Mi Vecino Mi Perdición

Capítulo 20

-Bésame cuantas veces quieras... - susurra.

Unimos otra vez nuestros labios con un suave beso. Nunca me hubiese imaginado que en estos momentos estuviese besando al Dios griego con actitud de mierda.

-Nunca pensé estar así... - fue inevitable decirlo.

-Créeme que ya somos dos. - sus ojos se posan en los míos.

-¿Por qué lo dices? ¿Tanto dudaste sobre que algo podría pasar entre nosotros?

-No, sólo que... Esto es muy extraño para mí.

-¿En qué sentido?

-Camila, jamás he estado en una relación seria... Mucho menos he intentado conocer a alguien para formar algo.

-¿Y eso...

-Significa que esta situación es extrañamente absursda. - sonríe - Pero no te preocupes, no lo digo en mal plan.

-No me había preocupado... - sonrío, y él me devuelve aquel gesto.

Nos quedamos nadando un rato, ya iba a atardecer, no sabia que hora era pero tampoco es que me  importara. Me sentía genial con Christopher, lo cual me hacía querer que no acabara este día.

..........

Ya el sol se había ido, igual que casi todas las personas que se encontraban en este lugar. Salimos del mar, hacía demasiado frío, por lo tanto, ambos estábamos envueltos en unas toallas.

Nos dirigimos hacia la moto, ahí estaba mi mochila en el que tenia mi ropa, lo tomé y me dirigí al baño, pero siento unos pasos detrás de mí lo cual me obliga a voltear y a toparme con Christopher.

-¿Qué haces? - pregunté.

-Quería acompañarte. - se coloca frente a mí - Aunque esperemos que la situación de esta mañana no se repita.

-No seas grosero y créeme que no se repetirá. - rodea sus ojos - Iré a cambiarme.

-Ve, yo me cambiaré en el otro baño. - sonríe.

Me separé  de Christopher y me dirigí hacia el baño, entré y me cambié.
Salí del baño y fui hacia donde estaba la moto de Christopher, él se encontraba esperándome.

-Ya estoy lista, ¿Nos vamos?

-Te estaba esperando, súbete.

Me pasó el casco, me lo coloqué al igual que él, y subimos a la moto para irnos.
El viaje de nuevo fue muy relajante, aunque hacía un poco de frío... Me encantaba sentir como el aire rebotaba en mi cuerpo. Mis brazos se aferran al suyos, ya que para él esto es como una carrera; no entiendo porqué iba tan rápido.

Llegamos unas calles antes de nuestras casas como costumbre. Me bajé de la moto al igual que él, el cual me quita el casco de seguridad para colocarlo en la moto.

-Ya me voy a mi casa... - dije.

-Vamos, yo te acompaño, ya es un poco tarde.

-¿Y dónde vas a dejar la moto? - pregunté confundida.

-Aquí, no le va a pasar nada.

-¿Seguro?

-Sí, ya vamos.

Christopher dejó la moto, y comenzamos a caminar hacia nuestras casas.

-Hoy fue un gran día. En parte se logró lo que quería... - dice Christopher mientras caminábamos nuestras casas.

-¿Qué querías lograr? - pregunto sin voltear a verlo.

-Conocerte un poco más... Y bueno, el beso lo diste tú; eso fue un avance.