Capítulo único

6K 564 332
                                    


Pareja secundaria: SeroMina.

Parejas mencionadas: KamiJiro e IzuOcha

.

Eijirō se colocaba mimoso luego de una sesión de sexo. Mientras Katsuki se estaba calmando del orgasmo, podía sentir que su esposo salía de él y besaba suavemente sus hombros.

—Estuviste maravilloso, amor —ronroneó en su oído. Katsuki soltó una risa.

—¿Acaso dudabas de mí, Eijirō? —se burló. Eijirō tras él soltó una risita y le acarició el cuello y la cabeza con la nariz. Su cuerpo en su totalidad sobre el de Katsuki y aunque el rubio pudiese con él, quería darse una ducha ya que se sentía asqueroso—. Pelo pincho, bájate, vamos a ducharnos —Eijirō soltó un pequeño gruñido y rodó hasta quedar bocarriba a su lado. Katsuki lo miró, Eijirō le estaba dando una hermosa sonrisa que calentaba su pecho. Sus ojos rojos brillaban con la pequeña luz de la lámpara que inundaba la habitación.

—Blasty.

—¿Hump? —el pelirrojo se acercó a él y le comenzó a repartir besos en el hombro.

—¿Por qué no tenemos un bebé? —preguntó. Katsuki creyó no haber escuchado bien a su marido ¿Hablaba malditamente enserio?

—¿Qué? —Eijirō se separó a observarlo, sus ojos grandes y rojos.

—Que tengamos un bebé.

—¿Acaso faltaste a clases de biología? Tú y yo no podemos tener un hijo ¿Y porque ahora el deseo de repente? —Kirishima soltó una risita y se encogió de hombros.

—Yo sé que no podemos tener un hijo naturalmente entre los dos. Hay diferentes alternativas para tener una familia: adopción…

—El gobierno no le va a dar un niño a una pareja de héroes, ya sabes, los pondrá en peligro y necesitan una familia que esté con ellos en casa.

—Podríamos alquilar un vientre —Eijirō comenzó a jugar con los mechones rubios de Katsuki—. Una mujer dona un óvulo, uno de los dos dona el esperma y listo. Cuando el bebé nazca, nos lo entregan y lo criamos.

—¿Mujeres capaces de entregar a sus hijos?

—Tecnicamente no son sus hijos. Solo lo llevan en su vientre y se le paga por eso. ¡Y es legal! —Katsuki miró hacia otro lado.

Como fue criado él, no se veía criando un niño. Se imaginó a un pequeño de pelo oscuro como Kirishima, con dientes afilados y ojos rojos.

Sonrió, sin embargo, tendrían que combinar los maravillosos genes de su marido con los de una mujer desconocida. Katsuki frunció el ceño.

¿Por qué estaba siquiera reconsiderandolo?

Él no estaba preparado para ser padre.

—¿Por qué quieres un hijo? —le preguntó a su pareja. Escuchó el suspiro de Eijirō.

—Tenemos veintiocho años, Katsu. Somos héroes y en cualquier momento podríamos morir por nuestro trabajo y… —su calló cuando Katsuki agarró su mandíbula con su mano.

—Eres un idiota. Deja de decir que vas a morir —a Katsuki le fastidiaba eso, no le gustaba ni siquiera pensar en perder a Eijirō. Suspiró y lo soltó—. Déjame pensarlo. Ahora me quiero bañar para dormir —rodó en la cama para levantarse. Eijirō corrió a su lado para unirse en la ducha con él.

.

—Entonces salió de la nada con la idea de tener un hijo —contó Katsuki. Mina, frente a él en su oficina soltó una risa.

PaternidadWhere stories live. Discover now