Un amor excéntrico.

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El mes de junio estaba en su máximo esplendor cuando Jinyoung salió por primera vez de su departamento con otra intención que no fuera comprar comida. El calor no tardaría en intensificarse, las vacaciones estaban por comenzar, los lugares turísticos estarían repletos de personas, ese era el objetivo principal de Jinyoung.

Esa tarde después del trabajo pasó a su cafetería de costumbre y pidió lo de costumbre, dándole vueltas al tema de salir esa noche a otro lugar que no fuera un restaurante de comida rápida, estaba ganando la parte de él que le decía a gritos: "¡Quedémonos en casa! Mañana podemos empezar, estarás más descansado y decidido" cuando su café llegó y no debidamente en su taza

-Mierda -siseó Jinyoung al recordar que no estaba en la privacidad de su casa - ¿puedes traerme algo con que limpiarme? -preguntó al mesero que hace apenas unos segundos estaba sosteniendo su taza de café

El mesero solo asintió y desapareció entre las puertas que daba a la cocina. Todo esto era perfecto, Jinyoung no sabía si ese incidente era una señal de que algo bueno o malo estuviese por pasar, y no ayudaba el hecho de que seguía sin convencerse por completo sobre salir esa noche o quedarse en la comodidad de su sofá comiendo frituras con su perro haciéndole compañía. Se levantó con cuidado y se dirigió sin dejar de ver las losetas blancas de aquella cafetería hasta el baño para echarse un poco de agua fría en las piernas porque... el café estaba caliente, sus piernas estaban ardiendo ¿no es lógico?
Al salir un poco más tranquilo y regresar a su asiento lo único que vio sobre su mesa era una rebanada de lo que parecía ser pastel de fresas y un folleto con una nota encima de él. Jinyoung tomó ambas cosas y salió del lugar, inmerso en el folleto (y en las ganas de probar el postre gratis); cuando llegó a casa y se despojó de sus pantalones mojados tomó la nota entre sus manos mientras masticaba gustoso el pastel de fresa

"luces cansado ¿porqué no te animas a ir? este folleto tiene un cupón de descuento, tiene validez únicamente esta noche.

-el mesero (quién más)".

Jinyoung abrió el folleto y una pulsera de papel salió del mismo, era un descuento en la barra después de media noche, en el folleto estaba la dirección escrita y un horario con supuestos espectáculos que habrían esa noche, si su vida necesitara ser aun más explícita con lo que estaba tratando de transmitirle le enviaría un ángel andrógino que le diera una cachetada y lo llevara de las orejas hasta la entrada de aquel establecimiento y en vez de desearle suerte le pondría la pulsera y lo besaría antes de desaparecer en una nube iluminada y acompañada de un coro celestial. Terminó su rebanada de pastel y se dio un baño rápido, escogió sus mejores ropas -que no parecieran de abuelo- y roció un poco de loción en sus muñecas antes de salir de su departamento y comenzar a andar en busca de un taxi. El camino puede reducirlo a estar expectante sobre todo lo que ocurría en la calle al adentrarse más a la zona donde habían más lugares de entretenimiento que casas, y luego de veinte minutos en taxi, media hora en la fila del establecimiento, y otros quince minutos que duró más encerrado en un baño intentando calmar su repentina ansiedad Jinyoung salió a paso decidido hasta la barra y pidió lo primero que cruzó por su mente haciendo uso de su pulsera mágica; era media noche, los grupos de gente comenzaban a hacerse más grandes, él agradecía haberse ganado un banco en la barra antes de que toda esa gente entrara de la nada.

Varias bebidas más tarde, se levantó a ver el lugar, solo podía percibir el calor persistente y sus mareos por haber tomado tanto sin estar haciendo otra cosa; sabía que su objetivo ahí era conocer a alguien pero estaba aterrado, todos se veían complementando tan bien sus propios grupos que si él se atrevía a llegar con una vaga presentación terminaría arruinando el ambiente, por eso regresó a su lugar predestinado en la barra y pidió otra cosa, los supuestos espectáculos comenzarían, podía esperar un rato más antes de iniciar su plan de encontrar a alguien lo suficientemente interesante como para darse la opción de conocerlo a fondo; las luces no tardaron en hacer auge en el público cercano a lo que parecía una pasarela en medio de la pista, iluminada solo en blanco, con la gente haciendo espacio a la par de gritos eufóricos y un cambio rotundo de la música que hasta hace unos momentos estaba taladrando sin piedad los oídos de Jinyoung. Se acercó bastante curioso con lo que quedaba de su novena bebida esa noche y antes de llegar donde la pista algo captó su atención, o más bien alguien, de cabellos blancos, sosteniendo un teléfono, brazos delgados, muñecas adornadas con cadenas que parecían ser bastante pesadas como las que usaba sobre su cuello, sus uñas pintadas de algún color oscuro. Jinyoung estaba sin palabras, realmente había polos completamente opuestos a él, y tal vez aceptar esa realidad hizo que su lado lógico y pensante se quedara mirándolo como si fuera la persona más interesante de todo ese establecimiento.

Jinyoung's love tripDonde viven las historias. Descúbrelo ahora