Behind the Glass

XLIV‹ "Así de cerca estuvimos de..." /Parte 1/

(Nicole)

Hoy es el cumpleaños de Carlos, y la casa es un completo un caos ésta mañana, todos los empleados de decoración, banquete, música y seguridad pasan de un lado a otro, algunos cargados de lo necesario para la celebración.
Por otra parte, las vacaciones llegaron, nos darán cerca de dos meses y medio, lo cual es bueno, porque se estaba volviendo estresante por las tareas y proyectos.

..................

–¿Se puede?– Jo llamó a la puerta de mi habitación con dos golpes.

–Pasa– Terminé de aplicarme rubor cuando Jo entró, llevaba un pantalón de vestir negro, una camisa blanca y corbata azul marino. –Wow. Que elegante–

–¿Eso crees?– Él mismo se escaneó –Hoy trabajaré con el equipo de seguridad–

–Que mal, quería pasar un rato contigo en la fiesta– Jo se sentó en la orilla de la cama. Y como era costumbre yo lo miraba desde el reflejo del espejo frente a mí.

–Trabajo es trabajo. – suspiró pesadamente y se puso de pie –Debo volver, solo venía a avisarte que tu madre quiere que estés abajo en 10 minutos–

–Ok. Gracias.–
Terminé con un labial de tono natural, mi maquillaje era de igual manera natural.
Llevaba puesto un vestido de un tono morado y unos tacones oscuros, recojí mi cabello en un chongo despeinado. Me observé por última vez en el espejo y salí de mi habitación.

Era increíble lo rápido que la casa cambio en tres horas y media desde que subí a arreglarme. Todo lucía limpio, había pocas decoraciones de arreglos florales; como era costumbre, se utilizará el patio trasero para la fiesta, en donde ya habían terrazas para cubrir el sol, las mesas redondas y perfectamente ubicadas ya estaban decoradas, había un pequeño escenario donde subirían cantantes de todo tipo.

–Feliz cumpleaños... Papá –Le di un abrazo a Carlos en cuanto bajé las escaleras y lo ví de pie cerciorándose de que todo estuviera en orden.

–Gracias linda.– aceptó mi abrazo. –Me gusta que me llames papá... –

–Eso eres.– dije con una tímida sonrisa. –¿Y cómo van las cosas?–

–Bien, ya está todo listo, los invitados llegarán en cuestión de minutos.–

***

–¿Quiénes son todas éstas personas?–

–Son mas que nada inversionistas y empresarios que colaboran con papá... Y alguno que otro familiar de él... –

–Esto está un poco aburrido, pero la comida se ve deliciosa.–

–Drake... ¿Quieres dejar de pensar en comida todo el tiempo? –

–No. ¿Acaso me odias?– preguntó indignado. Negué divertida con la cabeza.
Ambos estábamos de pie cerca de la barra de aperitivos; los invitados ya habían arribado, mi mamá y Carlos hablaban con alguno de ellos, mis hermanastros estaban con sus amigos.
Drake tenía razón, la celebración sí era un poco aburrida, por el hecho de la música tranquila de fondo que se escuchaba, la gente platicaba de temas triviales y tanto Bell como yo, sólo esperábamos la hora de la comida.
–Acaba de llegar Zac... – dijo Drake tomando un bocadillo.

Efron entró con aire de nerviosismo, mirando a todas direcciones con las manos hundidas en los bolsillos.
Drake hizo una seña con la mano elevada al aire y fue cuando Zac nos ubicó en la multitud, que en realidad no era demasiada.

–hola chicos– nos saludó en cuanto llegó hasta nosotros –Se me hizo un poco tarde–

–No te perdiste de mucho... Salvo de los bocadillos, están deliciosos– Drake le ofreció de lo que llevaba en su pequeña bandeja repleta de postres.

–Tu papá sí que sabe celebrar con elegancia– habló Zac admirando el lugar, mientras tomaba algo de lo que Drake le ofrecía.

–Yo diría  que demasiada elegancia... Pero es un poco aburrido– dije.

–Aquí estabas– de la nada, mi madre apareció. Y tomándome del brazo, me condujo entre los invitados.

–¿Mamá, qué haces?– Hablé.
Ella mantenía fuerte su agarre sin decir nada.

Nos detuvimos y mi madre me liberó.

–Al fin te conozco, tu madre me habló muy bien de ti– un hombre vestido de traje negro, alto y de cabello bien arreglado me saludó de mano.

–Así es ella...– dije a tono más sarcástico estrechando la mano del sujeto.

–Estábamos hablando de las inversiones y la isla privada del señor Byffett– intervino mi madre.

–Tu mamá sabe mucho del tema relacionado con las finanzas...–

–Lo sé... – Dije.
Un chico rubio alto se acercó a nosotros.

–Él es mi hijo, Ryan.– lo presentó. El chico sonrió y nos saludó de mano a mamá y a mí.

–¿Porqué no le muestras la casa a Ryan?– mi madre me habló con una sonrisa plástica. –Le encantará, es una construcción maravillosa.– esta vez ella se dirigió al señor Byffett.

–No creo que él quiera ver...–

–Sí quiere.– mi madre me interrumpió –¿Verdad Ryan?–

–Uhmmm, Sí...– Respondió el chico un poco desorientado y nervioso.

–Perfecto– Dijo mi madre eufórica –Vayan–

Caminamos entre la multitud; ví a Drake y Zac a lo lejos, ambos hicieron una seña preguntándome "¿Quién es? ¿A dónde vas? O ¿Qué pasa?", al menos eso fue lo que entendí.
Yo hice otra seña diciéndoles que no tenía ni la menor idea.

Entramos a la casa, donde también había bastante gente en trajes elegantes con copas en sus manos.

–Ok... No soy guía, así que... No sé por donde comenzar– me detuve al llegar al pie de la escalera.

–No te preocupes no tienes que darme un tour por tu casa. No dije nada frente a tu mamá porque no quería ser grosero... Pero se notaba que no querías mostrarme tu casa.– dijo Ryan con un tono amigable.

–No es eso, no me molesta mostrarte mi casa... Sólo que...–

–Soy un extraño...–

–No– solté casi al instante. –Bueno, sí lo eres, pero te ves agradable.–

–Pues gracias por eso...–