Aᴘᴇɢᴏ ♡ SEOKJIN.

005.

TRACK 05.

I KNEW YOU WERE TROUBLE ― TAYLOR SWIFT.

No hay excusas, él nunca te verá llorar y pretende que no sabe que él es la razón por lo que lo cual te estás ahogando.

Sabía que eras un problema cuando entraste, así que la culpa está sobre mí ahora.

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ELLA

    Cuando el reloj marcó las 21:30 PM presioné el botón de enviar y, seguido a esto, apoyé mi cabeza en mis brazos para descansar un poco mi vista, había empezado aquel informe a las 14:00 PM luego de mi descanso y parecía no tener fin alguno por lo que me alivió haberlo enviado antes de la hora límite, recordé entonces que mi teléfono se encontraba del otro lado del escritorio apagado para evitar cualquier molestia o distracción así que lo encendí y dejé que se iniciara, quizás ya era hora de cambiarle. Observé cómo la última persona dentro del recinto apagaba sus cosas y me despedí con cansancio, aún tenía algunas cosas pendientes y pensaba dejarlas adelantadas este fin de semana, cuando tecleé la primera letra My Everything  de Ariana Grande resonó por toda la oficina, froté mis ojos y continué tecleando mientras ignoraba las insistentes llamadas de Seokjin pues le había dejado en claro de que volver exageradamente tarde a casa. Pero no fue suficiente, jamás lo era.

—Pensé que habías entendido lo ocupada que estaba.—Fue lo que dije apenas contesté su llamada, la música de fondo no pasaba por desapercibida y resultaba irritante, sin embargo, Seokjin guardó silencio por un momento más.—¿A qué se debe que me llames? Parece que estás ocupado, incluso más que yo. 

 —¡Oh, lo siento tanto!— Me extrañé al escuchar a la fémina hablar, la molestia empezaba llenar mi interior ¿Qué clase de broma pesada era aquella?— No he querido molestarte, pero Seokjin salió hace media hora y ha dejado su celular y automóvil tirados aquí. Podría dejar que el auto se quede toda la noche, pero algún idiota aquí estuvo lo suficientemente ebrio para estrellarse contra el y lo ha dejado realmente mal.

Cerré los ojos tratando de no explotar en aquel momento de la furia. Aquél era nuestro automóvil, nos habíamos privado de muchísimas cosas para poder costearlo y ahora, gracias a su descuido, lo habían chocado. 

—Intento entender el porqué Seokjin dejaría dos posesiones tan sagradas en aquel sitio, pero imagino que está lo suficientemente ebrio para no importarle— hablé, claramente molesta. La chica al otro lado de la línea sólo se dedicó a reír nerviosa.— Envíame la dirección, supongo que tendré que posponer mi trabajo para después.

—Vale, estaré esperándote en el porche de la casa. Y, una vez más, lamento tener que molestarte por algo cómo esto. 

—No hay problema. 

 Ella colgó y a los minutos la dirección llegó a mi chat, mientras apagaba el ordenador y organizaba las cosas en mi escritorio contacté a un Uber para ir al otro lado de la ciudad a solucionar un problema en el que no quería verme involucrada; estaba en extremo agotada, física y psicológicamente, de no haber sido por el conductor que me indicó que estaba por llegar a mi destino me hubiese dejado llevar por Morfeo. La casa se encontraba parcialmente vacía y la música ya no sonaba como parecía hacerlo cuando hablé con aquella chica que, por cierto, se encontraba sonriéndome apenada desde el porche, busqué con la mirada mi automóvil y al ver el parachoques mi bolsillo y corazón dolieron, quizás nos costaría una quincena compartida repararlo.