Sintomas De Un Embarazo

Abuelos.

No quería ir, no quería estar allí,  quería irse a casa tomar una ducha pedirle a Thor un masaje de cuerpo completo e irse a la cama a dormir por tres años.

Pero su estúpido esposo tenía otros planes.

Fue el poderoso y fuerte grito de Frigga lo que casi los deja sordos.

Algunas aves volaron lejos temerosas de algún ataque nuclear o algo de gran magnitud para que alguien grite de ese modo.

Y eso que sólo abrió la puerta para recibirlos...

Arrebató de las manos de Thor el preciado sobre.

Frigga brincaba por toda la sala con el ultrasonido  en sus delgadas manos, mientras el rubio sólo sonreía de orgullosa alegría.

Loki los miraba un poco asustado, juraba por todo lo sagrado que no podía escuchar nada más aparte de un pitido en sus oídos. 

La ayudante y mano derecha de Frigga salió corriendo de la sala escudándose en preparar algo de... lo que sea, en la cocina.

Loki quería seguirla para no estar alli.

No es que tenga algo en contra de Frigga, pero odiaba las muestras de cariño.... bueno, sólo amaba las de Thor.

Discretamente estaba caminando en aquella dirección cuando fue interceptado por la madre de Thor que lo empujo hasta un sofá abrazo su vientre y comenzó a llorar.

¡¿Que izo para merecer esto?!

.... luego lo recordó, y se dejó ser.

Loki no sabía que diablos hacer, era alérgico a este tipo de cosas, trato de levantar una mano y darle algunas palmadas de consuelo, de lo cual sólo logró motivar la a llorar más.

Estúpido, estúpido él, y su carismática y amable forma de ser.

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Horas más tarde, Thor y Loki  (sobre todo Loki) se abrían librado de esa loca mujer. Para dirigirse a casa.

- diablos.... -menciono Loki.

- ¿ Qué sucede amorcito?

- olvide el sobre con las pruebas en casa de tus padres, aún que no importa Frigga puede  conservarlo.

- Por eso te amo, eres muy benevolente - comentó Thor mirando a Loki con una enorme cara de estupefacción, no podía creer la suerte de estar casado con alguien como Loki.

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Pasaba sus manos una y otra ves por las imagen en blanco y negro, donde se podían ver dos pequeñas masitas dentro de su vientre, sacó del sobre un cD el cual colocó en un viejo Walkman que tenía guardado y se dedicó a escuchar los latidos de ambos corazones sonar de forma rítmica y saludable. 

Sintió una lágrima bajar hasta perderse en su blanca barba.

-¿ Cariño? ¿ Dónde estás? - escucho la vos de su mujer a lo lejos, guardo el reproductor en el primer cajón de su escritorio para dirigirse con su esposa que no dejaba de hablar de lo maravilloso que serán sus nietos y Odin jamás estuvo tan más de acuerdo.