Give me that [KLANCE R18]

Ropa.

Antes de que ambos se volviesen una pareja oficial, era notorio el hecho de que se gustaban.
O al menos de que a Keith le gustaba Lance.
Es decir, la forma en que le miraba ya era muy obvia. El unico que jamas se dio cuenta fue Lance, ya que siempre estaba embobado con la princesa de cabello nevado, y luego, con la apariencia tan madura del mitad galra.
Aunque el momento favorito de Keith siempre era en el momento de cambiarse. ¿Porque? Porque no habia nadie que le quedara TAN bien el body negro que habia debajo de la armadura como a Lance. Le dejaba tan marcado todo...se podia apreciar casi a la perfeccion la forma detallada de su trasero, que a pesar de que en los jeans parecia plano, dentro de esa tema ajustada se veia...dios, se veia muy bien. Las delgadas piernas, pero musculosas aun asi dejaban poco a la imaginacion, asi como su abdomen plano y majestuosas curvas que le darian envidia a cualquiera.
Además de las pequeñas gotas de sudor que resbalaban lento por cuello y frente del moreno, junto con su suave respiracion agitada debido al entrenamiento, daban a una imagen perfecta para Keith.
Pero todo eso fue antes, cuando la guerra estaba presente. Ahora solo eran recuerdos, buenos recuerdos. Pero al final, ambos se llevaron el premio mayor. Se volvieron novios oficiales cuando en medio de una batalla, Keith cargo a Lance nuevamente para huir a sus leones, y Lance le confeso (medio atontado por los golpes recibido, cabe destacar) que le queria y que amaba ser llevado en sus brazos. Era una buena manera de empezar una relacion.

Ya un año pasado de ese momento, un año de paz para la galaxia, ambos vivian juntos en un departamento de la zona, rodeado de sus amigos y familia. Era una buena vida.
Y como toda pareja, tenian sus momentos de intimidad.
Tanto Lance como Keith tenian sus trajes en la casa, ya que debido a una reunion con el comite intergalactico les obligo a llevarlos a limpiar ellos mismos. Estuvieron en los leones bastante tiempo, por lo que algo de polvo tenian.
Keith estaba sacandole brillo a su casco en el sofa, cuando vio a Lance aparecer con ambos bodys negros, el azul y el rojo. Ambos ya eran otros paladines, Keith seguia siendo el negro y Lance el rojo, pero aun asi seguian usando sus colores favoritos.

-Ey Keith, ¿Donde deberia dejarlos? Creo que deberia guardarlos en la maleta con el resto de nuestra ropa. ¿O es mejor ponerlo con las armaduras? -Lance alzo ambos trajes para que su novio los vea, y asi le de una respuesta certera.-

-Mh...creo que es mejor llevarlos con las armadu... -La oportunidad aparecio en su mente como un flash del futuro. Tenia a Lance de novio, tenia el body negro que tanto le volvia loco a disposicion y ya no era ningun niñito virgen. Ademas vivian juntos, no como antes que vivian todos amontonados. Este momento debe ser aprovechado.-

-¿Con las armaduras? Entonces y las pondre alli dobladas, aun debo terminar de encerar mi coraza -Con fastidio vio las prendas pensando en lo que aun debia hacer. Se dio media vuelta con la intencion de volver a su habitacion, hasta que sintio una mano agarrar su antebrazo.- ¿Keith? ¿Que pasa?

-Y...y si mejor... -Mantenia su mirada fija en el suelo, con la verguenza a punto de flotar en sus mejillas.- ¿Y si mejor vamos a la habitacion y te pones tu traje? -Bien, poco duro su sonrojo oculto. Ademas que el hecho de ser super palido no le ayudaba para nada en esos momentos.-

Y Lance tampoco pudo guardar su sonrojo por mas tiempo. El sabia muy bien las miradas furtivas que le dedicaba el oji violeta cuando era momento de ponerse el traje, ademas de que estaba sumamente atento cuando entrenaba unicamente con su body. Aunque se dio cuenta luego de que estuvo al tanto de sus propios sentimientos hacia el coreano.

-Mh...puedo leer tus pensamientos, maldito alien pervertido -Se dio vuelta aun con un leve sonrojo en su cara morena, picandole en la frente con dos dedos.-

-E-ey! No me jodas Lance! -Inmediatamente Keith paso de un estado calentito a uno de ataque. Detestaba cuando Lance lo picaba de esa manera. Pero su estado cambio cuando su amado novio le regalo una tierna risa. Una mano morena agarro la blanca, entrelazando sus dedos con esta y guiandole con un toque travieso.-