Capitulo 14

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Andrea y Samuel bajaron a la sala para despedirse. - Lo que menos quiero hacer es irme a trabajar en estos momentos, no quiero dejarte sola con este problema- dijo Samuel, preocupado. Andrea suspiro: - Tu tienes que irte al trabajo, Samu. No te preocupes por nosotras. Estaremos bien- aseguro Andrea. - Cualquier cosa, llama a Fernández. Insisto que deberíamos avisarle-dijo él. - No, mi amor, no metamos a la policía en esto al menos por ahora. Así nos lo pidió Marina y tenemos que ayudarla- le pidió, intranquila. - Ya, mi amor, no te pongas así. Va a estar todo bien. Te lo prometo- aseguró, despidiéndose, con un beso en la frente. Samuel estaba por salir, cuando oyeron a alguien llegar. Una de las empleadas abrió la puerta y una mujer muy elegante y distinguida ingreso a la casa. Era Cayetana Del Junco. - Que haces aquí, mamá?- quiso saber Andrea, extrañada por su visita. - Vine a ver como estaba mi hija. O acaso no puedo visitarla? Desde que se caso la muy ingrata se ha olvidado de su madre- respondió Cayetana, tan altanera y fría, como siempre. - Usted tampoco se ha querido presentar, señora- refutó Samuel- es más, es extraño recibir su visita ahora. A que debemos tan lamentable honor? Sea sincera- le soltó, irónico Samuel. - Por favor, mi vida, vas a dejar que este vulgar peón me hable así?- reclamo Cayetana- no es más que un vulgar arribista, hijo de un capataz y una campesina. - Mida sus palabras, señora!- le advirtió, Samuel- no le voy a permitir que se meta con mi familia, ni con ningún Gallardo. Nosotros seremos humildes pero muy trabajadores. Somos gente de bien, usted no se si pueda decir lo mismo. - Que miserable desgraciado! Todavía no entiendo como mi hija puede verte de ese modo que te mira ni como puede tomarte de la mano- le soltó- no eres más que un patán que solo sirve para hacer daño. - No voy a permitir que entres a mi casa solo para insultar a mi marido, mamá. Así qué si no lo entiendes es mejor que te vayas- le sugirió Andrea. - Mi amor, yo solo vine a visitarte y querer saber si habías andado por la casa. Me dijeron que estuviste por el rancho y no me esperaste. Tampoco recado dejaste. Así que me extrañe un poco y quise pasar a ver como andaba todo. Dime, Andrea, porque anduviste por el sótano? Ese no es un sitio para ti, Andrea. Es un cuarto muy sucio y oscuro. Andrea se puso tan nerviosa, que empezó a sentir taquicardia, el pecho le palpitaba con fuerza y las manos le sudaban. - Yo...yo fui al rancho Del junco y quería sacar unas cajas del sótano, si. Pero no pude hacerlo porque la puerta estaba trabada. Quien te dijo que estuve ahí?- preguntó, mientras Samuel sujetaba su mano con fuerza. - Fermin- contestó su madre, viéndola cada vez más extraño y luego soltó, sin ningún tapujo: - hija, no me estarás escondiendo algo...o alguien no? Andrea comenzó a perder la respiración y a ahogarse, la sola presencia de su madre le helaba la sangre. Samuel le pidió a la empleada que corra por un vaso con agua y ayudo a su mujer a tranquilizarse, luego de que la hiciera sentarse. -Shh mi amor, tranquila- le pidió Samuel, mientras le daba calma- todo está bien, no tienes nada que temer. Estoy aquí contigo. Se da cuenta lo que hace?- le reclamo, entre dientes, a Cayetana. - Si, se puso así por algo es. A lo mejor su sentido de moralidad le está haciendo ver que, definitivamente, le está ocultando algo a su madre y eso la pone asi- soltó con toda frialdad. Samuel acariciaba los cabellos de Andrea con ternura, para luego alcanzarle el vaso con agua. - Vayase, señora!-le grito- está poniendo demasiado nerviosa a mi mujer. En ese momento se escuchó un ruido del golpe de un vidrio. Los perros comenzaron a ladrar y sintieron una sombra pasar corriendo. Cayetana miro por la ventana y vio como Marina Ríos huía toda aturdida y asustada. Se regocijo en ella, como si eso fuera exactamente lo que iba a buscar. - Creo que algún animalejo se habrá metido en el rancho y asusto a tus perros, Samuel Gallardo- increpo, sonriente. Para luego despedirse, tranquilamente. Apenas Cayetana se marcho, Samuel y Andrea, quien ya se había recuperado, fueron hasta el cuarto de huéspedes por Marina. Pero todo lo que encontraron fue un vidrio roto, la ventana abierta y una sabana enrollada y utilizada como herramienta para poder bajar y escapar. - Llegue justo cuando estaba por irse. La ventana esta cerrada desde antes y utilizo una piedra para romper el vidrio y abrirla desde fuera. Entre justo cuando se marchaba. Le pedí que regresara pero dijo que la bruja mala había venido por ella. Estaba aterrada- les explico Soledad, todavía aturdida por lo que había pasado- se llevo una mano a la boca para evitar llorar. - No es evidente! Para eso vino! Se dio cuenta que Andrea había ayudado a Marina y la vino a buscar- dedujo, molesto, Samuel. - Ahora lo tengo muy en claro, mi madre es cómplice de Leonardo- asintió, entre lágrimas. Samuel la abrazo y acaricio sus mejillas, secando sus lágrimas: - Vi como te pusiste mi amor estabas sintiéndote peor a como te pones con tus ataques de timidez- observo Samuel, preocupado. - Samuel- consiguió decir ella, no pudiendo evitar sentir un gran dolor y decepción- mi madre mecauso el mismo panico- confeso- tuve el mismo miedo de cuando se trata de un extraño. Samuel la contuvo. Soledad no dejaba de verla con ternura. - Tenemos que encontrar a Marina antes de que Leonardo lo haga se dio cuenta Andrea. Mientras tanto, en el spa kimberly y Flavio tenían una discusión porque Kim quería ser la modelo del nuevo numero de catálogo. - Tu no vas a ir a ninguna sección de fotos- le aseguró Flavio. - Si? Y quien lo dice? Un Gallardo?- bromeó ella. - Lo digo yo y punto Y mejor que me haga caso, muchachita. Porque sino le juro que va estar despedida en este mismo- le advirtió. - Uy, mire como tiemblo. Yo no le tengo miedo, sabe? Además lo puedo acusar a usted porque ya firme mi contrato y que yo sepa he cumplido con cada uno de los puntos que ahí se señalan se defendió ella. - pero estará despedida igual si sigue así!- porfio él- una empleada de mi spa no puede estar exhibiéndose como modelo. Que es eso!? Va contra el estatuto y el buen nombre de la empresa. - y porque?- se preguntó Kimberly- que yo sepa no estoy haciendo nada de malo, al contrario, le estoy haciendo un favor a la empresa porque...vea, ni siquiera pensaba cobrar sueldo por el favorcito. -COMO? Se piensa desnudar de a gratis. Pero que descocada es usted! Flavio que tonto eres- se dijo a si mismo en voz alta- siempre te terminas enamorando de la más coqueta y disparatada- se quejo. - y yo siempre soy la idiota que se fija en el macho cavernícola machista!- protestó también ella. Y luego se detuvieron a verse y se quedaron por unos instantes mudos, dándose cuenta de lo que se habían confesado el uno al otro. - Yo no soy eso que usted dice!- se defendió Flavio- y porque nos estamos hablando de usted?- preguntó, extrañado. - a que te refieres con que no eres eso que yo digo?- pregunto ella, jugando con sus manos. Como si estuviera a punto de hacer una picardía. - a que no soy ningún cavernícola machista!- le aclaro él. - Ah menos mal! Yo pensé que iba a decirme que no era macho!- bromeo ella. - No quiero que lo hagas y punto! No seras la modelo de lencería, me niego a aceptarlo- le afirmo. -Pues, fíjate que..- dijo desabrochándose la bata y dejandola caer al piso para quedarse en ropa interior delante de el- lo voy a hacer igual. Flavio se quedo perplejo, mientras la observaba de arriba abajo con los ojos como platos. - Aunque no cobraría nada podría darle una retribución a la marca por permitirme ser parte de su campaña y publicitarme- sugirió. - Ah si?- preguntó él, babeando- y de que se trata esa retribución? Me imagino es para el jefe, no? - aja- respondió pícaramente ella- pero primero, mi jefecito tiene que hacer lo que yo le diga. - Lo que tu quieras!- exclamó él, extendiendo las manos en señal de que estaba entregado. - Para darte la retribución es necesario que te quites la ropa tu tambien- le señalo ella. - Lo que usted mandé!- respondio, quitandose la ropa deprisa así como también los zapatos y quedándose completamente desnudo en cuestión de segundos. - Ahora sera mi retribución!- aseguró. - Siiii- le aseguro ella- pero tranquilo, frenate ahí que ahora me toca hacer mi parte. Kimberly hizo un gracioso bailecito y cuando se agacho, tomo la bata y la ropa de Flavio, para mostrarle como se las llevaba junto con las llaves. Lo dejo encerrado, desnudo en su propia oficina. - Kimberly, abrime la puerta ahora mismo!- le gritaba desde adentro, todo furioso- me la vas a pagar. - No te pienso abrir nada la puerta- le aseguro, mientras se volvía a poner la bata devuelta- eso te pasa por macho cavernícola machista! En ese momento, Sofi llego al spa y sin entender nada, le preguntó que estaba pasando. Kimberly le contó divertida. Sofia no podía dejar de reír: - ay, guera, estás loca- le dijo. - y tu que haces, aquí?- preguntó Kim, sorprendida de que no estuviera en el rancho. - Vine a comprar unas cremas para la cintura- se las enseño- Arturo se cayo de unas escaleras queriendo agarrar un cajón del galpón. Nada grave, por suerte. Pero tengo que curarlo. - aja así que eres su masajista profesional- noto divertida. - KIMBERLY!!!! Sacame de aquí!!!- seguía gritando Flavio, cada vez mas enfadado. Ella se apuro a despedirse de Sofi, entregándole las llaves y la ropa de Flavio: - Buen, adios. Te dejo porque tengo que ir a la sección de fotos y se me hace tarde. Abrele la puerta cuando puedas al troglodita y dale la ropa, o dejasela por ahí!- sugirió, yéndose lo mas campante. Mientras sofi seguía riendo- ay guera que loca estás!


Presa de tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora