Donde nunca sale el sol (Slenderman y tú)

Capitulo 16/FINAL.-parte 2/

"Odioso, estúpido, monstruo" Me repetía una y otra vez mientras mantenía mi paso firme sobre las ramas rotas y la espesura del bosque. El viento helado golpeaba mi piel, consiguiendo que se estremeciera y mi vello se erizaba, cuanto más me adentraba en aquel lugar, más me gritaba mi corazón que me detuviera, pero mi cabeza no, esta me forzaba a seguir adelante sin importarle lo demás.

No voy a ser una de esas frágiles chicas que se quedan acurrucadas y llorando en un rincón de su casa por que las dañaron, esta vez no, ya fui esa chica por demasiado tiempo y mi alma no se puede permitir el dolor de no saber enfrentarme a los seres que me hacen daño.

Apreté mis puños furiosa con tan solo pensar en ello, en él.

-"Tu eres mi estrella y no quiero apagarte."-Mis piernas temblaron, fallaron, simplemente caí.

-¿Quien ha dicho eso?.-grité mosqueada mirando hacia mi alrededor, casi como si me fuera a dar un ataque epiléptico.

-¿De que hablas muchacha?.-me regaño Zalgo.

-Solo..-susurre aturdida.-...Nada...-recobre el aire y me levante como pude, ¿Por que el corazón me punteaba de esa manera?Tal vez me estaba dando un infarto ¿Era eso lo que se sentía?

Continué caminando sin dirección, desorientada . A medida que más entraba en el bosque más oscuro se volvía todo, más frío, más solitario, desesperado, pero nada de eso importaba cruzaría todo aquel bosque espectral y llegaría hasta el. Sí hasta él. ¿Y después que? Me paré en seco.

¿Que era lo que se supone que iba a hacerle? ¿Pegarle? ¿gritarle?

-Destruirle.-Se movió mi boca sola, mientras mi respiración se descontrolaba y dejaba escapar una pequeña sonrisa.

Seguí caminando por aquel desolado lugar hasta que al fin me perdí en la espesura de las profundidades de aquel bosque. Sin ningún miedo, con un solo pensamiento en mi mente, un leve crujido de ramas a mi alrededor, me alertó de que alguien andaba cerca, y me puse en guardia, con cuidado de no hacer mucho ruido, me agache para esconderme detrás de un robusto árbol que había caído por lo que parecía años atrás.

-Sam, creo que nos estamos alejando demasiado.- temblaba una chica de pelo castaño mientras le hablaba un chico pelinegro y mas alto que ella.

-Venga, no seas cobarde ahora, este juego es divertido ¿No crees?.-rió él con bastante prepotencia, mientras la enseñaba algo en su mano que yo no alcanzaba a ver bien.

-No tenia que haberte echo caso....siempre acabo en problemas por tu culpa..-Le reprendió ella molesta a lo que el solo rodó los ojos sarcástico.

-¿Puedes callarte un rato? Siempre acabas con toda la diversión.-la acuso ahora él molesto.-Fíjate allí hay otro.- Dijo mientras comenzaba a correr hacia un árbol y retiraba de su corteza un folio que se encontraba allí pegado.

-Esos dibujos son siniestros.-Decía ella acercándose lo máximo posible y con rapidez hasta él.-vayámonos a casa.-Le rogó

-Tranquila.-Rió él sin apartar la mirada de aquella hoja.-Seguro que es algún estúpido crío gastándonos una broma....¿Y sabes lo que haré cuando le encuentre ?.-Hizo una pequeña pausa dramática.-Le daré la paliza de su vida.-Concluyo con una sádica sonrisa en su rostro-

-Como sea....más vale que tengas razón.-contestó ella con la mirada perdida mientras se abrazaba a si misma con fuerza.-llevo bastante rato sintiéndome observada.-su espalda tembló levemente.-Y mis oídos no paran de pitar.

-venga aguafiestas.- Se quejo el mientras la agarraba la mano.- vayamos por ahí.-la ordenó estirando de ella y alejándose de la posición donde me encontraba escondida.

-Par de idiotas.- Suspire mientras me ponía en pie y comenzaba a caminar de nuevo, pero me detuve enseguida, cuestionándome la dirección que debía seguir como si una voz imaginaria, me aconsejara quedarme en aquel lugar, pero ¿por que?¿que tenia de especial aquel sitio?, me quedé observando el tronco donde los chicos habían estado hablando, como si algo en el me hipnotizara, reconstruí poco a poco la conversación que había escuchado apenas unos minutos atrás.

-Este juego es divertido.-Me repetía mientras me acercaba a aquel tronco y lo acariciaba con la palma de mi mano.-Este juego.-Susurre de nuevo recordándolos a ellos y los folios que tenían en sus manos y mis ojos se cerraron mientras lo hacía.-Esos dibujos son.....siniestros.-Abrí mis ojos de golpe a la par que llevaba la mano hacía mi pecho, buscando dentro de la ensangrentada camisa el bolsillo interior en el que había guardado el dibujo que encontré en el sótano.

Todas las imagines del sótano vinieron a mi en forma de flasback, pero una sobresalía entre todas las demás.

"-Cree, que por que hayas jugado a su juego ya le perteneces.-Grito enloquecido pero con varias risillas de por medio.

-Su juego.- Dijo como si fuera evidente, pero yo solo lo mire confusa a lo que el me sonrió.-Lo llevas encima-. señalo a mi camisa

-Así lleva a sus victimas hasta donde el quiere, sin que ellas sospechen nada.

-¿Iba a matarme?.- Susurre para mi misma, pero Butcher pareció oírme.

-Pues claro¿Para que si no iba a jugar contigo?."

Había estado equivocada desde el principio, en ese momento Freddy no había señalado la camisa de Slenderman,  si no que de alguna forma había conseguido  darse cuenta  de lo que llevaba en mi bolsillo, aquel extraño dibujo que encontré tirado y decidí guardarme, lo que significaba que aquellos chicos....

-Los matará.-Me alerté y empecé a mirar rápidamente a mi alrededor intentando orientarme y encontrar el lugar por donde se fueron.

Comencé a correr hacía la dirección en la que creí que ellos se habían marchado, procurando hacer el menor ruido posible y controlando mi respiración como nunca antes lo había echo, solo tenía una oportunidad de salvarlos, si el los encontraba antes que yo, fin de la partida, si me encontraba a mi antes que ha ellos, fin del Juego.

Comprobaba fugazmente cada árbol que me cruzaba, por si en ellos permanecía algún que otro de sus dibujos, pero era inútil, el ambiente se hacía cada vez más pesado, el olor a humedad que cubría el aire, entraba por mis fosas nasales mojando mis pulmones,  y no había rastro de ninguno de esos dibujos, no había señales de ninguno de los chicos, no existía ningún sonido de animal grande o pequeño, ni siquiera oía el murmullo del viento.

-Detente.-Murmuro Zalgo en mi cabeza, y mis pies pararon en seco ante su orden, sin ni siquiera cuestionarle, a unos 7 metros de mi se encontraba otro de esos fastidiosos dibujos clavado en un árbol, pero algo impedía que me moviera del lugar, quise echarle la culpa a Zalgo, pero sabía que no era él quien lo estaba provocando.

Me agaché al escuchar el retumbar de unos pasos cerca de donde me encontraba, mi respiración decayó al igual que la temperatura de mi cuerpo, mi corazón se retorció, después de todo lo que había pasado, de las promesas que yo misma me había hecho, estaba equivocada, aún no estaba preparada para volver a verle.