Capítulo 3

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Isa se dirigió al hotel. El edificio era viejo y descuidado, igual que un cuadro que había en la casa de su infancia, dónde un árbol viejo y sin hojas acaparaba la ciudad llena de casas poco coloridas.
Lo más raro de todo es que no tenía puerta de entrada, en su lugar había un espacio vacío que dejaba ver el interior del hotel.
El mostrador estaba cubierto de polvo, pero había luces y voces que provenían de otra habitación.
-Hola- dijo y entró.
Un hombre vino a su encuentro. Era alto y la miraba desconcertado. Su pelo rubio estaba descuidado y rebelde, en sus ojos castaños solo había confusión.
-Mi nombre es Isabela, vengo solo por una noche. ¿Hay alguna habitación disponible?
-Hola, mi nombre es Bruno. Si, tenemos la mayoría de las habitaciones disponibles no viene mucha gente.- dijo entusiasmado- pasa...
Isa, entró y lo primero que vio fue la cocina, el chico le pidió que se sentara que la cena estaba lista. Al instante entró otra mujer. Parecía de su misma edad tenía el pelo rojo y ondulado, llevaba una camisa de Jean y unos vaqueros negros. La saludo y se sentó junto a ella.
-Hola, mi nombre es Lucrecia, vivo acá -le dijo la muchacha que ahora sabía se llamaba Lucrecia- ¿Vos sos?
-Me llamo Isabela, me quedo solo por hoy. Se me quedó el auto cerca de aquí y el mecánico lo va arreglar .
Los ojos de Lucrecia se mostraron sorprendidos, se levantó de la mesa sin decir palabra y se fue a la cocina. Esta actitud le llamo la atención ya que con la sorpresa también percibió miedo.
A cada minuto que pasaba Isa estaba más convencida de que estaba en un manicomio.

ISABELAWhere stories live. Discover now