Siete

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¿Realmente podemos considerar que el ser humano se define entre el bien y el mal?, o simplemente podemos dejar de tener una mente tan cerrada y finalmente darnos cuenta que tal vez más que simples etiquetas las cosas buenas no les pasas a la gente buena y tampoco las cosas malas no le pasan a la gente mala, porque las cosas simplemente suceden por decisiones que tomamos, y las consecuencia ya sea buenas o malas llegan.

Jungkook despertó y sonrió al ver como Rose descansaba plácidamente en su pecho, la amaba, si fuera por él se quedaría de aquella forma para siempre, admirando su belleza y acariciando aquel cabello que brillaba con la luz que entraba de las grandes ventanas. y si hay veces en la vida en la que deberíamos hacerle caso a nuestro corazón sin importar lo que luego pase pues el tiempo no retrocede y cada segundo que dejamos ir es imposible recuperar.

-Hola- dijo ella sin abrir por completo sus ojos mientras se lo abrazaba con mayor fuerza y una leve sonrisa aparecía en su rostro

-Te vez hermosa- susurro él acariciando su cabello, y besando su mejilla

-Te diría como te vez pero sé que no sería correcto- Pues Rose se refería a lo increíblemente sexi que lucia Jungkook en ese momento con su torso desnudo y sus cabellos revueltos el solo sonrió satisfecho por aquel cumplido

-¿Entonces qué es lo que quieres para desayudar?- pregunto ella caminando por la cocina y mirando lo que había en los gabinetes, Jungkook que estaba sentado en la barra de desayunos la miraba fascinado como ella caminaba de un lado a otro

-Bueno creo que comer...- Jungkook bajo su mirada a su teléfono y abrió sus ojos sorprendido -¡Dios mío!- grito muy asustado al darse cuenta de la hora -es demasiado tarde- corrió hasta la sala y se colocó sus pantalones y su camisa

-¿Ya te vas?- pregunto Rose con desilusión persiguiéndolo hasta la sala, Jungkook se puso sus calcetines y luego sus zapatos

-Lo siento- dijo caminando hasta ella y acomodando un mechón de cabello de Rose tras su oído -Es que tengo que ir a la empresa de mi padre y voy tarde- Rose bajo su mirada y suspiro

-¿De verdad tienes que irte?- volvió a suspirar -Es que quería pasar estos días contigo aquí, pues mi madre no regresara hasta pasado mañana- y aunque Rose sabía que ambos ya tenían que empezar a pensar en lo que harían en el futuro pues ya no eran unos adolescentes que podían descuidar lo que estaba a su al redor, habían responsabilidades.

-Hare lo posible por regresar lo más pronto posible y traeré comida, ¿qué dices?-  dijo Jungkook animándola, Rose sonrió

-Sabes, mejor yo preparare algo delicioso y tendremos una linda cena- unas palabras cruzaron por su cabeza que también estuvo a punto de decir pero simplemente se quedaron en la punta de su lengua, "Como los viejos tiempos", quiso decir, pero la verdad es que no quería volver a esas noches en las que estuvieron en el extranjero, en las cuales planeaban algo un viernes por la noche y al final Jungkook se quedaba en algún bar con sus amigos y Rose esperaba hasta largas horas de la noche, con la comida enfriándose y las velas derretidas y con un vestido que había tardado en comprar y un maquillaje arruinado por sus lágrimas, pero no lo culpaba pues incluso en esos momentos donde el causante de su dolor era Jungkook, Rose pensaba en Jin, y lloraba hasta quedarse dormida -Te veré esta noche- dijo besándolo en los labios

Cuando nuestro organismo está lleno de alcohol, tristeza, enfado, es cuando solemos cometer los peores errores, pues nuestra cabeza no está en sus cinco sentidos y la falta de control de nuestro cuerpo es manipulado por los sentimientos más fuertes que en ese momento pasan por nuestro corazón.

Rose probo por cuarta vez aquella salsa asegurándose de que estuviera perfecta, sintió que algo le faltaba, quizás sal, tal vez... -orégano- dijo chasqueando sus dedos.

Escucho como el ascensor se abría, y su corazón se aceleró de la emoción, se sacó el delantal que había usado  para cubrir aquel vestido azul marino de encaje para que no le cayera ningún tipo de comida y se manchara, agito su cabello.

-¡Estoy aquí!- grito revolviendo la ensalada, escucho las pisadas acercándose y cuando por el rabillo de su ojo pudo ver como una silueta estaba parada a su lado levanto su vista y aquella sonrisa que se había dibujado en su rostro al escuchar el ascensor se borró  -Jin- dijo resignada -¿Qué haces aquí?- pregunto y luego se adelantó hablando  -Otra vez vendrás a decirme que  Jungkook me engaña- dijo en burla -Bueno sea lo que sea que quieras dolo rápido pues Jungkook pronto llegara- Jin miro a su alrededor dándose cuenta de que tendrían una cena

-Necesitaba verte- replico -Escuchar tu voz- Rose dejo mover la ensalada y levanto la mirada molesta

-¡Porque sigues haciendo esto, a pesar de que te pedí que te alejaras de mí!- cerro sus ojos y llevo su mano hasta sus sienes y dio un leve masaje -Es que no puedo creer que sigas...- Un sonido de teléfono hizo que Rose dejara de hablar y contesto de inmediato

-¿Si?- dijo sin mirar el nombre

-Rose, es que, no poder llegar, la junta se ha reunido y estamos en una reunión, fingí que tenía que ir al baño para poder llamarte y solo tengo unos minutos, lo siento te lo recompensare lo prometo si, nos vemos mañana si- Jungkook hablo tan rápido que no permitió que Rose digiera nada

Rose puso el celular con enfado sobre el mesón y resoplo 

-¿Era él?- pregunto Jin

-No vendrá- dijo ella girando sus ojos

-¿Estas bien?- Pregunto Jin acercándose a ella 

-A ti porque te importaría- reprocho Rose sin ganas de hablar, Jin suspiro

-Sí, tú dices que entre tú y yo ya no hay nada, y está bien, pero sea como sea creo que aun debes recordar cual fueron de las cosas que más hacia que nos amaros y aunque ya no quede nada de ese amor, creo que aún podemos llegar a ser amigos en honor a ese amor, así que necesito saber ¿cómo estás?- Y entre muchas cosas más eso era una de las cosas que los había unido pues aunque ninguno lo supo de cierta manera habían sanado las heridas del otro, aunque luego al separarse habían dejado nuevas marcas que incluso ahora seguían en plenas llagas, Jin la abrazo y acaricio su cabeza -Si quieres, llora o grita, estaré aquí para ti- Jin la abrazo con mayor fuerza -Como en los viejos tiempos- replico acariciando su cabello, pero eso fue lo que hizo que el cuerpo de Rose se tensionara pensado aquellos tiempos en los que iba llorando hasta la casa de Jin o él iba a la suya y ella lloraba en sus brazos hasta quedarse dormida y aquellos tiempos en los que lo único que la calmaba era un beso de él

Rose se apartó de inmediato -vete por favor- rogo señalando la puesta

-Rose, solo quiero ayudarte- Jin la miro con tristeza mientras con su ojos le pedía que lo dejara quedarse -no podría soportar que sufras sola- Jin tomo su mano

Rose giro y tomo una copa de vino que estaba a su lado respiro y lo miro a los ojos

-¡Quieres enserio saber lo que me pasa!- grito los ojos de Rose se cristalizaron, Jin acento con la cabeza  -Que cuando finalmente he dejado de pensar en ti, cuando finalmente estoy lista para dejarte ir, regresas, y ni siquiera me puedes dar una explicación de porque mierda te fuiste de porque me abandonaste, porque nos abandonaste, y me enoja de que a pesar de que estoy totalmente decidida a casarme con Jungkook, cuando tú estás cerca de mí me siento débil y asustada, mi mente da vueltas y olvida todo el dolor que me has causado y la verdad es que al mirarte solo, yo solo- Rose dejo de mirar a Jin a los ojos y bajo su vista a los labios del mismo mientras mordía su labio inferior -Yo solo, siento que no pudo soportar estar lejos de ti- Jin la tomo de la cintura y la levanto haciendo que Rose enredara sus piernas en su cadera mientras sus labios se conectaban de aquella manera tan desesperada pues se necesitaban tanto como un humano necesita del agua pues aunque no parezca fundamental sin esta podríamos morir, así era como se sentía respirar de nuevo, o tal vez, ¿ aquello que sabes que es incorrecto tiene un cierto sabor más dulce?.

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