|2|

704 61 10
                                    

—No entiendo cómo puedes estar tan ciego, Jimin. ¿No te das cuenta de que estás alejando a todos los que te amamos?

—No sé de qué hablas, Jungkook. De ninguna forma le he pedido a alguno de ustedes que se aleje, más bien parece ser que ustedes son los que no me quieren.

—Tú realmente estás demente—el menor se rascó la cabeza, sintiéndose frustrado. —Han pasado casi cuatro años desde que conociste a Namjoon. Irradias felicidad al estar con tu novio y sabes que siempre nos sentimos felices por ti. Todos nosotros lo hacemos. Pero, ¿no te das cuenta de lo tanto que has cambiado?

—Sigo siendo el mismo de siempre.

—No, Jimin. Creeme que no lo eres. Tú y yo solíamos ir al gimnasio juntos, pero lo abandonaste después de que Namjoon dijo que no le gustan los chicos con músculos. Cada viernes salías a comer un helado con Hoseok y Seokjin, ahora no comes lácteos porque a Namjoon no le gustan. ¿Recuerdas aquellos días en los que Taehyung nos compraba pizza? Lo hacía porque estaba consciente de que era tu comida favorita. ¿Crees que hemos olvidado aquel día en el que tomaste toda esa comida que el compró con amor para ti y la tiraste a la basura? "Namjoon hyung dice que los carbohidratos son malos y engordan". Todo lo que pasaba por tu mente era que Namjoon ya no te querría solo porque fueras a comer algo que a él no le agradara. ¿Y que hay de tu mejor amigo de la infancia? Joder, Yoongi hacía música, tenía tanto talento y gran parte de su perseverancia se debía a que su mejor amigo y la única persona que había confiado en él se encontraba animándolo a seguir sus sueños. Él ahora se encuentra miserable detrás de un escritorio en una oficina aburrida, haciendo un trabajo que no le gusta, y llora todas las noches al tocar el piano porque te extraña. ¿Y por qué lo dejaste? Ah, claro, porque Namjoon te lo pidió. Porque tu prometido no soporta la idea de que tengas a más personas que te amen, a personas que te acepten tal y como eres. No sé cómo no te das cuenta del abuso por el que estás pasando, él te ha cambiado por completo para que estés acorde a su imagen deseada y perfecta. Tú ya no eres Jimin, eres lo que Namjoon quiere que seas. Y yo, la verdad, es que ya no te conozco— el menor se levantó de su asiento mientras se dirigía a la puerta principal de la casa de su hyung.

Por otro lado, Jimin se quedó boquiabierto, puesto que era la primera vez que alguien le hablaba de aquella forma. Aunque no quisiera aceptarlo, el menor sólo le había dicho la verdad que él se negaba a escuchar.

—Esta será la última vez que vendré a buscarte. Cuando salga de esta puerta, no me volverás a ver frente a ella jamás. Así como lo hiciste con los otros, has conseguido alejarme a mí también— comentó al salir, no sin antes voltear a ver a su hyung una última vez. —Sólo piénsalo, ¿sí? Mierda, Jimin, nosotros te amamos. Jamás cambiaríamos nada de ti— fueron sus últimas palabras antes de salir.

                                                             ★★★

Mi amor

Hazte algo de comer, no voy a llegar por ti hoy. Por cierto, estarás solo un par de días, tengo unos pendientes que hacer.

Jimin

Hyung, habíamos quedado desde hace días que hoy saldríamos a comer. ¿Entonces no vendrás? En serio muero de hambre, ¿por qué no me avisaste antes?

Mi amor

Pero al menos te avisé, ¿no? ¿No puedes pasar un día sin quejarte?

Jimin

Perdona, Namjoon hyung. No te preocupes, yo me haré algo de comer. Nos vemos cuando regreses, te amo

Mi amor

Ajá

Jugó ansiosamente con su anillo de compromiso mientras un mar de lágrimas inundaban sus ojos. No le hubiera dolido tanto si le hubiera avisado desde mucho antes. No le hubiera dolido tanto si mejor no hubieran planeado salir. Es más, lo habría tomado con más calma si le hubiera dicho que también lo amaba. Pero simplemente Jimin no podía evitar llorar al notar como su prometido había cambiado la cena de aniversario de ambos por alguna otra cosa que parecía ser más importante.

Guardó el saco que había elegido para salir a cenar y se colocó una pijama. Ansiaba dormir un poco y olvidar su tristeza por al menos un momento, pero no lograba sacar de su mente las últimas palabras que Jungkook le había dicho aquel día hace unos meses. Desde ese entonces, no había visto a nadie. Sus amigos habían formado sus propias vidas sin él siendo incluido en ellas, y la nostalgia lo invadió al ver las antiguas fotos en su celular de hace unos años.

¿Qué había pasado con ese Jimin sonriente, fuerte y feliz? Él actualmente seguía siendo feliz, ¿no? Pues cada vez que hacía algo bien, Namjoon lo besaba. Cada vez que decía lo que sabía que tenía que decir, o actuaba acorde a los estándares de su prometido, éste le sonreía de vuelta.

Pero a su prometido no parecía importarle cada vez que Jimin lloraba por las noches. Jimin jamás sentía los cálidos brazos del mayor rodear su cuerpo con amor cuando los necesitaba. En cambio, lo que solía escuchar era un quejido por parte de él y un "ya deja de llorar y duerme". Y él, en este preciso momento, necesitaba a alguien. Necesitaba a alguien que lo amara y lo reconfortara. Y es por ello que no dudo en tomar su celular para hablar con la única persona que sabía que lo apoyaría, sin importar qué pasara.

Mi niño tierno

Hyung... probablemente me odias en este instante y tu último deseo es verme, pero... Dios, no sabes cuánto te extraño. Te necesito...

Los minutos pasaron y él se sentía más nervioso. Probablemente no había sido una buena idea hablarle. Claro, no se sorprendería si no obtiene una respuesta, puesto que su hyung probablemente lo odia. Es por ello que se exaltó tanto al escuchar el timbre de su puerta, junto con una notificación en su celular.

Dormilón amargado

Si tanto me extrañas, entonces ábreme la puerta. También te necesito, enano baboso. 

Tengo que amarme de nuevo {Namjoon + Jimin}Where stories live. Discover now