PORVENIR

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LA HISTORIA ES COMPLETAMENTE MÍA PERO LOS PERSONAJES SON DE LA MARAVILLOSA NAOKO TAKEUCHI

PORVENIR

Serena se cubrió el sol con una mano para poder ver a la distancia.

En ese preciso momento su futuro marido jugaba un partido de Cricket algo que Seiya no sabia es que Zafiro, Alexander y Mamoru sabían jugar muy bien. 

Seiya trataba de ganarse su aprecio.

Mis hijos mayores le querían mientras que Mamoru aun guardaba cierto recelo con el.

Había decidido tomarlo con paciencia él lo aceptaría tarde o temprano.

Observo a Seiya y cada uno de sus movimientos, era un hombre guapo, de espalda ancha, un cuerpo fuerte en el cual apoyarse cuando se sintiese débil, su piel era blanca con un rostro marcado y anguloso.

—Es un hombre muy guapo—levanto la mirada hacia su cuñada— ¿Eh? hola Michiru, no te he oído llegar.

—Sera porque estabas embobada mirando a tu prometido. —Sintió su cara enrojecer por la vergüenza, en realidad hace mucho que no se fijaba en un hombre y a decir verdad Seiya atraería la mirada de cualquier mujer. —No lo puedo creer mi hermanita sonrojada... ¿hace cuánto que no veía eso?—Haruka se burló ganándose un puñetazo de parte de su hermana. — ¡Auch! Se quejó con dolor— ¡Padre Serena me ha golpeado!—se quejó con falsa indignación.

—Bien cariño, dale otro seguro se lo merecía—Serena sonrió metiéndole otro gancho izquierdo a su hermano.

— ¡Por favor Kenji no la animes!— expelió su madre.

—Hey, basta ya, piensas dejar a mi hijo sin su padre—sonrió Michiru sobando su voluminoso vientre.

—Creo que lo pensare dos veces en el futuro antes de hacer enojar a mi futura esposa.

—Hombre sabio. —apunto Haruka.

Serena desvió la mirada hacia Seiya, él la miraba de manera cariñosa, sabia lo mucho que le agradecía el haberlo invitado, según lo que él le había platicado mientras daban un paseo nocturno en uno de los jardines de su casa, él nunca había tenido una familia y jamás había compartido momentos así.

—Sus hijos son maravillosos mi lady.

—Lo son. —aseveró.

—Bien, mi esposo y yo iremos hacia allá antes de que Malachite mate a mis sobrinos o viceversa—todos sonrieron, Serena vio alejarse a su hermano y a su cuñada.

— ¿Puedo?—se sobresaltó al escuchar a Seiya.

—Oh, sí por supuesto. — acomodo su amplio vestido de verano para que él se sentara a su lado.

—Ese vestido resalta el color de sus ojos de una manera esplendida mi lady.

Ella sintió un nudo en la garganta.

«Ese vestido resalta el color de sus ojos mi lady, pero estoy seguro que se vería mucho mejor en el piso resaltando el color de la alfombra, tu mejor vestido es tu piel desnuda a la luz de las velas de mi habitación»

— ¿Serena?—al escuchar su nombre aquel recuerdo se esfumo— ¿estás bien?

—Eh... si, si estoy bien es solo, estoy nerviosa por la fiesta de esta noche.

El tomo su mano entre las de ella.

—Es nuestro compromiso el que hace que pierdas tu mirada en la nada—él sonrió encantador.

Lady ChibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora