gente muy elegante, así que no es para impresionarse tanto, Matt sale como rayo de mi oficina y eso se me deja más confundida.

Salgo para ver que puso así a Matt.

Como buena chismosa.

Veo a Matt hablando con uno de los hombres, el hombre luce enojado y mi compañero nervioso, me acerco sigilosamente para que no me escuchen.

─El dueño del lugar no se encuentra.

─No me importa, necesito el dinero ya. ─le responde, enojado. ─Si no quieres que destruya este maldito lugar.

Decido intervenir ya que se está metiendo con el negocio de mi papá.

─ ¿Algún problema?

El hombre me ve de los pies a la cabeza.

─ ¿Y esta quién es?

─Soy la hija del dueño. ¿Algún problema, señor?

─Necesito hablar con el dueño.

─Él no se encuentra, pero si tiene algún problema puede decirme a mí.

Chasquea la lengua y les hace una señal a los hombres para irse, antes de subir a la camioneta me da brinda una mirad sombría y después se van quemando llanta.

Matt me mira enfadado.

─No me mires así, dime que pasa. ─me cruzo de brazos.

Me hace una seña para que lo siga de nuevo a la oficina, no entiendo por qué tanto misterio.

Cuando llegamos cierra la puerta y también las persianas de la ventana, suelto una risa.

─No creo que los trabajadores vayan a pensar bien. ─bromeo.

La Zorra y El Mujeriego (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora