II

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-Narra Hayley

Al dia siguiente desperte descansada, me levante y seguido me dirige a la cocina. Austin estaba cocinando unas tortitas con sus pantalones de pijama rojos y extrañamente con camiseta. Bailaba mientras cantaba su música africana simulando usar un micrófono con la espátula. Movía su trasero al compás con la música

Yo le miraba desde atrás sonriendo. 

-Joder si hasta su culo es sexy. Pensaba mientras se lo miraba.

Se dio la vuelta y dio un pequeño brinco del susto. Se avergonzó y trato de disimularlo con una brillante sonrisa.

-Estoy haciendo tortitas. Dice el

-Huele de maravilla. 

Pese la mala ubicación del piso por dentro era hermoso. Tenía una cocina abierta y una isla en la que me senté a esperar que salieran las tortitas.

Desayune como una reina, me sentia tan comoda con Austin. Apenas puedo dejar de sonreír cuando estoy  con el. Parece muy frío por fuera pero en cuanto lo conoces te das cuenta de que es  buena persona, alegre y chistoso.

-Me iré cuando termine de desayunar. Gracias por todo.

Austin se atraganto con el zumo.

-Ya te vas?

-si, solo necesitaba un lugar para pasar la noche.

-He estado pensando. Y si quieres,solo si quieres, puedes quedarte hasta que encuentres un piso.

-Enserio? Dije emocionada. Rápidamente me levanté de la silla y le di un beso en la mejilla. Fue casi inconscientemente, luego me avergonce así que me marché rápidamente.

-Narra Austin-

-Me acaba de besar en la mejilla. Es solo un beso, pero estoy helado. Me ha gustado mucho y menos mal que se ha ido porque no la hubiera soportado cerca mucho más sin tocarla.

La tensión sexual se palpa en el aire. Al día siguiente, tras comer por poco me  hace perder la cordura. Ella estaba poniendo el lavavajillas. Yo recién estaba poniendo el plato en el fregadero, mientras ella se agachaba a poner un plato en la baldosa de abajo. Yo tan impulsivo gire rápidamente y al levantar la mirada mi cintura se chocó con su trasero. Y mi mini Austin estaba que echaba fuego.

-Lo si-siento. Dije casi sin respiración.

-Ella se levantó y con los ojos abiertos como platos me dijo:

-No, lo siento yo. Estoy en el medio. Seguido se apartó. 

Por la tarde noche volvió de la calle. Cenamos algo y el tema ya estaba olvidado.Al terminar de cenar, encendí la tele. 

-Esta noche ponen Los vengadores

-Esa es la peli que querías que viera?

-No te puedes morir sin verla. Exclamó yo emocionado

-Vale, haré palomitas. Dice levantándose hacia la cocina. No la mires Austin, pensaba

  Cuando volvió se sentó justo a mi lado, extremadamente cerca. Me costaba respirar y no podía evitar observarla. Era más entretenido mirarla a ella que a la película. A medias de la peli se había quedado dormida en mi hombro.

Al acabar, me incline hacia delante aplaudiendo haciendo que Hayley se cayera a mi espalda y se despertara instantáneamente aplaudiendo.

-Te ha gustado la peli?

-Si, ha estado genial. Mintió

-Pero si te has quedado dormida toda la peli. Decía Austin sonriente

-Que? No es cierto solo cerraba los ojos de vez en cuando. 

-Oh vamos admitelo. Insistia yo mientras le pegaba con la almohada.

-Te he dicho que no es cierto. Dijo quitándome la almohada y pegandome con ella

-No mientas. Bromeaba yo al unísono que le hacía cosquillas.

Ella se reía a carcajadas y él la acompaño.

-Vale vale, lo admito. Me he dormido.  

Y cuando se dieron cuenta él estaba encima de ella, ambos tirados en el sofa.

Se miraron unos segundos. El no pudo contenerse más y la beso. Ella le continuo el beso. El jugaba con sus labios y se los mordía. Solo los separaron para coger aire. Austin se levantó sin separar su boca, la cogió en brazos y la llevó a la habitación. Se tiraron a la cama sin soltarse ni un segundo. Lograron desvestirse y se quedaron completamente desnudos. Solo podía escucharse los gemidos de placer que soltaba ella al mismo tiempo que agarra las sabanas.          El la penetraba mientras ella le arañaba la espalda. Fue tan salvaje. Se habían sincronizado y Joder, ¡vaya polvazo!

Repitieron varias veces, y acabaron machacados, tanto que se quedaron dormidos abrazados.

Al día siguiente amanecieron juntos. Austin la despertó con un beso que ella continuó aún con los ojos dormidos y casi sonámbula.  

La llevo el desayuno a la cama y estuvieron charlando mientras tanto.

Ella sabía que estaba mal, pero no se arrepentía. Jamas habia sido infiel y se sentía fatal por ello. Pero desde que conoció a Austin se cuestiono muchas veces si dejar a su novio. Por la tarde decidieron ir al cine a ver una película. 

Se sentían tan sumamente enamorados que no les importaba el resto del mundo. Juntos se sentían colocados y disfrutaban su compañía mutua.

Decidieron ver un thriller de terror pero no vieron la película.

Las pasaron charlando, tirandose palomitas a la boca y a desconocidos, partiendose el culo por sus reacciones. Les mandaron callar varias veces pero ellos hacían caso omiso. Incluso jugaban a llamar a los hombros de los desconocidos, se lo pasaron como niños molestando a los demás. 

Hayley se colocó palomitas en el escote y Austin se las comía desde allí.

 La peli no llego ni a la mitad hasta que les echaron. Pero a ellos no les importaba.

 Se fueron al burguer a cenar y tener un dia de once. Comieron mientras inundaron el local de risas. Él le robaba mordiscos de hamburguesas y ella patatas. Compartían la bebida con dos pajitas.

Hasta que al llegar a casa, en la puerta les esperaba Matt, el novio de Hayley.

COMPAÑEROS DE PISO CON BENEFICIOSWhere stories live. Discover now