Tres

3.7K 258 34
                                    




Y si, Rose necesitaba respuestas pero también sabía que a ceder ante aquel llamado podría significar ceder a la tentación y de hecho ella no quería caer , no esta vez, además no permitiría que él volviera a engañarla y lastimarla. 











                                            ➼





El destino es cruel y siempre juega con nosotros haciéndonos creer que el camino que elijemos es el correcto para luego, darnos un golpe de realidad y burlarse en nuestra cara, acusándonos de ser tan ingenuos y diciéndonos que así es la única manera en la que aprenderemos.

Rose sintió que necesitaba respirar, necesitaba que su mente se despejara, y conducido hasta aquel lugar, que le traía recuerdos dolorosos pero era donde había aprendido a sentirse segura. Y aquella conexión que tanto los caracterizaba aún seguía ahí más viva, pues cuando ella estaciono su auto junto al de él lo vio girarse y sonreírle, Rose bajo de su auto y camino hasta Jin que estaba ahí parado con el mismo traje color rosa palo con el que había ido horas antes a su casa, tenía sus manos guardadas en sus bolsillos.

Aquel mirador después de tanto tiempo seguía igual, como si el tiempo no hubiera pasado sobre este, y la ciudad aún se podía ver como un pequeño jardín de juegos brillante, tan inofensivo de lejos, Rose camino hacia Jin y miro aquel paisaje con nostalgia.

Jin la observo y sonrió, aquella brisa que corría hizo que los cabellos de ella volaran con el aire, se veía más hermosa que nunca pensó

-No vine aquí por ti- dijo ella desviando su mirada de la ciudad y mirándolo a él -Creo que solo ha sido una trágica coincidencia que tú también estuvieras aquí- Rose bajo su mirada al suelo y sus palabras salieron mientras pateaba a manera de juego con punta de su pie el césped esas palabras hicieron que la sonrisa de Jin desapareciera por un segundo, hasta que se dio cuenta de algo

-No, creo que más bien nosotros estamos destinado a encontrarnos- Jin se acercó a ella y levantando su mano y la llevo hasta la mejilla de Rose y la acaricio lentamente, aquel día cercano al invierno sumamente frio, hizo que aquella caricia se sintiera tan cálida, tan suave tan tranquilizante

Rose negó con la cabeza -Necesito respuestas- imploro y vio como aquella mirada tan llena de esperanza que Jin traía se apagó -Por favor- volvió a pedir mientras sus ojos se cristalizaban -Jin- escucharla decir su nombre letra por letra era tan deleitante y embriagador, Jin paso su dedo pulgar por aquellos labios, que tanto había extrañado, sintiendo su textura y suavidad

Porque en aquellas miradas que se sentían tan dolorosas, los labios de ella pedían a gritos que de una vez por todas él la besara, que curara aquel dolor infringido por él mismo, porque su cuerpo le bramaba que como hace mucho tiempo la llevara a su auto y la tomara ahí mismo.

Pero su conciencia la hizo detenerse cuando estaba a punto de volver a morder aquella manzana tan venenosa. Se apartó de Jin en solo un movimiento pues esa conciencia también le hizo recordar el dolor infringido por él y dándole la espalda empezó a caminar a su auto pues sabía que no podría conseguir las respuestas que buscaba. Jin la siguió desesperado esperando poder convencerla de que no se fuera.

Cuando estuvo parada frente a la puerta de su auto Rose llevo su mano a su cuello y metiendo su mano bajo aquella blusa saco aquella cadena que al igual que él siempre había llevado en su cuello y apretando aquel dije en su mano lo jalo de su cuello y lo arrojo a los pies de él.

-Esto, ya no significa nada para mí- abrió la puerta de su coche y entro en el mismo dejando a Jin paralizado, Rose iba a entrar pero antes de hacerlo dio la vuelta y mirándolo a los ojos dijo -Si acaso el universo nos vuelve a reunir- sus palabras templaron antes de salir -Solo finge que no me conoces-

Las rodillas de Jin cayeron al suelo, y tomaron aquella cadena, y mientras esta permanecía en su mano él la acerco a su pecho.

Jin sabia cuando algo estaba muerto, y de inmediato pensó que aquel amor entre ellos aun podía vivir.





























Rose había apagado su teléfono y aunque Jungkook quiso darle su espacio, al despertar por la mañana no pudo esperar más y condujo a su casa, decidió llamarla de nuevo por las dudas, y mientras esperaba que ella contestara algo llama su atención, colgó la llamada sabiendo que no sería contestada, y miro hacia la vereda de en frete, era Jin, claro, que era él incluso llevaba el traje de ayer Jungkook giro los ojos viendo el color del mismo, Jin siempre había sido tan confiado de sí mismo a diferencia de Jungkook y bueno eso no llamo su atención pues era casi inevitable no leer o ver como en los programas donde conocían a Jin como un amante de las fiestas y el alcohol y verlo llegar a esas horas de la mañana a su casa era normal pero parecía sobrio y que también que estuviera enfrente de la casa de Rose y por mucho le enojara a Jungkook tampoco era novedad pues este vivía en el edificio de enfrente, y lo que sí hizo que Jungkook miraba con tanta atención fue aquel collar que este traía en el cuello, pero donde lo había visto pensó, hasta que recordó. Era aquel collar que Rose solía llevar en su cuello, que a Jungkook tanto le había causado curiosidad, incluso viendo como a ella tanto le gustaba a manera de juego le dijo que se lo regalase, pero recibió un rotundo no, después de ese día no lo volvió a ver y Jungkook quiso preguntar pero luego lo olvido, pero ahí estaba justo en el cuello de Jin. El menor negó con la cabeza, se sentía como un loco paranoico, no, no era posible, dijo.

Entro en la casa de Rose y al escuchar cubiertos en el comedor camino en esa dirección pero se llevó una desilusión pues solo era la madre de Rose desayunado

-Enserio no se cansan- dijo la mujer al ver a Jungkook negando con la cabeza y tomando su café -Sé que creen que no lo note, pero se cuándo mi hija sale- bufo -Vamos ella sigue dormida como es que tú puedes seguir en pie incluso después de pasar toda la madrugada con ella, las manos de Jungkook se cerraron y apretó sus puños, su mandíbula se tensiono presionando sus dientes

-Siento que ella haya llegado tan tarde, prometo que no volverá a pasar- se disculpo

-Ya, ya como digas- dijo la mujer -Si quieres puedes sentarte a desayunar- le señalo una silla para que él se sentara

Jungkook se quedó analizando la situación por unos segundos

-Sabe acabo de recordar que mi padre me dijo que le ayudara con unos papeles, lo siento será en otra ocasión- Jungkook se volvió a disculpar y luego se fue dejando a la mujer extrañada, aunque esa reacción no duro ni un minuto pues luego volvió a comer normalmente dándole poca importancia














Hola mis hermosisimas, ¿cómo están?, espero que les esté gustando, por favor díganme les parece, enserio necesito saber su opinión, bueno, gracias por leer, las quiero un montón

TEMPTATION |+18|KSJ|JJK|Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu