41 Quarante Et Un

7.5K 1.2K 49
                                    

41° Libro: La Tregua.

"Porque hay una cosa cierta y es que la quiero. Esto lo escribo sólo para mí, así que no importa que suene cursi."





De la cocina salía un olor no tan delicioso, y allí fue cuando la alarma de incendios se encendió de inmediato, Kim Seokjin apresuraba el paso desde su habitación para llegar a la cocina, un pequeño grito salio de sus labios al ver como lo que estaba dentro del horno se estaba quemando, corrió y apago el horno para después desactivar la alarma de incendios.

Suspiro más tranquilo y miro el horno, bueno al parecer la tarta de manzana no estaría lista para cuando llegará Park Jimin.

Seokjin le había ofrecido que sería una gran idea que lo acompañará a disfrutar de alguna comida, y ahora el postre estaba arruinado, no sabía porque le había ocurrido algo como eso, usualmente no le ocurría nada de eso.

Pero como siempre lo habían dicho; hay una primera vez para todo y esta era una de esas primeras veces, la primera vez que quemo una tarta de manzana, se sentó en el piso cerca del horno, no quería abrirlo, era obvio que vería su más grande error en la cocina, pero no quería afrontarlo, no en esos precisos momentos, tal vez lo haría más tarde.

Tiene que limpiar el horno, claro si acaso la tarta había dejado su pequeño desastre, y Seokjin sabía que para hacerlo, era necesario abrir aquel horno, con algo de miedo se levanto y puso su mano en la puerta del horno, y la abrió, el humo se hizo presente, olía como si la azúcar se hubiera quemado, no era agradable, e incluso podía llegar a darte un ataque de tos por solo ese aroma tan penetrante.

Entrecerró los ojos y con su mano aparto el humo que salía, tenía que percatarse del desastre dentro del horno. Y allí lo vio una tarta con toda la costra casi quemada, por la mente de Seokjin paso la posibilidad de que tal vez el sabor no era tan malo como lo pensaba, pero ni loco probaría aquello, pero sabía a la perfección quien si se atrevería.

"El día en que quemes algo en la cocina, será el día en que me agrade tu comida."

- Bien, al menos Yoongi ya no se quejará de como cocino.

Tomo los guantes y se los coloco para después sacar la tarta, era obvio que no le daría ni un bocado a Park Jimin, seguramente lo quemado y todo aquel humo encerrado en el horno, había arruinado el sabor.

Ni siquiera sabía porque en esos momentos, en cuanto coloco la tarta en el mueble de cocina, había pensado en aquella comida preferida de Min Yoongi, sus amadas brochetas de cordero.

- Mmm, tal vez no esté arruinado todo.

Sonrío, y miro el reloj, tenía el suficiente tiempo para salir, comprar la carne y hacer esas dichosas brochetas de cordero, solo esperaba que a Jimin le gustarán.



El olor a carne era lo que llamo la atención de Jimin en cuanto empezó a caminar casi cerca de la entrada al departamento de Seokjin.

Había regresado con un nuevo libro en sus manos, se la había pasado leyendo para su bello durmiente por unas horas, claro que se disculpo con Min Yoongi por abandonarlo tan pronto, inclusive no sabía que le dio por dar una larga disculpa, se sentía realmente apenado por abandonarle tan temprano de nueva cuenta.

Toco el timbre para que Seokjin le abriera, y no tardo nada en hacerlo, Jimin se percato que el mayor tenía puesto un delantal de cocina, tenía algo curioso, una galleta que sonreía mostrando solo un diente y tenía en sus manos una cuchara y un pequeño gorro de chef, abajo de la imagen decía claramente "Cocina con Shooky".

Seokjin se percato de la mirada curiosa de Jimin.

- Me lo regalo Yoongi en la navidad pasada, aunque claramente sabe que me agrada más RJ.

Park Jimin sonrío por el comentario, y claro que recordaba aquella navidad, esa vez Yoongi le había regalado a él un peluche de Chimmy, los demás tenían diferentes cosas de aquellos personajes, según Yoongi le recordaban a cada uno de ellos.

- Dí que al menos no te regalo una fotografía suya.

Seokjin no pudo evitar soltar una pequeña risa, era cierto que coleccionaba las fotografías que luego le daba Yoongi, claro que lo hacía como broma, pues después le daba otro regalo que a si fuera de su agrado.

- Pasa, casi termino las brochetas.

- ¡Sabía que eran  brochetas!

Jimin entro para después querer ir a la cocina, pero Seokjin se lo impidió.

- No puedes entrar.

- ¿Acaso hiciste un desastre y no me lo quieres mostrar? O ¿estás escondiendo a alguien?

- No y no -Seokjin sabía que lo del desastre era algo cierto.- Espera en la estancia.

Sin dar otro comentario Jimin fue a la estancia.



Jimin se encontraba en el autobús, estaba cansado, no sabía como pero Seokjin le convencía a cada rato que no debía entrar a la cocina, claro que a la hora de lavar los platos no se lo impidió y allí fue cuando vio la tarta quemada.

No dijo ningún comentario solamente se apresuro a lavar los platos y salir de allí con una sonrisa que reflejará que no se había percatado de aquella tarta quemada.

"Si no dices nada por un pequeño error, está bien, todos los cometemos alguna vez, y no es una sorpresa que hasta a quien admiras mucho los cometa, es humano y por lo tanto se equivoca al igual que tú y yo."

Sonrío mientras veía la portada del libro "La Tregua" de Mario Benedetti.

Mi Bello Durmiente  ||YoonMin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora