Capitulo 3

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-Finalmente puedo vengar tu muerte shawn, solo observa cómo esto acaba aquí y ahora- pensó Camila preparando su cuerpo para un salto directo a la ojiverde.

Lo único que Camila no contempló es que aquella ojiverde no estaría sola, estaba tan concentrada en la ella, en su pelaje blanco que era sacudido por el aire,  sus sentidos solo se enfocaron en su objetivo delante.
cuando estaba por cometer su acción por un costado sintió una gran mordida, justo por sus costillas. Cayó en la fría nieve sin poder moverse por la fuerza de tal lobo.

No lograba ver con claridad, se sentía mareada por el golpe que se llevó al caer en la nieve. Poco a poco fue abriendo los ojos, sentía la sangre recorriendo por su estómago, a pesar de que no era una herida grave porque podía sentir que no estaba haciendo demasiada fuerza en su mordida aquel lobo, si que se sentía desvanecer.

-Justin, no tenías porque lastimarla así- Camila escuchó la ronca voz de aquella chica que había retomado su forma humana, ¿acaso sabía que iba tras ella? ¿Por qué no estaba a la defensiva?

Le sorprendía bastante que no tuviera miedo para llegar al punto de mostrarse en su forma humana, bien podría recobrarse y matarla aún más fácil estando en ese estado la ojiverde.
Trató de quitar de encima al lobo que la atacó, pero el tal justin, como la chica lo había llamado tenía mucha fuerza.
No pudo evitar observarla por completo, claro que era muy hermosa, y más con la luz de la luna mostrando aquellos hermosos ojos color esmeralda.

-vamos a llevarla a casa. Ahí veremos que hacer con ella, pero antes...- lauren se acercó con sigilo hacía Camila aún retenida en la nieve- necesito que tomes tu forma humana, desconocida. Si no lo haces yo misma me encargaré de encajarte los colmillos en tu cuello.

Camila realmente no quería aceptar las condiciones de la chica, de igual manera podría matarla en su forma humana, pero realmente tenía curiosidad de que quería hacer con ella llevándola hasta su aldea, en parte está interrogarla, pero ¿por qué no hacerlo aquí y ahora?
Así poco a poco fue quitando su transformación hasta quedar totalmente expuesta ante tales lobos.
Lauren sintió sus piernas temblar, pues aquella chica la embelesó con su belleza

-Que buena chica, ten una bata para que te cubras.-le extendió con una mano una bata color negro, lauren usualmente visita mucho esos rumbos, por lo que en unos arbustos siempre deja ropa extra o batas en caso de emergencia, como este caso.

-Muy bien, chica desconocida. Te treparás en mi lomo para transportarte hasta mi aldea, no sin antes cubrirte los ojos con esta franela- le dijo con una linda sonrisa en su rostro

-¿Por qué no me puedo ir en el lomo de él? -cuestionó con bastante curiosidad, ¿como podría bajar la guardia después de que intentó matarla?

-Porque yo digo que te irás conmigo y punto-gruñó con cierto fastidio en su voz- te advierto que no debes intentar nada porque justin irá justo detrás de nosotras vigilando cada movimiento que hagas.

Pero apenas intentó caminar, sintió una punzada en su costado, haciendo una mueca de dolor por la mordida que le hizo el tal justin. Se descubrió un poco esa zona y pudo visualizar la herida, a pesar de no ser grave no paraba de sangrar, no hasta que sintió una gran lengua rasposa, ¿en qué momento tomó la forma de lobo y con qué derecho tocaba su cuerpo? Aunque en el fondo le gustó aquella acción que hizo la ojiverde, gracias a esa acción dejó de sangrar y empezó a cicatrizar casi inmediato.

-Gracias- susurró apenas audible, no quería reconocerlo, pero de no ser por eso habría seguido con el sangrado todo el viaje.

-No te emociones, no lo hice por beneficio tuyo. Te necesito viva hasta llegar a la aldea, además que no quiero que manches mi pelaje con tu sangre- se comunicó mentalmente con Camila.

Con cuidado subió en el lomo de aquella chica, por su mente solo pensaba en las mil formas de escapar antes de llegar a la aldea de aquella chica, a pesar de que la ayudó hace un momento no podría olvidar el motivo por el cuál había ido hasta allá, tenía que matarla.
Sentía la dura mirada de justin detrás de ella, cualquier cosa que intentara sabía que estaba en desventaja con aquellos dos lobos.

La suerte no estaba de su lado en esta ocasión, se sentía atrapada. En ese momento pensó en su familia, si fue esa la última vez que habló con ellos, se portó muy grosera con su madre.
Tendría que estar con sofi, de ahí hasta que la etapa de Newcan aparezca y Camila sea quien la calme y la instruya en dominar sus habilidades.
Sintió como la ojiverde frenó bruscamente su paso, a pesar de que no veía nada por culpa de la franela si que podía sentir como la chica en la que iba montada se sentía amenazada por algo, casi podía sentir como movía sus orejas de un lado a otro y su olfato intentando averiguar de quién es aquel aroma.
Para Camila que se le da fácilmente el percibir aromas, reconoció de inmediato ese inconfundible aroma, aroma de diva.
Sonrió para sus adentros.

-No estamos solos-mencionó lauren, retrocediendo un poco su paso.

Y como si fuera la señal, detrás de Lauren, Justin fue derribado llevándose con él una buena mordida en su pata trasera.
En ningún momento percibió de dónde salió aquella loba color chocolate, si que era buena ocultándose porque casi nadie podía sorprender a Lauren de esa forma.

-Suelten a la chica, su padre está enterado de la situación. Vienen para acá decenas de lobos en busca de Camila, claro que como soy ligeramente más rápida que ellos he llegado aquí primero- se dirigió hacía lauren mostrando cada uno de sus filosos colmillos.

-He de admitir que me has sorprendido- dicho esto los colmillos de lauren se asomaban más y más, mostrando esa cara de instinto asesino que hace mucho tenía ocultando- Si son inteligentes, se marcharán. No les conviene pelear conmigo, no saben quien soy yo.

Ninguna de las dos retiraba la mirada, estaban seguras de lo que pasaría después, una pelea a muerte segura.
Camila sabía que esto no estaba bien, conocía muy bien la fuerza de su amiga, pero jamás había visto una fuerza aún más grande como la de la loba en la que iba montada. Como pudo bajo del lomo de lauren, se quitó la venda de los ojos y se colocó en medio de estas dos intentando evitar la pelea, pues evidentemente terminaría perdiendo su amiga.

-Paren, por favor. -suplicó Camila, sentía como las lágrimas querían salir de su interior, sabía que no podría proteger a Su amiga en el estado en el que se encontraba, solo no quería perder a alguien más.

Los ojos esmeralda y los ojos chocolate hicieron contacto, y justo como aquella vez hace dos años, lauren volvió en si.
Recordando que aquella asesina no era ella misma, si no el instinto que le decía que hacer. Relajó sus facciones al instante, volviendo a mantener la postura serena de antes.

-Normani, basta por favor. No quiero perderte, no a ti- Camila dijo una vez más pero ahora sin poder contener las lagrimas.

Normani entendió a la perfección el estado de su amiga, y tal como hizo la ojiverde, bajo la guardia por su amiga.

Por más que quisiera, lauren no podía evitar el sentimiento de culpa y tristeza al ver sufrir a la pequeña chica delante de ella. Verla tan vulnerable, le daba el sentimiento de querer protegerla.
A lo que la llevo a tomar la siguiente decisión, después de todo también necesitaba llevar a su amigo a la aldea para que tuviera atención médica.

-Lárguense, no las quiero volver a ver por aquí cerca. Recuerden que no doy segundas oportunidades- dijo casi en un gruñido, pues le disgustaba tener que dejar a aquella chica que sin saberlo le había robado ya su corazón.

Montó a justin a su lomo y con una rapidez descomunal dejó a las dos chicas en medio del bosque, anonadadas por lo que había ocurrido hace unos momentos.

Salvaje tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora