Cuando llegamos al hotel, nos quedamos todos fascinados, no habiamos visto algo igual en nuestras vidas, todo era sorpresa, no nos mandaron ninguna foto del hotel ni de la zona, incluso nos recogió un hombre en coche para llevarnos, la verdad, nos sentimos como los ricos.
Era el típico hotel dentro del mar, con el agua de mar clara, la arena casi blanca, donde las habitaciones son casas y tienen escaleras que bajan al mar, solo puedes llegar allí en el propio barco del hotel, nadie sabe como llegar.
En la casa de al lado habia otra familia, padre, madre e hija, y al otro lado una pareja de ancianos celebrando sus bodas de plata, algo precioso, ¿no es cierto?, me dieron mucha envidia, ojala de mayor tenga algo así.
Las casas eran super grandes, los cimientos estaban casi flotando encima del agua, obviamente con pilares al suelo, pero podias nadar debajo de la casa. Parecian casas de verdad, tenian sus tres dormitorios, sus dos baños, un salón y la cocina, y fuera estaba la terraza y una piscina chiquitita, y al lado de las escaleras de la piscina, habían unas escaleras de madera que bajaban al mar, pero al no tener barandilla me caí unas cuantas veces, no os voy a mentir.
Todo era súper tranquilo, el servicio era súper agradable, todos muy educados, aunque muy reservados, callados, no me daban buena espina.
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Un mundo subterráneo.
Художественная прозаCarrie, una muchacha de 17 años, se va de viaje con su familia, ¿nada fuera de lo normal no? Bien, lo que él no se espera, es el giro inesperado y el rumbo que tomará ese dia su vida.
