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La hora de cenar había llegado y, como muchas otras familias, los Bakugo estaban comiendo mientras veían las noticias, algo que siempre hacían. El pequeño apenas le ponía interés a la televisión, hasta que anunciaron un titular de última hora.

"Ataque de un villano siembra el pánico unos segundos en la calle principal".

Katsuki, al reconocer la zona, se empezó a interesar más por la noticia, aunque tampoco demasiado. La reportera hablaba sobre un hombre que había robado una joyería y, al ser atacado por un individuo, empezó a perseguirle lanzando rayos rojos, haciendo que el caos inundase las calles.

Al rubio le parecía absurdo. ¿Por qué el villano había perseguido a su atacante? Si simplemente hubiese huido, podría tener las joyas y no hubiese sido cazado, al menos no en ese momento.

Él seguía vagando por su mente, pero la descripción de la mujer del chico que había sido atacado le sacó bruscamente de sus pensamientos.

—Era un adolescente, aproximadamente 15 años. Vestía completamente de rojo, haciendo similitud a una especie de traje de héroe. Tanto médicos como profesionales aseguraban nunca haberle visto antes. Ahora se encuentra ingresado de gravedad en el hospital público —narraba la reportera.

Katsuki se levantó de la mesa de golpe. Estaba prácticamente seguro de que era Eijiro. Las piernas le temblaban y era incapaz de pensar con claridad. "Decidme que no es él". Era lo único que maquinaba.

—¿Qué te pasa? —preguntó Mitsuki—. Siéntate y termina de cenar, haz el favor.

El chico no respondió. Simplemente voló escaleras arriba y se lanzó hacia su móvil, marcando el número del pelirrojo.

—Mierda, contesta... —maldecía Katsuki al no escuchar una respuesta al otro lado de la línea. Hasta que el pitido paró y pudo escuchar a alguien al otro lado— ¡Kirishima!

Pero quien respondió no era el "Kirishima" que quería que contestara.

—Oh, Bakugo... —habló Katashi. Su voz parecía muy apenada.

—¡¿Qué le ha pasado al pelo de mierda?! —gritó. Estaba realmente nervioso. Y, al fin, escuchó lo que tan poco quería oír.

—Le ha atacado un villano —respondió Kirishima padre segundos después de silencio. Tenía la voz quebrada—. Ahora estamos en el hospital, está bastante grave, supongo que habrás visto el accidente en las noticias...

Bakugo se rompió en ese momento. Colgó el teléfono, se puso una chaqueta y las zapatillas y salió de casa, dejando atrás a su madre gritando que volviese y a su padre más confuso que nunca. Nada le importaba en ese momento. Solamente quería llegar a Eijiro. Quería estar con él.

A pesar de que el trayecto hasta el hospital era largo, Katsuki no derramó ni una sola lágrima durante él. Confiaba en que Eijiro iba a ser más fuerte que todo.

~


Al rato, Bakugo llegó a su destino. Rápidamente le pidió a la recepcionista el número de la sala de Kirishima Eijiro, diciendo que era alguien importante para él y que exigía verle. El dolor se reflejaba claramente en las palabras del rubio, así que la recepcionista no tuvo otra opción que hacerle caso. En cuanto Katsuki obtuvo el número, corrió hacia la habitación del pelirrojo. Pero no se esperaba para nada el panorama que había tras la puerta.

Kirishima hijo recibía todos y cada uno de los gritos de Kirishima padre cabizbajo. Nunca había visto a Katashi en ese estado.

—¡Llevabas más de dos años haciendo lo mismo, ¿y lo sacas a la luz ahora?! ¡¿No crees que ya eres mayor para estas mierdas, Eijiro?! ¡Casi te matas solamente por jugar a ser héroe! ¡¿Me escuchas?! ¡Esto es absurdo!

Bakugo palideció instantáneamente. No se acordaba de que ninguno de los padres de Eijiro sabía su secreto. No tenía palabras. Simplemente permaneció allí, esperando a que alguno de los dos notara su presencia, aunque parecía que Kirishima hijo era incapaz de decir una sola palabra.

—Nunca, nunca más volverás a hacernos esto —amenazó Katashi acercándose a su hijo. Su cara realmente desprendía ira—. Y si quieres seguir con tus jueguecitos, te vas, ¡¿me oyes?! —volvió a gritar de nuevo. Eijiro sólo pudo responder asintiendo con la cabeza.

Bakugo estaba a punto de irse, pero escuchó una frase más de parte del mayor.

—Espero que no nos ocultes nada más, Eijiro. Sino, estaremos en problemas. En graves problemas —finalizó antes de salir por la puerta en dirección a la cafetería. Estaba tan sumido en su mundo que ni se percató de Katsuki.

Aprovechando que el ambiente se había relajado algo más, el rubio entró en la habitación. El quirkless levantó la cabeza e, instantáneamente, los ojos se le llenaron de lágrimas.

—Dime que no has escuchado todo, por favor... —suplicó con la voz rota.

Bakugo sabía que no era momento de hablar de ello, así que simplemente envolvió al pelirrojo entre sus brazos, dejando que éste llorara sobre él.

Al abrazarle, pudo ver detrás de él su informe médico. Mientras le acariciaba suavemente la cabeza, empezó a leer.

"El rayo le rozó el torso, con lo cual no afectó a ningún órgano vital, haciendo más rápida su curación. Sentirá dolor intenso en esa zona y, a pesar de haber perdido una cantidad de sangre importante, podrá seguir su día a día con normalidad. Gracias a la hora y media que estuvo inconsciente, pudo recuperar su cansancio".

Aunque la situación era grave, Katsuki sintió un gran alivio al ver que Eijiro se encontraba mucho mejor. Poco a poco, el pelirrojo dejó de llorar y acabó por separarse del rubio.

—No quiero liarla más, no quiero que mi padre nos vea así... —explicó Kirishima. A Bakugo le dolían esas palabras—. No quiero que se entere ahora de que somos pareja...

Bakugo se puso tenso, muy tenso de hecho.

—¿Hay algún problema con eso o qué...? —musitó.

Kirishima volvió a romper a llorar, esta vez con más intensidad.

Bakugo le acarició la cabeza lentamente, dándole a entender que se tomase su tiempo, aunque por dentro los nervios le estuviesen quemando por dentro. Kirishima entre llantos de vez en cuando soltaba algún que otro "lo siento", haciendo a Katsuki aún más confuso. Eijiro aún no había dejado de llorar, pero, algo más calmado dentro de lo que cabía, empezó a hablar.

—Mi padre... —paró para respirar—. Él... es homófobo. En cuanto se entere de todo esto... estaré perdido, Bakugo. Me echarán de casa. Ya le has oído antes.

Que el amor florezca [KiriBaku]Where stories live. Discover now