|4|

463 55 4
                                    

Dos semanas habían pasado desde aquel último mensaje. Dos semanas en las que le envió mensajes interminables al mayor, sin obtener ninguna respuesta a cambio. Los nervios lo habían estado consumiendo, y no había día en el que no sufriera un ataque de ansiedad. Después de aquél día que Yoongi había visitado su hogar, se planteó y re-planteó una infinidad de veces si cumpliría o no lo que había dicho. 

Tembloroso, Jimin volteó hacia la puerta, notando la llegada de su esposo. No podía mentirse a sí mismo: realmente lo había extrañado. 

—¡Namjoon hyung!— se levantó rápidamente de aquel sofá en el que estaba sentado, corriendo rápidamente hacia el mayor —Mi amor, no tienes idea de lo mucho que te extrañé-

Hubiera terminado de hablar, de no ser porque su cuerpo cayó velozmente al suelo debido a la fuerza ejercida por los brazos ajenos. Estupefacto, levantó el rostro para poder mirarlo, su cerebro aún procesando lo que acababa de suceder —Hyung...— lo miró desconcertado, levantándose del suelo pocos segundos después.

—Deja de mirarme así, Jimin. Eres ridículo, ni que te hubiera empujado tan fuerte. Déjame solo, ¿sí? Estoy cansado y me quiero relajar— el mayor dejó caer la chaqueta que traía puesta, dirigiéndose al sofá y tomando el remoto de la televisión, encendiéndolo en seguida. El menor seguía con su mirada fija en él, ni siquiera lograba sentir el dolor de la caída. Simplemente no lograba comprender nada.

Era como si el mayor no estuviera consciente de su presencia. No dijo ni una sola palabra, no emitió ni un sonido; simplemente se alejó de ahí, caminando lo más rápidamente posible al baño principal, desplomándose al suelo en cuanto cerró la puerta con llave. Las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos sin que él se diera cuenta de ello comenzaron a fluir sin permiso alguno, mientras sus dedos jugaban con el anillo de bodas en su mano. No podía rendirse tan fácil, no podía dejar que todo terminara tan pronto... lo intentaría una vez más. Solo una. 

°°°

—Hyung... ya pasaron un par de horas, ¿podemos hablar?

—Por Dios, Jimin. No puedo creer que seas tan tonto

—Namjoon, ésto es importante, por favor

—Te dije que quería estar solo, pedazo de idiota. Lárgate de una vez.

—No, no puedo. Realmente necesito hablar contigo

—Jimin, no tengo tiempo para tus estupideces ahora

—No son estupideces, Namjoon

—Lo que sea que salga de tu boca siempre es una completa estupidez.  Estoy exhausto, no quiero escucharte en este momento. Es más, la verdad es que ni siquiera quiero verte— al notar como el mayor rápidamente se alejaba, el menor corrió hacia él, ambos dirigiéndose a su habitación— Namjoon, espera— sobresaltado, retrocedió en seguida al sentir la puerta golpear su nariz por el cierre brusco de ésta provocado por el mayor. Estático, se quedó ahí parado, sin mover ni un solo dedo, mientras las lágrimas nuevamente comenzaban a inundar sus ojos. Namjoon jamás le había cerrado la puerta de esa manera.

Estaba harto, verdaderamente harto. Creía poder soportarlo, creía que podría darle una nueva oportunidad, pero es como si aquel suceso le hubiera abierto los ojos. La venda que lo cegaba finalmente había sido removida. Fue así como, sin sentir ni una pizca de temor ni culpabilidad, abrió aquella puerta sin chistar, ni siquiera volteando a ver al mayor.

—Te dije que no quiero verte-

—No entré aquí para verte a ti— murmuró con voz monótona, abriendo su armario para sacar una maleta— Entré para jamás tener que volver a verte— sin pensarlo dos veces, comenzó a colocar cada prenda de ropa que le pertenecía, sin importarle si la estaba arrugando o no. Lo único que deseaba era irse de allí. Por otro lado, el mayor solo se limitó a verlo, sin saber qué decir.

—Jimin, ¿pero que demonios estás haciendo?

—¿Qué acaso no tienes ojos? ¿No es evidente lo que hago? ¿O acaso debo decirte en voz alta que me largo de aquí?— respondió con rabia, cerrando aquella maleta al terminar de guardar todo —Ah, por cierto. Ten, ésto te pertenece— se retiró el anillo, lanzándolo fuertemente hacia el mayor.

—Tú no puedes irte, no puedes dejarme. Jimin— sintió la fuerte mano ajena sujetarlo del brazo, obligándolo a voltear a verlo —¿Te irás así? ¿Sin más? Estamos casados, tú eres mi esposo. Eres mío, me perteneces— sintió los brazos ajenos comenzar a rodearlo, sus piernas temblando al sentir la respiración del mayor tan cerca suyo —Y me amas. No serías capaz de dejarme. Sin mí, no eres nada— sintió su estómago revolverse, una sensación de asco comenzaba a inundarlo al sentir sus labios ser sellados por los contrarios. Había esperado tanto tiempo, no lograba ni recordar la última vez que su esposo lo había besado. Ahora, lo único que deseaba era quitárselo de encima. 

Apretando su puño, lo impulsó con fuerza al abdomen ajeno, golpeando lo más fuerte que pudo. Inmediatamente, el mayor cayó al suelo, y solo se limitó a observarlo intentar recuperar el aire que perdió cuando éste se escapó de sus pulmones por aquel golpe. Se agachó para estar a su nivel, tomando el mentón ajeno con su mano, obligando al mayor a verlo a los ojos — ¿Sin ti soy nada? No, cariño. Contigo, yo me convertí en nada, porque lo perdí todo. Perdí a mis amigos, perdí el gusto por todo lo que alguna vez le daba luz a mi vida. Me convertí en un muñequito perfecto al cual podías manipular a tu maldito gusto, e hice todo para complacerte. ¿Y todo para qué? ¿Para llegar a ésto? —soltó el mentón ajeno, levantándose rápidamente para tomar de nuevo su maleta —Búscate a alguien más a quien puedas convertir en tu títere, porque yo ya me he cansado de serlo. Adiós, Namjoon— sin más que decir, abrió la puerta de la habitación y corrió hacia la puerta principal, deteniéndose antes de salir al escucharle gritar.

—¡Nadie nunca te va a amar, Jimin! Dime, ¿quién te amará ahora?— su mano colocada en la perilla, se dispuso a girarla para abrir la puerta. Volteó una última vez hacia atrás, impidiendo que las lágrimas alojadas en sus ojos brotaran. Tomó una gran bocanada de aire, y sin chistar, le respondió, saliendo de allí y cerrando la puerta inmediatamente después. 

—Yo lo haré. 

Tengo que amarme de nuevo {Namjoon + Jimin}Where stories live. Discover now