Stray Kids y tú;; Chats.

**❤ Pt.3**

Como la vez pasada, si las letritas están así en un dialogo es que están susurrando. Excepto la primera línea de la cosa. Chuuuuu

Me disculpo por que hay mucho cringe, clichés, y humor pendejo que no hará a nadie reir. Pero disfruten igualmente, o intenten hacerlo :"D.

***

— La mató, pero no queria hacerlo. Si hubiera querido matarla, habría apuntado a su cuello o corazón. — La pantalla mostraba un K-Drama, toda la habitación estaba a oscuras. ____ estaba sentada en el sofá, arropada, y comiendose un tazón lleno de palomitas.

El timbre sonó y la chica pausó su serie. 

— Ay dios, ay dios. No, no pueden ser ellos. ¿Qué día es hoy? — Agarró su celular y revisó la fecha. —Ay namames sí llegan hoy. Seguro son ellos. Y yo acá en pijama, no limpié nada, y no saqué a Kkami al parque. Dios, soy un desastre. Así mucho menos me van a querer llevar con ellos. Qué hago, que hagó... — El timbre volvió a sonar, y no le quedó de otra que levantarse a abrir la puerta con su pijama puesta, con una sonrisa muy falsa. — ¡Chicos! Por fin volvieron! Ah, no. Es el pollo que ordené. ¿Sigues trabajando en esto, Jackson?

— Que te digo we. Se volvieron a gastar todo el diner y me pusieron a mí para recuperarlo. ¿Qué te pasó? Estás horrible.

— Gracias. Quisiera decir lo mismo de ti pero es imposible. No me he bañado, por eso estoy así.

— Son las 2 de la tarde, ____.

— ¿Y tu punto es...? 

— Ya, nada. Eres única y detergente. Bueno, serán 41.99 dolares.

— ¿Enserio me vas a cobrar? Y además, eso es muy caro.

— ¿Sabes la cantidad de pollo que pediste? Esto para diez personas es perfecto. Pero como son ellos, se acabará muy rápido. Hablando de eso, ¿Llegan a las 5, cierto?

— Sí. Por eso tengo tiempo de hacer todo lo que había dicho que tenía que hacer hoy.

— Osea, bañarte, arreglar la casa, sacar al perro, ordenar la cocina, ¿Si vas a alcanzar?

— Obvio. — Le pasó el dinero y agarró las cajas de pollo que incluían Coca-Cola. — Yo me las arreglaré. Es más, decoraré la casa para cuando vuelvan. 

— Ay, dios. Bueno, ya me voy.

— Bye byeeeee. — Cerró la puerta y suspiró, mirando al desastre que estaba ahí. Vió como Kkami corría y se orinaba en el piso. — ¡No, no! ...Bueno, almenos ya no te tengo que sacar a pasear, verdad? — La mascota solo ladró y movió su colita. 

...

— Ya. Todo limpio. Yo estoy limpia. El vecino está limpio. ¿Cierto, vecino? — Gritó la última parte esperando una respuesta.

— ¡SÍ! ¡No se que rayos dijiste, pero sí!

— ¡Esa es la actitud! Ahora, me sobra tiempo para decorar. Veamos, ya. La tienda de don Juancho. ¿Me acompañas, Kkami?

La mascota hizo lo mismo que antes, y corrió a traerle su correa. En unos minutos, ya estaban ahí.

— Hola Don Juancho... — ____ siempre entraba ahí con precaución, ya que ese era el viejo que todos los domingos se le insinuaba a JeongIn. Hasta Kkami caminaba con miedo.